La actriz Sofía Brito estrena mañana su ópera prima como directora, "La verdad interior", en el Cultural San Martin, un documental ensayo sobre el proceso creativo y que tiene al director estadounidense James Benning como musa y protagonista, con su cine contemplativo y de eternos planos fijos, que invitan a la meditación.
"Sus películas son experiencias meditativas, te invitan también a mirar hacia adentro. No son películas fáciles porque necesitan de un espectador atento y curioso, dispuesto a entregarse a la experiencia, sin querer entender, porque no hay nada que entender. Es un cine muy particular para el cual el espectador tiene que estar bien predispuesto a lanzarse a esa experiencia", dijo Brito a Télam.
El cine de Benning divide aguas. Mientras tiene su sector de acólitos e incondicionales que ven en su arte al verdadero cine, del otro lado se encuentran quienes no le ven sentido a películas que se acercan a fotografías con leves movimientos producidos de manera natural por el entorno. De una u otra forma, el estadounidense no pasa desapercibido.
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La idea del filme tuvo tres instancias: la motivación de filmar un proceso creativo, el cual se dio mientras Brito actuó para "Telemundo", película de Benning. La segunda fue el desafío de encarar la posproducción como directora. La tercera, finalmente, la de darla a conocer, con el riesgo de que "guste o no guste".
"Vino a dar unas clases un director muy prestigioso -recordó Brito sobre su acercamiento a Benning- con el que teníamos mucha diferencia de edad. Resultó ser la persona más libre que había conocido en mi vida. Eso me emocionó: ¿cómo podía ser que ese señor tuviera toda la libertad que nosotros, los jóvenes con aspiraciones a cineastas, no nos podíamos dar, quizás por ego, por esa idea de que lo que hiciéramos tiene que ser 'bueno', que encajar en los cánones del statu quo del momento?".
Tras la invitación para filmar una película en Estados Unidos, Brito dobló la apuesta: "Un día le dije que además quería filmar el proceso de creación de la película que íbamos a hacer. Me dijo que sí, le encantó la idea (...). Filmé y grabé todo lo que pude, me sentí una ladrona de imágenes y sonidos".
Apoyada en poemas de su autoría, la ópera prima de la intérprete de "Los salvajes" y "Clarita" llega al Cultural San Martín con una cinta que se adentra en una forma de hacer cine que llama a la introspección, pero sin ser un homenaje a nadie, sino como una forma propia de ver el arte.
Con información de Télam