Arabia Saudita y otras naciones árabes que integran la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) anunciaron hoy, de manera sorpresiva, una serie de recortes voluntarios en la producción de crudo superiores al millón de barriles diarios, hasta finales de año, con el objetivo de elevar el precio del crudo, justo un día antes de que los países del cártel petrolero, se reúnan junto a otros países productores externos, como Rusia, para definir el nuevos esquema de producción, según reportó la agencia Bloomberg.
Arabia Saudita lideró la iniciativa anunciando que disminuiría los bombeos en 500.000 barriles diarios, un paso que imitado por Irak, Kuwait, los Emiratos Árabes Unidos, Argelia y Omán, a los que se sumaron más tarde Gabón y Kazajistán, mientras que Rusia dijo que el recorte de producción que estaba implementando sería a partir de mayo y por otro medio millón de barriles diarios hasta fin de 2023.
De esta manera, este recorte voluntario se suma a la reducción dispuesta por las naciones que integran la OPEP+ en octubre del año pasado y que significó un menor producción de unos 2 millones de barriles diarios.
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Los analistas sostienen que se trata de "una reducción significativa para un mercado donde, a pesar de las recientes fluctuaciones de precios, la oferta parecía escasa durante la última parte del año.
Los futuros de petróleo no cotizaban cuando se anunció el recorte el domingo, pero la inevitable reacción de los precios podría aumentar las presiones inflacionarias en todo el mundo, obligando a los bancos centrales a mantener las tasas de interés más altas durante más tiempo y frenando el crecimiento económico.
"La OPEP+ claramente quiere un precio más alto", dijo Gary Ross, un veterano consultor petrolero convertido en gerente de fondos de cobertura en Black Gold Investors LLC.
La caída llegaría a alrededor de 1,6 millón de barriles diarios, a partir del próximo mes, cuando Rusia haga efectiva se decisión.
Los EAU dijeron que reducirían la producción en 144.000 barriles, Kuwait anunció un recorte de 128.000 barriles, Irak, por su parte, optó por producir 211.000 barriles diarios menos y Omán, otros 40.000 barriles. Más tarde se sumaron Gabón y Kazajistán.
El viceprimer ministro ruso de Energía también dijo que Moscú acometerá un recorte voluntario de 500.000 barriles diarios a partir de mayo y hasta finales de 2023.
El régimen saudita sostuvo hoy que los recortes eran una "medida de precaución destinada a apoyar la estabilidad del mercado petrolero".
La sorpresiva medida podría volver a exacerbar las tensiones entre Washington y Riad, y podría obligar a la Casa Blanca a tener que intervenir nuevamente en el mercado sacrificando parte de sus Reservas Estratégicas de Petróleo (SPR). Las relaciones diplomáticas entre los Estados Unidos y Arabia Saudita han transitado en los últimos años por tensiones fuertes que se trasladaron a las áreas de defensa y comerciales, al punto tal que obligó al Presidente Joseph Biden a realizar un controvertido viaje a la región en julio pasado, para intentar suavizar la tensión.
En octubre pasado, cuando la OPEP+ hizo su primer recorte de producción de alrededor de 2 millones de barriles diarios, solo unas semanas antes de las elecciones legislativas en los Estados Unidos, lo cual encrespó nuevamente las relaciones entre ambos países.
Hasta el momento, la Casa Blanca no emitió respuesta alguna a los anuncios de las naciones que integran la OPEP.
Ahora, se espera la decisión que tomará mañana el comité de monitoreo de la OPEP+, en momentos en que las sanciones contra Rusia por su invasión sobre Ucrania, afectan las cuentas públicas y golpean la economía del Kremlin.
El objetivo de las naciones productoras de crudo es que el precio del petróleo pivotee en un rango entre 90 y 100 dólares por barril.
La situación de los países productores de crudo es distinta y mientras algunos toman el petróleo como su principal ingreso, otros buscan transformar su economía y no dependen del negocio de las commodities exclusivamente.
Por caso, Arabia Saudita se está embarcando en una enorme transformación de su economía dejando de lado paulatinamente, el negocio de los hidrocarburos y volcándose hacia las energía renovables y al desarrollo turístico e invirtiendo miles de millones de dólares en esa franja de negocios.
Si bien gran parte de ese gasto es impulsado por unos pocos fondos soberanos que pueden no beneficiarse directamente de los precios del crudo más altos, los funcionarios del gobierno saudita han dicho que usarán los excedentes para ayudar a acelerar las inversiones nacionales.
A pesar de los recortes, tanto la OPEP como la Agencia Internacional de la Energía calculan que la oferta global de crudo superará ampliamente la demanda en el actual semestre y se acelerará conforme avanza el año, para alcanzar un consumo récord de unos 102 millones de barriles diarios.
Con información de Télam