Rusia anuncia más ataques en Ucrania y no hay noticias del diálogo de paz

El sexto día de la guerra estuvo marcado con el avance de un convoy militar ruso hacia la Kiev, la capital, donde además los bombardeos se intensificaron y afectaron la trasmisión de los canales de noticias locales. Además, la ofensiva se ensañó con la segunda ciudad más importante del país: Jarkov.

01 de marzo, 2022 | 17.48

La guerra en Ucrania está lejos de resolverse. Rusia intensificó este martes sus bombardeos contra las dos principales ciudades del país, Kiev, la capital, y Jarkov, cerca de la frontera rusa. Además, tanto su Ejército como los líderes separatistas que reconocieron en el este del país anunciaron que en las próximas horas o días golpearán edificios del gobierno ucraniano en Kiev y bloquearán el estratégico puerto de Mariupol, sobre el Mar de Azov, en el sureste del territorio, y pidieron que todos los civiles abandonen esas zonas altamente pobladas. En paralelo, en el plano diplomático, aún no hay noticias de cuándo será la segunda reunión del incipiente diálogo que comenzaron Ucrania y Rusia, aún sin ningún resultado. 

Frente militar

La jornada comenzó una vez más con ruidos de explosiones y noticias nada alentadoras en la capital ucraniana. De inmediato se viralizaron las imágenes de la empresa estadounidense Maxar que captaron durante la noche una columna de 64 kilómetros de vehículos y artillería que avanzaba hacia Kiev. En paralelo, los bombardeos contra zonas de la ciudad se continuaron de manera esporádica a lo largo del día.

Uno de los bombardeos que más se hizo sentir fue en Babi Yar, en el noroeste de la ciudad, donde se levanta la principal torre de televisión y una de las construcciones más altas de la capital, sino la más alta, y al lado un gran memorial en honor de decenas de miles de víctimas del nazismo, un tema que se convirtió central en los argumentos de un lado y del otro de este conflicto. El presidente ruso Vladimir Putin sostiene que lanzó esta ofensiva militar para "desnazificar" a Ucrania, mientras que el gobierno de Volodimir Zelensky lo acusa de haber lanzado una invasión similar a la del nazismo alemán. Una serie de bombardeos golpearon alrededor de la torre de comunicación, mató a cinco personas, según medios locales, y dejó durante gran parte del día a la urbe sin televisión.

En paralelo, los bombardeos parecían concentrarse en Jarkov, la segunda ciudad más importante del país después de Kiev. Imágenes de la prensa ucraniana e internacional mostraron que parte del centro de la urbe quedó destruída. Esta se trata de una localidad del este del territorio, cercana a la frontera con Rusia, habilitada -al menos antes del enorme éxodo que se vio en los últimos días- por una población que habla tanto ruso como ucraniano. 

Al norte de allí, en la ciudad más pequeña de Sumy, otros bombardeos rusos mataron a 70 soldados ucranianos, según informó el Parlamento ucraniano, según la agencia de noticias alemana DPA. 

Alrededor de 100.000 personas se han escapado del país cada día desde que comenzaron los bombardeos rusos a más de una decenas de localidades. Sin embargo, más de 600.000 es apenas una minoría en una nación de más de 44 millones de habitantes. Por eso, generó preocupación cuando el Ejército ruso primero alertó que atacará algunos edificios gubernamentales en el centro de Kiev, por ejemplo, la sede de los servicios de inteligencia ucranianos, y le pidió a la población civil que evacúe. En paralelo, la milicia a cargo del gobierno separatista de Donetsk, una de las regiones orientales que Rusia reconoció como independiente la semana pasada, sostuvo que abrió "dos corredores humanitarios" para que los habitantes puedan salir antes que bloqueen por completo la estratégica ciudad-puerto de Mariupol. 

La ONU estimó este martes que los muertos civiles ya suman al menos 100, una cifra menor que los 152 informados por el gobierno ucraniano. 

Frente diplomático 

En este frente, el dato más significativo del día es que ni el gobierno ruso ni el ucraniano dieron nuevas noticias sobre el diálogo que abrieron el fin de semana y cuyo resultado, por ahora, es comprometerse a una segunda reunión, aunque sin fecha aún. Este martes, el presidente Zelensky se declaró partidario de continuar con estas negociaciones y acusó a su contraparte rusa de ser la responsable de este impasse. "El mundo se da cuenta de que hay que sentar a la mesa de negociaciones al presidente de Rusia mientras hay aquellos que estén dispuestos a sentarse a la mesa de negociaciones, incluido yo", dijo en una entrevista con la cadena estadounidense CNN.

