El día después de las elecciones en España: Sánchez se mantiene optimista y Feijóo promete agotar todas las opciones

Después de los festejos de la noche electoral, ahora comienzan semanas de negociaciones frenéticas para intentar formar Gobierno. Las posibilidades del socialismo para renovar su mandato y todos los esfuerzos que hará el PP.

24 de julio, 2023 | 17.33

Las elecciones generales en España de este domingo dejaron un escenario complicado para todos, no solo para el opositor Partido Popular. El presidente del Gobierno y líder del PSOE, Pedro Sánchez, se volvió a mostrar este lunes muy optimista de lograr renovar su mandato al frente del Ejecutivo y prometió que "encontrará la fórmula de la gobernabilidad". Sin embargo, no dio detalles de cómo sería una coalición tan amplia como para conseguir el apoyo de los 176 diputados que necesita. En tanto, su principal rival, el jefe de la oposición y líder del Partido Popular (PP), Alberto Nuñez Feijóo, se niega a bajar los brazos y dar por perdida la posibilidad de formar Gobierno. Ganó la primera minoría, pero no hay analista que se pueda imaginar una alianza lo suficiente amplia para conseguir la mayoría del Congreso. Pero está dispuesto a probar todo, incluso un acuerdo con el PSOE para que se abstenga y no lo bloquee. 

Tras la votación, los dos principales dirigentes del país europeo se reunieron con las direcciones de sus partidos para analizar los resultados y pensar la estrategia para las próximas semanas, que serán claves. El PP ganó 47 bancas con respecto a la Legislatura actual y tendrá la primera bancada de 136 diputados del pleno de 350. El PSOE quedó segundo con 122 escaños, es decir, sumó dos más de lo que tenía. Estas ganancias fueron en detrimento de sus aliados menores. Por un lado, la extrema derecha de Vox perdió 19 bancas y solo tendrá una bancada de 33 diputados y, por otro lado, la izquierda de Sumar perdió 7 escaños y poseerá 31 legisladores. 

Frente a este escenario y con el número mágico de 176 banca como objetivo, el más contento anoche fue Sánchez, no Feijóo. Todas las encuestas pronosticaban una victoria arrasadora de la derecha y la extrema derecha de Vox, que no sucedió. Por eso, este lunes mantuvo ese optimismo. Frente a la dirección ejecutiva del PSOE, se mostró confiado en que no se convocará de nuevo a elecciones, la opción legal si ninguno de los dos líderes logra formar una coalición de Gobierno lo suficientemente grande para alcanzar la mayoría parlamentaria y asumir el Ejecutivo. "España es una democracia parlamentaria con sus plazos y procedimientos. Esta democracia encontrará la fórmula de la gobernabilidad", según reprodujo el diario El País.

Fuentes de la dirección ejecutiva del oficialismo coincidieron en diálogo con el Diario.es que el país no debe repetir las elecciones porque "necesita un descanso". Además, adelantaron que no responderán al llamado al diálogo del PP, que sigue con la idea de tratar de llegar a una votación en el Parlamento para investir a un Gobierno dirigido por Feijóo. “Es Feijóo el único que ha hablado de investidura. Es el PP quien está hablando ahora consigo mismo, vamos a dejar que se cuezan un poco en su propia salsa”, dijeron las fuentes a ese medio. 

Feijóo también tuvo que enfrentar a la dirección ejecutiva, pero en un clima menos festivo. Frente a sus correligionarios, reconoció: "No hemos alcanzado todas nuestras expectativas". Y cuando le tocó presentar cuáles serán los próximos pasos, afirmó: “Si Sánchez no acepta el diálogo con el PP, exploraremos todas las vías para dar un Gobierno a España. El bloqueo es un escenario indeseable para nuestro país”, según el Diario.es.

El líder del PP tiene varios problemas. En primer lugar, propone un diálogo con el PP para que, como dijo el domingo por la noche, "no bloquee su investidura", pero al mismo tiempo mantiene la promesa que le hizo a Vox de "un cambio del Gobierno sanchista". En segundo lugar, si como se espera no encuentra oídos receptivos en el socialismo, su propio programa e ideas políticas lo distancian, de manera casi irremediable, con el resto de las fuerzas que mantuvieron representación parlamentaria, en su mayoría partidos vinculados a identidades regionales que reclaman más autonomía o, directamente, la independencia, en detrimento del espíritu centralista del PP.  

“Los españoles no pueden quedar atrapados ni en bloques ni en bloqueos y permitir que nuestro país se balcanice. Haremos lo que esté en nuestra mano y más para evitarlo”, prometió un Feijóo que se niega a darse por vencido, pese a la sorpresa electoral que sufrió. “Soy consciente de la complejidad. Sabía que ofrecer este cambio histórico a nuestro país no era fácil en 15 meses. Merece la pena intentarlo, no voy a renunciar a lograrlo”, agregó. 

Sin embargo, Feijóo arrancó con el pie izquierdo este lunes. El Partido Nacionalista Vasco (PNV) le comunicó al candidato del PP que rechaza iniciar un diálogo de cara a facilitar su investidura como presidente del Gobierno de España.

Una esperanza para Sánchez

El líder independentista catalán -prófugo actualmente de la Justicia española- Carles Puigdemont podría destrabar este complejo escenario de alianzas. El ex presidente del Gobierno regional catalán, quien vive en un exilio autoimpuesto en Bélgica desde que lideró un intento fallido de independizar Cataluña de España en 2017, podría ser la carta ganadora que necesita el líder del socialismo, Pedro Sánchez. 

"El PSOE está a merced de Puigdemont", resumió este lunes Ignacio Torreblanca, jefe de la oficina de Madrid del Consejo Europeo de Relaciones Exteriores, según la agencia NA. Los socialistas y sus aliados de izquierda Sumar suman 153 bancas y muchos analistas creen posible que reediten el apoyo de los pequeños partidos separatistas vascos y catalanes, de perfil más progresista, como hicieron tras las elecciones de 2019. A cambio, claro, de algunas nuevas concesiones. Pero ahora también necesitaría el respaldo de Junts, la fuerza conservadora e independentista que aún responde a Puigdemont. 

Junts aún no asumió públicamente una posición clara sobre a quién apoyará o si no apoyará a nadie. Su secretario general, Jordi Turull, dijo este lunes que aprovecharía la "ventana de oportunidad" creada por el impasse electoral para lograr la independencia de Cataluña. "El Estado sabe que si quiere negociar con nosotros, hay dos cuestiones que son fundamentales y generan consenso en Cataluña que son una amnistía y la autodeterminación", dijo en una entrevista a la emisora de radio local RAC 1.

Turull fue uno de los nueve líderes separatistas catalanes encarcelados indultados por Sánchez en 2021. Sin embargo, muchos más todavía se enfrentan a juicios por su papel, el principal de ellos Puidgemont, un dirigente que aún ejerce una influencia importante en el partido. Esta mañana, el ex presidente del Gobierno regional tuiteó: "Debemos seguir defendiendo Cataluña contra quienes nos quieren liquidar la lengua, la cultura, la nación."