A dos semanas de la victoria electoral de Donald Trump y en un clima de incertidumbre por cómo será su política frente a la guerra en Ucrania, los principales medios estadounidenses y agencias de noticias europeas informaron este domingo que el presidente saliente de Estados Unidos, Joe Biden, autorizó a su par ucraniano, Volodimir Zelensky, a atacar objetivos militares dentro de Rusia con los misiles de largo alcance norteamericanos que le transfirieron.
En la víspera del invierno europeo, varias potencias de la Unión Europea venían pidiendo aumentar las defensas antiaéreas de las fuerzas ucranianas para contrarrestar los bombardeos rusos. Temen que Rusia recrudezca su ofensiva militar, especialmente contra el sistema energético. En las últimas horas, por ejemplo, las fuerzas rusas atacaron con 120 misiles y 90 drones desde el aire parte de la infraestructura energética de Ucrania. El bombardeo dejó al menos 11 muertos y obligó a ese país a anunciar cortes eléctricos este lunes, según la agencia de noticias AFP.
Tras conocerse este nuevo ataque, el máximo representante de la Unión Europea para las Relaciones Exteriores, Josep Borrell, reclamó que "Ucrania necesita más defensa aérea". "Rusia lanzó hoy un ataque masivo con misiles y drones, aterrorizando a civiles en toda Ucrania y apuntando específicamente a la infraestructura energética, incluida la nuclear, antes del invierno", explicó en sus redes sociales y agregó que dotar de más "defensa anti aérea" será una "prioridad" en el próximo Consejo de Asuntos Exteriores de Defensa que tendrá lugar el martes en Bruselas, sede del gobierno regional.
Más temprano, Zelensky había descripto el bombardeo en su cuenta de Telegram. "Un ataque masivo combinado en todas las regiones de Ucrania. Durante la noche y la mañana, los terroristas rusos utilizaron drones de varios tipos, en particular 'shaheds'. Misiles de crucero, balísticos y aéreos: 'Zircon', 'Iskander', 'Kinzhal'. En total, unos 120 misiles y 90 drones. Nuestras fuerzas de defensa antiaérea destruyeron más de 140 objetivos aéreos."
En este contexto, los principales medios estadounidenses y algunas agencias europeas informaron que finalmente Biden, que en dos meses entregará el poder a Trump, dio la luz verde para que las fuerzas ucranianas utilicen los misiles de largo alcance que le habían transferido para atacar objetivos dentro de Rusia. Hasta ahora, los países de la OTAN se mostraban reticentes a ese pedido de Kiev, porque Moscú había advertido que permitirlo sería tomado como una escalada, una confrontación directa con esas potencias occidentales, lo que podría abrir la posibilidad de un conflicto nuclear.
En las últimas semanas, varios elementos parecen haber sacudido el escenario de la guerra en Ucrania. Por un lado, la OTAN y Ucrania denunciaron que Corea del Norte desplegó a unos 11.000 soldados en Rusia y ya habrían empezado a combatir en la región rusa de Kursk, controlada parcialmente por tropas ucranianas. Por otro lado, ganó las elecciones un Trump que prometió en campaña negociar un acuerdo ni bien asuma con el gobierno ruso de Vladimir Putin para poner fin a la guerra, aún si Moscú no se retira de todos los territorios ocupados desde 2014.
La tensión en los últimos meses entre Trump y Zelensky ha sido evidente, lo que ahora alimenta la incertidumbre sobre cómo será la política del próximo gobierno republicano, que asumirá el 20 de enero de 2025, frente a esa guerra.