El jefe del Gobierno alemán, Olaf Scholz, pidió al presidente ruso Vladimir Putin que "no rechace" la prolongación del acuerdo sobre las exportaciones de granos ucranianos, que permitió exportar 10 millones de toneladas de cereales y otros productos agrícolas desde el 1 de agosto, aliviando la crisis alimentaria mundial provocada por la guerra en Ucrania.
"Le pido al presidente ruso que no rechace la prolongación del acuerdo de cereales que expira en unos días. El hambre no debe convertirse en otra arma", dijo el canciller germano desde Beijing, donde se enuentra de visita oficial.
Rusia había anunciado el pasado sábado su salida del convenio firmado en julio y mediado por Turquía y la ONU, tras acusar a Ucrania de usar el corredor para lanzar un ataque contra su flota en el mar Negro.
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Ayer, el Ministerio de Defensa ruso informó que volvería a plegarse al pacto, tras recibir suficientes garantías de que Ucrania no utilizará el corredor marítimo para lanzar nuevos ataques, pero puso en duda su futuro al señalar que aún no decidió si lo prolongará más allá del 19 de noviembre, fecha prevista para su renovación.
Los países del G7 las siete, economías más avanzadas del mundo, pidieron también a Rusia la extensión del acuerdo, informó un diplomático estadounidense de alto nivel, citado por la agencia de noticias AFP.
"Todo el mundo está de acuerdo en la necesidad de prolongar el acuerdo de cereales" a través del mar del Negro, declaró este funcionario a periodistas, y precisó que los países del G7 apoyaban en particular los esfuerzos del secretario general de la ONU António Guterres para "convencer a Rusia de prolongar el acuerdo".
Las declaraciones del funcionario, bajo anonimato, se produjeron al margen de una reunión de los ministros de cancilleres de las economías más avanzadas en Munster, Alemania.
Las exportaciones de cereales de los puertos ucranianos se reanudaron esta semana, después del regreso de Rusia al acuerdo.
En Munster, los líderes de la diplomacia del G7 hablaron largo y tendido sobre el continuo apoyo a Ucrania en esta reunión el jueves y viernes, incluyendo "un mecanismo de coordinación dentro del G7 para reparar, defender y restaurar las infraestructuras energéticas" dañadas por los ataques rusos, según la misma fuente.
Ayer, la ministra alemana de Asuntos Exteriores, Annalena Baerbock, declaró en la apertura de la reunión que los países del G7 no permitirían "que la brutalidad de esta guerra lleve a la muerte en masa de ancianos y niños, jóvenes o familias en los próximos meses de invierno".
Muchas ciudades ucranianas, entre ellas la capital Kiev, sufrieron en las últimas semanas bombardeos que afectaron especialmente a las instalaciones civiles, provocando cortes de agua y electricidad.
El canciller ucraniano, Dmytro Kuleba, intervino el día anterior por videoconferencia para "hacer un balance" de la situación en su país, confirmó el diplomático estadounidense.
Hoy, el presidente turco Recep Tayyip Erdogan prometió que Rusia y Turquía van a "entregar gratuitamente" cereales a países africanos en riesgo de hambruna, tras un anuncio similar de Moscú el sábado.
"Ayudemos a los países en desarrollo", declaró el jefe del Estado turco.
El presidente Putin me dijo que deberíamos entregar gratuitamente cereales a estos países, como Yibuti, Somalia o Sudán", dijo.
Erdogan añadió que hablarán "más ampliamente durante el G20", previsto a mitad de noviembre en Indonesia.
Moscú expresó el sábado su disposición a entregar gratuitamente 500.000 toneladas de cereales a países pobres en los próximos meses con ayuda de Turquía.
Con información de Télam