El presidente de Rusia, Vladimir Putin, desafió a las potencias occidentales a que intenten derrotar a su país "en el campo de batalla" y, además, advirtió sobre la guerra en Ucrania: "Todos deben saber que nosotros, aún no hemos comenzado nada en serio."
La tensión entre el Gobierno ruso y los de las principales potencias occidentales no para de escalar desde que a finales del año pasado Estados Unidos y Reino Unido comenzaron a alertar sobre una posible invasión rusa a Ucrania, que finalmente se concretó a finales de febrero. Washington y sus aliados europeos decidieron no confrontar a Rusia militarmente -ya que ambas partes poseen armas nucleares- y lanzar una guerra económica a través de una lluvia de sanciones financieras, comerciales y políticas que aisló a Moscú de muchos ámbitos internacionales, no solo políticos y económicos, sino también en materia de derechos humanos, cultura y deportes.
"Hoy escuchamos que quieren derrotarnos en el campo de batalla. Bueno, ¿qué puedo decir? Que lo intenten", dijo Putin y aseguró que las potencias occidentales han afirmado que "quieren luchar contra nosotros hasta el último ucraniano" que calificó de "una tragedia para los ucranianos". El presidente ruso, además, acusó a sus rivales de haber sido los responsables de la guerra en Ucrania.
"Nos dicen, que fuimos nosotros que comenzamos una guerra en Donbas (zona oriental minera), en Ucrania. No fue así, se desató por el llamado Occidente colectivo, que organizó y apoyó un golpe militar inconstitucional en Ucrania en 2014, y luego alentó y justificó el genocidio contra la población de Donbás", sostuvo Putin y continuó para justificar la invasión de febrero pasado: "El objetivo principal, como ya dije, es proteger a Donbas y reforzar la seguridad de la propia Rusia."
"Al mismo tiempo, no rechazamos mantener negociaciones de paz, pero quienes las rehúsan deben saber que les será más difícil llegar a un acuerdo con nosotros", agregó.
En paralelo, el gobernador de Donetsk, Pavlo Kirilenko (leal a Ucrania), reportó que los disparos de artillería y lanzamisiles mataron en las últimas horas al menos a siete civiles en varias localidades de la región. "El enemigo intenta lanzar ataques en dirección a Sloviansk", bombardeando las localidades vecinas, indicó el jueves el ejército ucraniano. El martes, misiles rusos ya habían alcanzado y destruido parte del mercado en el centro de Sloviansk, donde murieron dos personas.
El alcalde de la ciudad, Vadim Liakh, informó que la evacuación de la ciudad se estaba llevando a cabo. "Sacamos a gente cada día", dijo. El miércoles quedaban todavía en la ciudad unas 23.000 personas, de las 110.000 que vivían en ella antes de la guerra, indicó Liakh, quien precisó que desde el inicio del conflicto hubo 17 muertos y 67 heridos.
Según los datos de la Organización de las Naciones Unidas, desde el inicio de la invasión rusa, más de 8,7 millones de ucranianos han huido del conflicto para buscar refugio en países vecinos, mientras en la propia Ucrania poco menos de 4.900 civiles fallecieron y más de 6.200 resultaron heridos.