La gripe ha vuelto a Europa a un ritmo más rápido de lo esperado este invierno tras casi desaparecer el año pasado, lo que hace temer una prolongada "doble pandemia" junto al COVID-19 en un momento de dudas sobre la eficacia de las vacunas antigripales.
Los confinamientos, el uso de mascarillas y el distanciamiento social que se convirtieron en la norma en Europa durante la pandemia de COVID-19 acabaron con la gripe el pasado invierno, erradicando temporalmente un virus que mata en todo el mundo a unas 650.000 personas al año, según las cifras de la Unión Europea.
Pero eso ha cambiado ahora, ya que los países están adoptando medidas menos estrictas para luchar contra el COVID-19 debido a la vacunación generalizada.
Desde mediados de diciembre, los virus de la gripe circulan por Europa a un ritmo superior al previsto, según informó este mes el Centro Europeo para la Prevención y el Control de las Enfermedades (CEPCE).
En diciembre, el número de casos de gripe en las unidades de cuidados intensivos (UCI) europeas aumentó de forma constante hasta alcanzar un máximo de 43 en la última semana del año, según datos del CEPCE y de la Organización Mundial de la Salud.
Esta cifra está muy por debajo de los niveles prepandémicos, ya que los casos semanales de gripe en las UCI alcanzaron un máximo de más de 400 en la misma etapa de 2018, por ejemplo.
Pero se trata de un gran aumento en comparación con el año pasado, cuando sólo hubo un caso de gripe en una UCI en todo diciembre, según muestran los datos.
El regreso del virus podría ser el inicio de una temporada de gripe inusualmente larga que podría extenderse hasta bien entrado el verano, según declaró a Reuters el máximo experto en gripe del CEPCE, Pasi Penttinen.
"Si empezamos a levantar todas las medidas, la gran preocupación que tengo con respecto a la gripe es que, como hemos tenido un tiempo tan largo de casi nula circulación en la población europea, quizá nos alejemos de los patrones estacionales normales", dijo.
Penttinen dijo que el desmantelamiento de las restricciones en primavera podría prolongar la circulación de la gripe mucho más allá del final normal de la temporada europea en mayo.
Una "doble epidemia" podría suponer una presión excesiva sobre unos sistemas sanitarios ya sobrecargados, señaló el CEPCE en su informe.
En Francia, tres regiones —incluida la de París— se enfrentan a una epidemia de gripe, según los datos publicados por el Ministerio de Sanidad francés la semana pasada. Otras se encuentran en fase preepidémica.
Esta temporada, Francia ha registrado hasta ahora 72 casos graves de gripe, con seis muertes.
CEPA DOMINANTE
Para complicar aún más las cosas, la cepa de gripe dominante que circula este año parece ser hasta ahora la H3 del virus A, que suele causar los casos más graves entre las personas mayores.
Penttinen dijo que es demasiado pronto para hacer una evaluación final de las vacunas contra la gripe porque se necesita un mayor número de pacientes enfermos para realizar análisis en el mundo real. Pero las pruebas de laboratorio muestran que las vacunas disponibles este año "no van a ser óptimas" contra el H3.
Esto se debe en gran medida a que el año pasado, cuando se decidió la composición de las vacunas, había muy poco o ningún virus en circulación, lo que dificulta a los fabricantes de vacunas predecir qué cepa será la dominante en la próxima temporada de gripe.
Vaccines Europe, que representa a los principales fabricantes de vacunas de la región, reconoció que la selección de la cepa se vio dificultada por la escasa circulación de la gripe el año pasado, pero añadió que aún no hay datos suficientes para evaluar la eficacia de las vacunas de esta temporada.
Las vacunas contra la gripe se adaptan cada año para que sean lo más eficaces posible contra los virus de la gripe, que cambian constantemente. Su composición se decide seis meses antes de que comience la temporada de gripe, basándose en la circulación de los virus en el hemisferio opuesto del planeta. Esto da tiempo a los fabricantes de medicamentos para desarrollar y fabricar las vacunas.
Todavía no se dispone de datos a escala europea sobre el uso de la vacuna antigripal. Pero las cifras nacionales de Francia muestran que la cobertura no es tan amplia como esperaban las autoridades.
Las autoridades de este país han ampliado un mes el periodo de vacunación hasta finales de febrero para impulsar las inoculaciones. Según las cifras publicadas la semana pasada, hasta ahora se han vacunado 12 millones de personas, alrededor del 45% de la población objetivo.
"Todavía hay un gran margen de mejora para limitar el impacto de la epidemia de gripe", dijo el Ministerio de Sanidad francés en un comunicado el 11 de enero. El objetivo de este año es vacunar al 75% de las personas de riesgo.
Vaccines Europe dijo que el sector farmacéutico ha suministrado un gran número de vacunas contra la gripe, a pesar de la tensión que la pandemia de COVI-19 supone para las instalaciones de producción.