Chanu Nimesha se presenta el jueves a las elecciones parlamentarias de Sri Lanka como la primera candidata abiertamente trans, con la esperanza de forjar una cultura política más integradora y tolerante en la isla del sur de Asia.
Se calcula que las personas trans representan alrededor del 1% de los 22 millones de habitantes de Sri Lanka, según Equal Ground, un grupo local de la sociedad civil. A menudo se enfrentan al rechazo social, carecen de protección jurídica y casi no tienen representación en los partidos políticos.
Nimesha, que se presenta por Kegalle —a unos 80 kilómetros al este de Colombo—, afirmó que era la primera persona trans que se presentaba a un escaño en el Parlamento, compuesto por 225 diputados, y que su mensaje de justicia social había sido bien recibido.
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"No me preocupa ganar o perder", dijo sentada en su piso de una sola habitación. "Pero es importante para mí estar presente en este espacio, que me vean, para inspirar a otros como yo. Quiero ayudar a todos, no sólo a mi comunidad".
Nimesha, de 49 años, se presenta por el Partido Socialista de Sri Lanka y es una de los cerca de 8.000 candidatos que concurren a los comicios, que se celebran menos de dos meses después de que Anura Kumara Dissanayake, de tendencia marxista, ganara las elecciones presidenciales de septiembre.
El elevado endeudamiento, las políticas económicas cortoplacistas y las pérdidas de ingresos por turismo a causa de la pandemia del COVID-19 sumieron a Sri Lanka en 2022 en su peor crisis financiera en más de siete décadas.
Nimesha fue una de las miles de personas que marcharon en Colombo ese año para ocupar la oficina y la residencia del entonces presidente Gotabaya Rajapaksa, obligándole a huir del país y a dimitir más tarde.
Con el apoyo de un rescate de 2.900 millones de dólares del Fondo Monetario Internacional, Sri Lanka ha experimentado una tímida recuperación, pero una cuarta parte de la población sigue sumida en la pobreza.
Nimesha recauda fondos para su activismo y su campaña política trabajando como aparejadora en una obra cercana. También es actriz aficionada, compone música y ha escrito un libro que se publicará en los próximos dos meses.
Nacida en la ciudad meridional de Galle, Nimesha tenía 14 años cuando su padre fue asesinado en una insurgencia política en 1989. Con el tiempo se trasladó a Colombo y ya no está en contacto con su familia conservadora.
"Comprendo su decisión de cortar los lazos conmigo", dice, con el maquillaje ordenado en una mesa junto a una estantería llena de libros sobre socialismo e izquierdas. Una guitarra descansa sobre la cama.
"Por eso me apasiona la necesidad de inclusión. Tenemos que ver la humanidad en los demás y aceptarnos mutuamente. Sólo entonces podremos construir una sociedad a la que todos pertenezcamos".
Con información de Reuters