Entre las maravillas arquitectónicas de Argentina, el Castillo de Dionisio destaca como una de las más fascinantes y únicas. Situado en la Costa Riojana, esta peculiar construcción es un destino imperdible, tanto por su historia como por su diseño singular, que combina creatividad, mitología y naturaleza.
El castillo fue obra de Dionisio Aizcorbe, un hombre nacido en 1921 en Elortondo, Santa Fe. En busca de una vida austera y en contacto con la naturaleza, Dionisio dejó atrás su provincia natal y emprendió un viaje que lo llevó primero a Tinogasta y luego, en 1973, al pequeño pueblo de Santa Vera Cruz, en La Rioja. Cautivado por los paisajes montañosos y la tranquilidad del lugar, decidió asentarse allí y construir con sus propias manos esta obra maestra.
Aizcorbe utilizó materiales de la región para levantar una mansión de piedra llena de simbolismos. Cada rincón del castillo está impregnado de historias y leyendas, con elementos destacados como figuras de San Jorge y el Dragón, un Ave Fénix acompañado de rosacruces y referencias a la leyenda de Osiris. También cuenta con jardines decorados con imágenes de Buda, laberintos, sillones y muros de piedra repletos de mitos, un barco vikingo y un ingenioso sistema de acequias que recorre la propiedad.
La construcción fue un proyecto de vida para Dionisio, quien trabajó en ella hasta su fallecimiento en 2004 a los 84 años. Su obra, apodada "castillo" por los vecinos, permaneció cerrada y olvidada durante algunos años, hasta que el boca a boca la convirtió en un lugar de interés turístico.
En 2009, Pedro, el actual propietario, descubrió el castillo y decidió seguir los pasos de Dionisio. Al igual que su antecesor, dejó atrás su vida en Buenos Aires y se instaló en el lugar, dedicándose a preservar y restaurar cada detalle de esta increíble construcción. Pedro también diseñó un circuito turístico que permite a los visitantes explorar y disfrutar del entorno con mayor facilidad.
El Castillo de Dionisio se encuentra a 1.800 metros sobre el nivel del mar, en un terreno montañoso y alejado de las grandes urbanizaciones. Llegar hasta él implica recorrer senderos rurales que realzan la experiencia de quienes buscan descubrir este tesoro oculto. Para llegar desde la ciudad de La Rioja, es necesario viajar 112 kilómetros hacia el norte por la Ruta Nacional 75. Luego, a pocos metros del pueblo de Anjullón, se toma un desvío hacia el oeste para ingresar en la localidad de San Pedro y avanzar hasta Santa Vera Cruz.
Desde el casco histórico de Santa Vera Cruz, es posible iniciar trekkings que duran entre 4 y 24 horas, dependiendo del sendero elegido, para llegar a la base del castillo. Los recorridos ofrecen vistas espectaculares y una experiencia única de conexión con la naturaleza.
El Castillo de Dionisio abre sus puertas todos los días de 10 a 19 horas y se ha consolidado como uno de los destinos turísticos más emblemáticos de La Rioja. Su historia, la creatividad de su construcción y el misticismo que lo rodea lo convierten en una visita obligada para quienes buscan algo más que un simple recorrido turístico: una experiencia que combina arte, naturaleza y leyenda.
Esta obra maestra no solo es un testimonio del ingenio de Dionisio Aizcorbe, sino también un recordatorio del poder de los sueños y la perseverancia. El Castillo de Dionisio sigue siendo un lugar donde las historias cobran vida y la imaginación no tiene límites.