Los padres de Trevor Reed, un antiguo marine de Estados Unidos condenado a prisión en Rusia en julio de 2020 por agredir a un policía, exigieron hoy a las autoridades de Moscú una prueba de que sigue vivo, después de varios días sin tener noticias suyas y de enterarse de su "rápida disminución de la salud".
"Nuestro hijo se queda sin tiempo", dijeron los padres en un comunicado, una semana después de que se reunieran con el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, quien les prometió seguir intentando la puesta en libertad de Reed, informó la agencia de noticias Europa Press.
"Con cada día perdido en 'deliberaciones', el riesgo de que nuestro hijo se convierta en el próximo Otto Warmbier crece significativamente", alertaron, en referencia al estudiante que fue detenido en Corea del Norte acusado de subversión en enero de 2016 y poco más de un año después falleció en Estados Unidos tras ser extraditado ya en coma.
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La última vez que los padres tuvieron noticias de Trevor fue el último viernes, cuando habló telefónicamente con su novia y le transmitió su mal estado de salud debido a la huelga de hambre que inició a fines de marzo para protestar por las condiciones de su detención.
"La última vez que Trevor guardó silencio mientras supuestamente estaba en un 'hospital', las autoridades rusas 'accidentalmente' lo 'extraviaron' durante nueve días en una sala psiquiátrica en la infame prisión de Butirka, donde fue maltratado y recluido en condiciones terribles con presos peligrosos, incluido asesinos, en una celda con las paredes cubiertas de heces", denunciaron.
Los padres de Reed relataron a la cadena CBS que creen que su hijo padece tuberculosis, así como una lesión en las costillas y que no recibe la atención médica necesaria.
Reed, un exmarine de 29 años, fue condenado en julio de 2020 a nueve años de prisión por un tribunal de Moscú por agredir a un policía ruso.
Su familia negó los cargos y las autoridades estadounidenses calificaron como endebles las evidencias en su contra.
Asimismo, Paul Whelan, que también tiene pasaporte canadiense y británico, fue detenido en diciembre de 2018 en un hotel de Moscú por agentes del Servicio Federal de Seguridad y fue condenado a mediados de 2020 a 16 años de cárcel por un delito de espionaje.
De acuerdo con la Inteligencia rusa, se le encontró un dispositivo de memoria externa que contenía información clasificada.
Con información de Télam
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