Un total de 200 países, reunidos en la conferencia climática COP26 (Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático de 2021), adoptaron durante este sábado el denominado "Pacto de Glasgow" buscando acelerar la lucha contra el cambio climático y perfilar las bases de su futura financiación. De todas maneras, cabe destacar que no se garantizó el objetivo de limitar el calentamiento global a +1,5°C.
Más allá de intensificar los esfuerzos para combatir estos grandes problemas, se solicitó a los diferentes gobiernos a que el próximo año, en una nueva conferencia, retornen con planes mucho más sólidos para frenar sus emisiones que calientan el planeta. Por otro lado, pidieron que las naciones más ricas "al menos dupliquen" la financiación para el 2025 y así protejan a los más vulnerables. La aprobación llegó tras dos semanas de duras negociaciones y la selló el presidente británico de ellas, Alok Sharma.
El secretario general de la ONU, Antonio Guterres, sostuvo en un comunicado durante la jornada de hoy: "El mundo sigue estando a las puertas de una 'catástrofe climática'. La COP26 logró pasos hacia adelante, que son bienvenidos, pero no son suficientes". En el medio hubo varias intervenciones, entre las que aparece la de la India para mitigar la reducción de emisiones de carbón; algo que trajo grandes polémicas desde algunos países por la expresión "reducir gradualmente" y no "eliminar" la energía que este genera.
¿Qué es el Pacto de Glasgow?
Dicho pacto, firmado este sábado, propone a los diferentes Estados miembros presentar -a finales del 2022- nuevos compromisos nacionales de recortes de emisiones de gases de efecto invernadero, tres años antes de lo previsto. Por supuesto, como aclaró el secretario general de la ONU, este acuerdo no va a resolver el calentamiento global y hasta deja muchas dudas sobre cuántas y con qué rapidez cada nación tiene que reducir sus emisiones, pero ayuda a tomar acciones buscando generar un cambio.
La oposición de India y China a eliminar la dependencia del carbón y acabar con subsidios a combustibles fósiles termina haciendo algo de ruido en el dictamen final y por supuesto, molesta a los y las manifestantes que marcharon durante estas últimas semanas. De todas maneras, el claro consenso de todas las naciones es celebrado y cada uno es los diferentes países es consciente de que deberá redoblar los esfuerzos -de inmediato- para evitar un aumento catastrófico en las temperaturas globales.
Por otro lado, es clave destacar que en el Pacto de Glasgow se describen los pasos a seguir en todo el mundo entre los que aparecen: reducir drásticamente las emisiones globales de dióxido de carbono casi a la mitad para el 2030 y frenar el metano -potente gas de efecto invernadero-. A su vez, se establecieron nuevas reglas para responsabilizar a cada país por el progreso realizado o las fallas en disminuir los inconvenientes climáticos.