La disciplina fiscal se mantuvo en abril, mes en que comenzaron a definirse mayores restricciones frente a la pandemia, que impacta de lleno en los ingresos de los hogares de menores recursos. En abril el déficit primario fue 55.270 millones de pesos, equivalente a 0,16 puntos del Producto, mientras que el resultado financiero fue de 98.962 millones de pesos, un 0,3 por ciento del PIB. Mientras se discute la posibilidad de volver a un esquema de Ingreso Familiar de Emergencia (IFE) o la Asistencia al Trabajo y la Producción (ATP) con mayor alcance que los planes entregados hasta el momento, las cuentas públicas siguen reflejando un importante recorte.
En el acumulado del primer cuatrimestre el resultado primario ascendió a 109.250 millones de pesos, que equivale al 0,33 por ciento del PIB, mientras que el déficit financiero totalizó los 295.692 millones de pesos, que representa el 0,9 por ciento del Producto. En el primer cuatrimestre del 2020, con un solo mes en pandemia, el resultado primario había arrojado un déficit de 1,55 por ciento del PIB (384.812 millones de pesos) y el financiero había sido de 2,4 puntos porcentuales del PIB (590.750 millones).
Pese al impacto casi pleno de las medidas de restricción a la circulación y la actividad frente a las segunda ola de contagios del COVID-19, el déficit financiero tuvo en abril una reducción interanual del 77,4 por ciento en términos reales. Las cuenta públicas reflejaron, menores gastos y mayores ingresos, que dieron lugar a un resultado primario que mejoró en un 85,2 por ciento, excluyendo incluso de la comparación la transferencia de 230.000 millones de pesos que realizó el Banco Central al Tesoro en abril de 2020 en concepto de utilidades, según la Oficina de Presupuesto del Congreso (OPC).
El gasto primario en abril fue de 594.607 millones de pesos y el total ascendió a 638.298 millones, lo que implicó caídas reales de 26,3 por ciento y 26,7 por ciento, respectivamente. Por su parte, los ingresos totales sumaron 539.336 millones de pesos. En este último caso, la variación interanual cambia sustancialmente de una caída real del 29,8 por ciento si se considera en la comparación los 230.000 millones de las utilidades transferidas por el Banco Central hace un año --hasta el momento no se realizaron transferencias del organismo--, a una mejora del 24,9 por ciento si se las excluye del cálculo.
MÁS INFO
El informe de la Oficina de Presupuesto del Congreso (OPC) se anticipa al reporte que difundirá este miércoles el Ministerio de Economía. En la mejora, con proporciones de las que no se tienen antecedentes en las últimas décadas, incidió la baja base de comparación, dado que abril de 2020 fue el primer mes de aplicación plena del Aislamiento Social, Preventivo y Obligatorio (ASPO) en el que coincidieron una caída de la recaudación en términos reales y un incremento del gasto debido a la aplicación de programas de emergencia por la irrupción del coronavirus.
La OPC indicó que en abril de 2020 los gastos relacionados con el COVID-19 representaron el 28,6 por ciento del total y doce meses después esa proporción se redujo al 4,3 por ciento, mientras que en valores absolutos bajaron de 230.649 millones a 25.602 millones, un 88,9 por ciento. La inflación en en el período (abril/abril) informada por el INDEC fue de 46,3 por ciento interanual.
"En cuanto a la evolución de los programas sociales, el hecho distintivo de la ejecución presupuestaria estuvo dado por la disminución interanual de la ayuda social destinada a paliar los efectos de la pandemia", reconoce el informe de la Oficina.
En el caso de los ingresos, las rentas de la propiedad (principalmente recursos del Banco Central y la ANSES girados al Tesoro) registraron una caída interanual del 97,9 por ciento, en el marco de un cambio de estrategia del equipo económico a partir del último trimestre del año pasado, en el que se interrumpieron las transferencias de adelantos de la autoridad monetaria.
Los ingresos tributarios tuvieron un crecimiento real del 44,9 por ciento y los recursos de la Seguridad Social una mejora del 14,2 por ciento. En cuanto al gasto, hubo reducciones, también en términos reales, del 26,8 por ciento en las prestaciones sociales, 64,9 por ciento en las transferencias a las provincias y 42,4 por ciento en los subsidios económicos, básicamente porque en abril del año pasado se giraron 30.000 millones de pesos al Fondo de Garantías Argentino (FOGAR).
Los gastos en personal y en las jubilaciones y pensiones se contrajeron a tasas de 12,9 por ciento y 13,4 por ciento, respectivamente, mientras que los gastos de capital aumentaron 65,7 por ciento.
"Esta dinámica de incremento de los recursos (neto de utilidades del BCRA) y reducción de gastos resultó en un déficit primario de 55.270 millones de pesos, implicando una mejora del 85,2 por ciento con relación al desequilibrio alcanzado en el mismo mes del año pasado, en tanto que el déficit financiero (98.962 millones de pesos) evidencia una mejora del 77,4 por ciento", destacó la OPC.
En el primer cuatrimestre ya se ejecutó el 97,4 por ciento del presupuesto previsto para el REPRO II, previo a la última ampliación presupuestaria dispuesta por la Decisión Administrativa 460/2021 a principios de mayo. En el cuarto mes del año la ejecución de los programas sociales llegó al 41,1 por ciento del crédito asignado para el ejercicio, superando al promedio general, de 28,1 por ciento. El último informe de la Encuesta Permanente de Hogares del INDEC reveló el 47,7 por ciento de los hogares, en los que habita el 53,6 por ciento de las personas, no accede a al menos uno de los servicios de agua corriente, cloacas y gas natural. Este sector vulnerable requiere de mayores niveles de inversión social para capear la crisis sanitaria. Esto derivó que se ajustaran algunas partidas presupuestarias
Durante el primer cuatrimestre del año el presupuesto inicial aprobado aumentó 47.904 millones de pesos. Entre las partidas que tuvieron mayores subas con relación a su crédito inicial se encuentran la adquisición de vacunas contra el COVID-19 y servicio de logística y distribución (29.215 millones de pesos) y el Programa REPRO II (22.198 millones de pesos). Las transferencias corrientes a provincias (24.500 millones de pesos) reflejaron una disminución de 64,9 por ciento interanual como consecuencia mayormente de que en abril del año pasado se devengaron gastos extraordinarios en el marco de la pandemia por COVID-19