La economía de Estados Unidos registró una caída de su Producto Interno Bruto por por primera vez desde 2020, lo que refleja un aumento de las importaciones vinculado a la sólida demanda de los consumidores. Si bien la contracción sorpresiva se suma a los dolores de cabeza políticos para el presidente Joe Biden, es poco probable que disuada a la Reserva Federal de subir las tasas de interés agresivamente para combatir la inflación.
El PBI norteamericano cayó un 1,4 por ciento interanual en el primer trimestre, luego de subir a un ritmo de 6,9 por ciento a fines del año pasado, de acuerdo con la estimación preliminar del Departamento de Comercio.
El informe es más una ilustración de cómo los cálculos del PIB tienden a ser volátiles de un trimestre a otro, lo que no indica necesariamente una debilidad en la economía o una señal de recesión, según un notificó el Bloomberg. La contracción se debió a un aumento en las importaciones y una caída en las exportaciones, junto con una acumulación más lenta de las existencias de las empresas.
El comercio y los inventarios restaron alrededor de 4 puntos porcentuales del crecimiento general. El gasto público se contrajo, lo que también afectó al PIB. Pero las ventas finales reales a compradores nacionales, una medida de la demanda subyacente que excluye los componentes de comercio e inventarios, se aceleraron a una tasa anualizada de 2,6 por ciento.
En un contexto de inflación acelerada y gasto sólido, la política monetaria de la Fed todavía está orientada a un aumento de tasas de medio punto la próxima semana. No obstante, los funcionarios deben equilibrar una política más estricta con los riesgos para la demanda.
La economía se enfrenta a otros obstáculos potenciales que incluyen los efectos colaterales de la guerra de Rusia en Ucrania. Las perspectivas de crecimiento en Europa se están deteriorando, algunas materias primas escasean y las severas medidas de bloqueo relacionadas con la pandemia del gobierno chino están dejando las cadenas de suministro en desorden.
Tras conocerse los datos, el presidente Joe Biden sostuvo que la economía de los Estados Unidos “sigue siendo resiliente frente a los desafíos históricos”. "La economía estadounidense, impulsada por las familias trabajadoras, sigue siendo resiliente frente a los desafíos históricos", dijo el mandatario, según consignó una declaración reproducida por la prensa de la Casa Blanca.
Biden minimizó el dato negativo de la economía aduciendo que hubo “factores técnicos” que afectaron el desempeño en los primeros tres meses del año, y enfatizó que “el consumo, la inversión empresarial y la inversión residencial continuaron incrementándose a niveles fuertes, mientras que el número de americanos con seguro de desempleo se sitúa en el menor nivel desde 1970”.