El satanismo, la excusa para hablar de los abusos a la mujer en "Bienvenidos al infierno"

01 de septiembre, 2022 | 15.45

La reconocida productora Jimena Monteoliva estrena este jueves en salas "Bienvenidos al infierno", película de género que utiliza al satanismo como la excusa para hablar sobre la violencia contra la mujer y que se podrá ver en salas de la Ciudad de Buenos Aires y del Conurbano bonaerense.

"Era una película que en un principio iba a producir yo y Nicanor Loreti la iba a dirigir. Él había tenido la idea y Camilo de Cabo escribió el guion. En un momento del desarrollo, Nicanor no pudo seguir asumiendo el rol de dirección y me lo ofreció a mí. Enseguida entré porque me parecía un guion genial. Le cambié algunas cosas para aggiornarlo a algo que podría contar yo y ahí el resultado final", le dijo la realizadora a Télam

Como productora, Monteoliva cuenta con éxitos como como "Kryptonita" y la serie "Nafta Súper". "Clementina" y "Matar al dragón" son sus dos primeros filmes detrás de cámara y en los que también abordó la temática del abuso.

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En su nueva producción, Monteoliva presenta a una joven que embelesada con un cantante de heavy metal que detrás de su seducción metalera lidera un grupo satanista integrado por sus músicos. Embarazada, ella escapa de su casa y se va a vivir con su abuela, una mujer muda con una casucha de madera en medio de un monte.

Con idas y vueltas entre el pasado, el presente y el futuro, Monteoliva muestra cómo se resquebraja un amor que se ancla, básicamente, en la manipulación. Femicidios, desapariciones y la espera del mesías satánico enmarca esta historia que hace más hincapié en la tensión de sus personajes que en la violencia física, algo que la realizadora trabaja muy bien.

"Lucía, el personaje que interpreta Constanza Cardillo, dista de ser una mujer perfecta. Ella, también podría ser considerada como una bruja por su accionar, pero a su vez y con sus imperfecciones, también debe ser redimida", señalo la directora.

Además de una fotografía y puesta de cámara atractivos, "Bienvenidos al infierno" se apoya en una banda de sonido de trash metal que acompaña y enmarca esta trama de asesinos desquiciados y de la joven en busca de redención. Si bien hace uso de un cliché como el del metal oscuro, no cae en lugares comunes y es el alma de grupo la que se pondera, más allá del género musical, que sirve para la narrativa.

Télam: ¿Qué tiene de atractivo el satanismo para esta historia que tiene a la violencia contra la mujer como tema central?

Jimena Monteoliva: No es que el satanismo tenga algo especial para contar un tema relacionado con la violencia contra la mujer, pero sí carga en sí mismo un imaginario que lo hace interesante. Contar cualquier historia desde esa mirada hace que esa historia crezca y te remita a mil situaciones y comparaciones con otros hechos, y eso hace que lo que cuentes se vuelva más rico.

T: ¿Cómo fue el trabajo de la música y el sonido, tan presentes en la película?

JM: ¡Fue muy intenso! Para mí, la música y el sonido son un personaje más de la cinta. De hecho, siempre pensé que la película es casi un musical. Por suerte tuve la posibilidad de trabajar con Demián Rugna, que no sólo es un cineasta maravilloso y un amigo, sino que además tiene una banda de metal llamada Pasco 637, que son quienes hicieron toda la música de la película. Sin ellos no hubiera existido esta película.

T: En "Clementina" ya habías puesto en el embarazo parte de la trama de la película. ¿Por qué volver a la fórmula? ¿Qué creés que expresa para que te atraiga retomar el tema?

JM: En este caso, cuando el guion llegó a mis manos, Lucía ya estaba embarazada, así que yo no influí en esta decisión. Sí considero igualmente, que es un buen juego el que da el rol de madre en la pantalla. Hay algo que se vuelve animal. Y me surgen preguntas en cada personaje femenino que retrato: ¿Cómo debe ser considerada esa mujer ahora que decide ser madre? ¿Cómo debe empezar a comportarse ella y cómo debemos verla nosotrxs como espectadorx? ¿Empatizamos más o menos con sus decisiones? A veces, las respuestas a estas preguntas son muy interesantes.

T: Tus películas no suelen ser de clásicos "finales felices".

JM: ¡En realidad, creo que todos los finales de mis pelis son los mejores finales felices posibles! Si analizo película por película, creo que el final de Juana, en "Clementina", es el mejor para ella, y lo mismo lo que sucede con Elena en "Matar al dragón" y ahora a Lucía en "Bienvenidos...". Ningún otro final alternativo, dado el recorrido de cada uno de esos personajes, se me ocurre que sería más feliz. Pero qué sé yo, quizás yo soy muy oscura (risas).

Con información de Télam