El precio del barril de petróleo registró hoy en Nueva York una brusca caída como consecuencia de los temores de los inversores por una eventual recesión. La crisis podría afectar la demanda mundial, por el rebrote de coronavirus en China y ante la suba de inventarios de crudo y destilados en los Estados Unidos.
El barril de la variedad WTI cayó 8% hasta 95,70 dólares; mientras que el tipo Brent bajó 7,4% para cerrar en 99,20 dólares, según cifras suministradas por el New York Mercantil Exchange (NYMEX). La fortaleza del dólar y la disminución de la liquidez también exacerba los movimientos de los precios.
En este contexto, los inversores se muestran más cautelosos respecto a los contratos de futuro de crudo y redujeron sus posiciones netas largas a su nivel más bajo desde 2020. Para los analistas, un dólar récord provoca más ventas, y como el petróleo se cotiza en dólares estadounidenses, un tipo de cambio fuerte encarece el crudo para los compradores con otras divisas.
Los fondos de inversión que estaban apalancados en futuros de crudo salieron a un ritmo nunca visto. Los nuevos confinamientos en China por el coronavirus han aumentado los temores de una menor demanda. Numerosas ciudades chinas están adoptando nuevas restricciones, para poder frenar los nuevos contagios de una nueva variante del COVID, altamente infecciosa.
Al respecto, el director ejecutivo de la Agencia Internacional de la Energía (IEA), Fatih Birol , sostuvo que las naciones "podrían no haber visto lo peor" de una crisis energética global. El crudo cayó desde principios de junio por los crecientes temores de que Estados Unidos pueda caer en una recesión a medida que los bancos centrales suben las tasas para combatir inflación.
Los inversores aguardan los datos oficiales de los inventarios de crudo pero las estimaciones privadas dan cuenta de que el stock se podría haber elevado hasta los 4,7 millones de barriles mientras que los destilados podrían haber alcanzado los 3,3 millones de barriles. En tanto, el presidente Joseph Biden tiene previsto visitar Arabia Saudita esta semana durante una gira por el Medio Oriente y mantendrá una cumbre con el príncipe heredero saudí, Mohammad bin Salmán, en un intento por controlar los altos precios de la energía que han sacudido la economía mundial.
En la Casa Blanca cree que los países productores de crudo tienen espacio y capacidad para aumentar la producción. Las relaciones entre Washington y Riad se encuentran en su punto más bajo como consecuencia de la falta de apoyo de los países árabes para apaciguar la suba de los precios del petróleo y evitar su impacto en los altos niveles de inflación que están perjudicando a la principal economía del planeta.
Con información de Télam