La inflación de los precios al consumo en Alemania volvió a subir en noviembre hasta alcanzar una cifra récord, mientras la mayor economía europea se enfrenta a la escasez de suministros y al aumento de los precios de la energía, según mostraron el lunes datos oficiales preliminares que aumentan la presión sobre el Banco Central Europeo para que reaccione ante la subida de los precios.
Los precios al consumo, armonizados para hacerlos comparables con los datos de inflación de otros países de la Unión Europea, subieron un 6,0% con respecto a noviembre de 2020 tras un incremento del 4,6% en octubre, según la Oficina Federal de Estadística alemana.
La lectura supone la tasa más alta registrada desde enero de 1997, cuando comenzó la serie armonizada de la UE.
El índice de precios al consumo (IPC) nacional subió un 5,2% en noviembre con respecto a hace un año, la tasa más alta desde junio de 1992.
La economía post pandemia se presenta como el primer desafío de la coalición de tres partidos que acordó gobernar Alemania bajo el liderazgo del socialdemócrata Olaf Scholz, quine promueve una serie de modificaciones ecológicas que repercutirán en el resto de la Unión Europea (UE), tras 16 años de gobiernos de la canciller democristiana Angela Merkel.
Tras dos meses de intensas negociaciones, los liberales del Partido Democrático Libre (FDP), de Christian Lindner, y Los Verdes de la copresidenta Annalena Baerbock, establecieron formar un Gobierno con el actual ministro de Finanzas y vicecanciller, de 63 años.
Scholz, del Partido Socialdemócrata (SPD), vencedor de las elecciones del 26 de septiembre al frente de una alianza conocida como la coalición de los "semáforos" por sus colores rojo, amarillo y verde, pondrá en marcha una transición hacia una economía con energía renovable.