Comer más variedad de vegetales y salvado de avena contribuye a disminuir los niveles de colesterol en sangre, el LDL (por sus siglas en inglés, lipoproteínas de baja densidad), acompañado de una dieta baja en grasas saturadas y rica en carnes magras y pescados, lo que disminuye la aterosclerosis y la aparición de enfermedades cardiovasculares, según la recomendación de especialistas.
"El colesterol en sí no es bueno o malo, sino que va a ser agresivo y generará aterosclerosis según quién lo transporte; si son las LDL, parte de este colesterol es llevado a las paredes de las arterias y se torna aterogénico, es decir que generan las tan temidas placas de ateromas, que generan riesgo de desarrollar enfermedades cardiovasculares.
Pero si lo transporta las HDL (por sus siglas en inglés, Lipoproteínas de alta densidad) sería protector, porque estas lipoproteínas barren el colesterol sobrante de los distintos tejidos del cuerpo y de las paredes de las arterias transportándolo al hígado y éste lo elimina", explicó el médico de la división Nutrición del Hospital de Clínicas, Santiago Rivera.
Este contenido se hizo gracias al apoyo de la comunidad de El Destape. Sumate. Sigamos haciendo historia.
El colesterol es necesario para el organismo ya que interviene en la formación de las membranas de las células, en la producción de diferentes hormonas y forma parte de la estructura de la vitamina D, pero se torna nocivo y aterogénico cuando sus cifras se elevan en la sangre, se alteran las nombradas lipoproteínas que lo transportan o se acompaña de grasas saturadas de origen animal y de grasas trans (las que se forman especialmente a partir de aceites vegetales sometidos a procesos industriales), todo lo cual hace que el colesterol sea más agresivo.
Según señaló el médico Rivera, es importante que en la alimentación cotidiana se incorporen fibras vegetales. Otro ejemplo de fibras es el salvado de avena, que también contribuye a bajar los niveles de colesterol en la sangre y eso tendría un efecto anti aterogénico.
En casi todos los vegetales y, en mayor proporción, en semillas oleaginosas, aceites, cereales, legumbres y frutos secos, también hay fitosteroles, que compiten con el colesterol a nivel intestinal, haciendo que dicho colesterol se absorba menos y esto lleva a bajar los valores de colesterol en sangre.
Otra recomendación es seleccionar alimentos de origen animal con cortes magros de carnes, pollo sin piel, pescados, lácteos descremados y moderar el consumo de huevos (entre 3 o 4 unidades por semana).
También debe considerarse el mantenimiento adecuado de los valores de colesterol en las personas con sobrepeso u obesidad; los diabéticos deben tener un buen control metabólico y de su glucemia, deben aumentar la actividad física (aeróbica combinada con ejercicios de fuerza) que contribuye a disminuir el colesterol LDL y especialmente a subir el HDL.
También resulta importante dejar de fumar "porque el tabaquismo en sí mismo es un factor de riesgo cardiovascular y contribuye a alterar la calidad de las lipoproteínas, o de estos transportadores del colesterol, haciéndolos más agresivos".
Además de todos estos cambios del estilo de vida, también se utilizan diferentes medicamentos en la práctica médica, que disminuyen las cifras del colesterol sanguíneo y reducen el riesgo cardiovascular, pero en ningún caso esos fármacos reemplazan la alimentación adecuada y la actividad física.
Con información de Télam