El Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR) está en conversaciones con la junta gobernante de Myanmar, sus opositores armados y sus vecinos para prestar asistencia humanitaria transfronteriza a este país devastado por la guerra, según dijo el miércoles su presidenta.
Myanmar está sumido en un conflicto desde febrero de 2021, cuando altos generales derrocaron al Gobierno elegido de la premio Nobel Aung San Suu Kyi, desencadenando protestas generalizadas que se convirtieron en una rebelión armada que desafiaba a los poderosos militares.
Con amplias franjas del país sumidas en la agitación, alrededor de un tercio de los 55 millones de habitantes de Myanmar necesitan ayuda humanitaria, pero el CICR no puede operar en muchas zonas debido a las restricciones de acceso y los riesgos de seguridad, explicó Mirjana Spoljaric.
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"Hay una ausencia total en ciertas regiones de servicios médicos, quiero decir, un colapso total", dijo Spoljaric a Reuters.
"Ni siquiera llegan medicinas en este momento, y hay muy poca comida disponible".
Durante una visita a Myanmar que finalizó esta semana, Spoljaric afirmó que le dijo al jefe de la junta Min Aung Hlaing que el CICR tiene capacidad para prestar más ayuda.
"El problema es el acceso", dijo. "Es crítico en este momento porque ni siquiera podemos ir y evaluar las necesidades humanitarias, y esto es algo que tenemos que remediar".
ENFOQUE TRANSFRONTERIZO
En un esfuerzo por hacer llegar más ayuda a Myanmar, el CICR está dialogando con múltiples partes sobre la posibilidad de enviar asistencia a través de países vecinos como Bangladés y Tailandia.
"Ha sido un tema de conversación constante", dijo Spoljaric. "La cuestión transfronteriza está sobre la mesa".
En marzo, Tailandia entregó parte de la ayuda a Myanmar, como parte de una iniciativa respaldada por el bloque del sudeste asiático, la ASEAN, para abrir un corredor humanitario.
"La lección aprendida es que hay que contar con el acuerdo de todos para poder operar. Pero esto podría proporcionar puntos de entrada para algún nivel de alto el fuego, negociaciones locales de alto el fuego en el futuro", dijo Spoljaric.
Otra posible ruta para hacer llegar la ayuda al país es a través de Bangladés, que limita con el estado de Rakáin, en Myanmar, donde el grupo rebelde Ejército Arakan se ha hecho con el control de gran parte del territorio y ha hecho retroceder al ejército.
Los combates en Rakáin han provocado un nuevo éxodo de la comunidad rohingyá, mayoritariamente musulmana, hacia Bangladés, que ya acoge a más de un millón de refugiados rohingyás en extensos campos.
"Lo que buscamos es el diálogo directo con todas las partes en conflicto, con todos los portadores de armas y quienes las controlan", dijo Spoljaric.
"Pero al mismo tiempo, como en todos los conflictos, intentamos movilizar a los Estados que pueden influir".
Exdiplomática suiza, Spoljaric no detalló la respuesta del jefe de la junta de Myanmar a la propuesta, que, según dijo, también se está debatiendo con grupos armados opuestos a los militares, países vecinos y la Asociación de Naciones de Asia Sudoriental.
"Espero que mi reunión con el presidente mejore los canales de comunicación y muestre al menos cierta apertura por su parte para aumentar el espacio operativo", dijo, refiriéndose a Min Aung Hlaing.
Con información de Reuters