Los candidatos presidenciales de México alistaban el miércoles sus cierres de campaña de cara a las elecciones generales del domingo, en las que la abanderada oficialista Claudia Sheinbaum lidera las preferencias para convertirse en la primera mujer en gobernar al país, según sondeos.
La segunda mayor economía de América Latina celebrará los comicios más grandes de su historia, con más de 20,000 cargos en disputa, para renovar ambas cámaras del congreso nacional, la jefatura de gobierno de Ciudad de México, ocho gubernaturas, congresos locales y otros miles de cargos más. Casi 100 millones de personas están habilitadas para votar.
La exalcaldesa de Ciudad de México, Sheinbaum, planea cerrar su campaña en la emblemática plaza capitalina El Zócalo la tarde del miércoles, acto que servirá también a la candidata oficialista a la alcaldía capitalina, Clara Brugada, quien se juega la conducción de un bastión de la izquierda desde hace 27 años, cuando se empezó a elegir por el voto al jefe de la urbe.
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Sheinbaum, una científica de 61 años que sostiene que es "tiempo de mujeres transformadoras" y que, de ganar, habrá "continuidad con cambio", ha hablado de ajustes a algunos temas clave como en el uso de energías renovables, seguridad y corrupción, pero ha evitado a toda costa mostrar diferencias con su mentor político, el presidente Andrés Manuel López Obrador.
"Vamos a guardar el legado de nuestro gran presidente, Andrés Manuel López Obrador, y vamos a seguir llevando a México por el camino de la paz, la seguridad, la prosperidad y la justicia social", dijo en un mitin reciente. Ha asegurado que de ganar, será ella quien gobernará, pero hay quienes afirman que la impronta del presidente marcará su gestión.
Por su parte, la abanderada de una coalición opositora, Xóchitl Gálvez, hará su cierre final en estado norteño Nuevo León, luego de liderar hace unos días una masiva concentración en la capital. Gálvez figura hasta 20 puntos porcentuales por detrás de Sheinbaum en la mayoría de encuestas.
La exsenadora y exitosa empresaria de 61 años ha prometido mejorar y ampliar los programas sociales así como combatir la corrupción y la extendida violencia desatada por el crimen organizado, en un país que suma una cifra récord de homicidios dolosos en un sexenio con más de 185,000.
"Millones de mexicanos van a salir a votar contra el autoritarismo, contra la mentira, contra la violencia, contra la división", dijo en un acto de campaña durante la semana. "Van a tener a la presidenta más valiente, se acabaron los abrazos a los delincuentes, les vamos a aplicar la ley", agregó.
López Obrador, quien llegó al poder en 2018, calificó las votaciones como un referendo sobre su proyecto, que buscó dar atención a los más pobres del país de 130 millones de habitantes con programas sociales que le ayudaron a cimentar su enorme popularidad.
Sin embargo, persisten otros problemas que ambas candidatas han prometido atender de ganar el domingo, como el magro crecimiento económico, cambio de matriz energética, una crisis de desaparecidos, extorsiones, aumento del robo en carreteras y elevados porcentajes de impunidad que podrían ponerle un freno al fenómeno de relocalización de empresas estadounidenses.
"Es más que una elección, lo del domingo, es un referéndum, es un plebiscito, es una consulta. No es nada más elegir a las autoridades, elegir al partido; no, es elegir el proyecto de nación que queremos", afirmó el lunes el mandatario de 70 años, quien dejará el cargo el 1 de octubre.
El tercer candidato en la carrera presidencial, el exdiputado de 38 años Jorge Álvarez, quien marcha muy lejos en las encuestas con apenas el 10%, cerrará su campaña con un concierto privado en Ciudad de México.
Con información de Reuters