Según el gobierno ruso, el presidente Putin reiteró este martes cuáles son sus condiciones para el alto el fuego y el repligue militar que reclama Kiev: que Ucrania reconozca que Crimea -la península del sur del país que fue anexada por Rusia en 2014- es parte del territorio ruso y que las dos regiones separatistas de Donetsk y Lugansk, que se levantaron en armas ese mismo año y desde entonces pelean una guerra contra las Fuerzas Armadas, son independientes.

Zelensky sigue rechazando estas condiciones y presiona públicando a sus aliados occidentales para pedirles más apoyo frente a los ataques rusos. Por ahora, solo consiguió un gran paquete de sanciones que buscan limitar la conectividad de Rusia con el mundo y debilitar al máximo su economía. Además, las potencias occidentales se mostraron unidas este martes al boicotear el discurso del canciller ruso, Sergei Lavrov, en el Consejo de Derechos Humanos de la ONU, en Ginebra, Suiza, un mensaje que tuvo que dar de manera virtual porque la Unión Europea cerró el espacio aéreo a todos los aviones rusos. Cuando el veterano comenzó a hablar en la pantalla la mayoría del órgano se levantó y se retiró. Lavrov reiteró que Rusia teme que Ucrania busque tener armas nucleares y defendió la ofensiva militar que su país lanzó la semana pasada. 

En un intento por reactivar el diálogo con Rusia, Ucrania también intentó otra estrategia este martes: sumar a China a la mesa. Durante los últimos ocho años, los mediadores entre Rusia y Ucrania en el conflicto separatista del este ucraniano habían sido Francia y Alemania. Hoy, en medio de una invasión, el gobierno de Zelensky buscó a quien podría convertirse en el principal aliado de Moscú en esta nueva configuración internacional, Beijing. 

"Poner fin a la guerra es la prioridad para la parte ucraniana y estamos tranquilos, abiertos a negociar una solución. Aunque la negociación no avanza sin problemas, estamos dispuestos a seguir con ella. También a fortalecer la comunicación con China. Esperamos la mediación de China para alcanzar un alto el fuego", propuso el canciller ucraniano Dmytro Kuleba en un comunicado. Hasta ahora el gobierno chino se abstuvo de condenar los ataques rusos en el Consejo de Seguridad de la ONU y ha acusado públicamente a Estados Unidos de alimentar el actual conflicto armado.

Sanciones

Las sanciones impuestas por las potencias occidentales contra bancos, empresas, funcionarios y empresarios millonarios rusos continuaron haciendo sentir su fuerza este martes. Los precios internacionales del barril de petróleo continuaron creciendo y para evitar una escalada sin fin en este frente la Agencia Internacional de la Energía (AIE) anunció que inyectará 60 millones de barriles de crudo de las reservas estratégicas de sus Estados miembros. Estados Unidos aportará la mitad. La AIE es un órgano autónomo de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) y fue creado después de la crisis del petróleo de 1973 para coordinar las políticas energéticas entre estos países para evitar nuevas subas desmedidas. 

En Rusia, en tanto, las autoridades continuan intentando contener los efectos de las sanciones. Primero, el primer ministro Mijail Mishustin anunció que se prohibe por decreto por ahora que las compañías occidentales puedan deshacerse de sus inversiones en empresas rusas y, luego, el Kremlin agregó otro decreto: a partir de mañana miércoles ya no se podrán hacer transferencias de divisas al extranjero por una cantidad superior a 10.000 dólares.

Ayer el rublo, la moneda nacional, se derrumbó y para evitar un colapso de la bolsa en Moscú, ésta no funcionó ni el lunes ni el martes. Todo indica que el efecto de las sanciones durará por varios días o semanas más, mientras Rusia promete activar mecanismos para sortearlas. Al menos hoy tuvo una buena noticia en este frente: Turquía anunció que no se sumará a las sanciones decretadas por sus aliados de la OTAN.

En tanto, desde Europa, el Parlamento Europeo, el poder legislativo del bloque, propuso avanzar aún más con las sanciones y sugirió el tema más sensible para ese continente: detener la importación de energía rusa. "El Parlamento Europeo pide, en particular, limitar las importaciones de los productos de exportación más importantes de Rusia, incluidos petróleo y gas, prohibir nuevas inversiones de la UE en Rusia, así como nuevas inversiones rusas en la UE", reza la resolución no vinculante aprobada. Por ahora, los países del bloque europeo no han dado señales de estar dispuestos a dar este paso que los dejaría con un serio problema de oferta de gas, principalmente. 

 

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