Scholz busca lazos energéticos con Asia Central a la sombra de la guerra de Ucrania

13 de septiembre, 2024 | 03.49

El canciller alemán, Olaf Scholz, se embarca el domingo en su primera visita a Asia Central, en la que viajará a Kazajistán y Uzbekistán, en un momento en que Berlín busca nuevos mercados y fuentes de energía y minerales tras la guerra de Ucrania.

Ya tiene en su haber algunos acuerdos clave. El crudo kazajo empezó a fluir por el oleoducto Druzhba el año pasado, manteniendo en funcionamiento la refinería berlinesa de Schwedt después de que la Unión Europea impusiera sanciones a Moscú y los suministros rusos disminuyeran.

"Esto marcó una dirección completamente nueva en la cooperación bilateral, ya que, hasta entonces no había fluido petróleo kazajo por este oleoducto", dijo un alto cargo del Gobierno kazajo.

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La visita de Scholz dará algunas pistas sobre el rumbo que Alemania quiere dar a su relación.

Además de petróleo, Kazajistán tiene más de dos billones de metros cúbicos de reservas de gas natural, según datos del Gobierno kazajo.

Muchas empresas alemanas que cerraron sus negocios en Rusia -históricamente un centro clave para Asia Central- han establecido sus propias oficinas de ventas y operaciones en toda la región, según Eduard Kinsbruner, director regional para Asia Central de la Asociación Empresarial del Este de Alemania.

Los grupos alemanes han estado negociando contratos en los sectores de productos químicos, mano de obra cualificada, energías renovables, logística y educación, entre otros, añadió Kinsbruner.

Se espera que muchos de esos contratos se firmen durante la visita de Scholz, añadió.

ESPERANZAS EN EL HIDRÓGENO

Kazajistán -siete veces el tamaño de Alemania- tiene mucho espacio, además de sol y viento, para proyectos energéticos.

En la región suroccidental kazaja de Mangystau, la empresa alemana SVEVIND Energy Group está desarrollando uno de los mayores proyectos de hidrógeno ecológico del mundo, con una capacidad prevista de 40 gigavatios de energía renovable.

El presidente alemán Frank-Walter Steinmeier lo visitó en junio del año pasado.

El nuevo impulso alemán ya se deja notar en las estadísticas.

En 2023, Kazajistán exportó 8,5 millones de toneladas de petróleo a Alemania, lo que supone el 11,7% de las importaciones totales de crudo de Alemania, y un aumento respecto a los 6,5 millones de toneladas anteriores a la guerra de Ucrania.

Con este aumento, Kazajistán se convirtió en el tercer proveedor de Alemania, por detrás de Noruega y Estados Unidos, según datos de la Oficina Federal de Estadística.

Las inversiones alemanas en Kazajistán aumentaron un 64% el año pasado en comparación con 2022, según datos de Kazakh Invest, una agencia gubernamental.

"Debido a los regímenes y al sistema político, Asia Central no era una prioridad absoluta para Alemania", dijo Stefan Meister, experto en Asia Central del Consejo Alemán de Relaciones Exteriores. "Pero la guerra ha cambiado fundamentalmente esta dinámica".

El comercio entre Kazajistán y Alemania casi se duplicó tras la invasión rusa de Ucrania en febrero de 2022, con un aumento del volumen de negocio del 89,5% en 2022 respecto al año anterior, según datos de la Asociación Empresarial del Este de Alemania.

"MIRAR AL FUTURO"

"Cuando miramos al futuro, vemos un gran potencial", dijo un alto cargo del Gobierno alemán antes del viaje.

"Necesitaremos gas durante dos décadas más. Las licitaciones para nuevas centrales eléctricas de gas (en Alemania), que estarán todas preparadas para el hidrógeno, están actualmente en su fase final. Esto significa que necesitarán obtener gas de algún sitio".

Detrás de todos los nuevos planes, siguen existiendo viejas realidades históricas y geográficas.

Kazajistán puede ofrecer a Alemania una alternativa a Rusia. Pero también está lastrada por una anticuada red de la era soviética y una compleja maraña de trámites burocráticos.

"Si (la expansión masiva de las renovables) es complicada en Alemania, lo es mucho más en un país como Kazajistán", afirma Thomas O'Donnell, experto en energía de la Universidad Libre de Berlín.

Rusia sigue teniendo una influencia significativa en Kazajistán, que ha evitado tomar partido en la guerra de Ucrania. Lo más revelador de todo es que el oleoducto de Druzhba, que transporta petróleo kazajo a Berlín, atraviesa territorio ruso.

Así que la relación con Rusia, en cierto modo, persistirá.

"Por un lado, apoyamos a Ucrania", afirma Meister, del Consejo Alemán de Relaciones Exteriores. "Por otro, nuestras empresas siguen necesitando recursos".

Con información de Reuters