La Federación de Asociaciones de Trabajadores de la Sanidad Argentina (FATSA) acordó este miércoles los aumentos salariales para todos los convenios del sector asistencial. Esto fue luego de complejas negociaciones que llevaron al gremio a aplicar un paro nacional por 24 horas.
La organización que conduce Héctor Daer fijó con los empresarios las escalas salariales para febrero y marzo, con una suba total del 45,6% en dos tramos acumulativos. El aumento se hará efectivo con un primer tramo del 30% en febrero, sobre los básicos vigentes a diciembre 2023, y una segunda cuota del 12% en marzo.
Lo pactado alcanza a los trabajadores enrolados bajos convenios colectivos 107/75 (mutualidades), 108/75 (laboratorios clínicos, rayos, institutos médicos), 122/75 (sanatorios, geriátricos y neuropsiquiátricos), 459/06 (emergencias médicas) y 743/16 (internación domiciliaria). En todos los casos, las partes se comprometieron a realizar un monitoreo permanente de las variables económicas para analizar nuevos aumentos.
Con estos acuerdos celebrados por la FATSA y las cámaras empresarias, se desactiva un fuerte conflicto que derivó en la convocatoria a un paro nacional de sanidad el pasado jueves 22 en todo el sector asistencial de ámbito privado.
Quejas de prestadores
En las ultimas horas, desde CAPRESCO (Cámara de Prestadores de Salud del Conurbano) y CAPRESS (Cámara de Prestadores de Salud de la Seguridad Social) salieron al cruce del reciente acuerdo de Sanidad con cámaras del sector. Denuncian que son "aumentos excesivos e imposibles de afrontar” y anunciaron que se presentaran en la justicia y ante organismos correspondientes.
“Los prestadores no estamos representados por las cámaras que han firmado el acuerdo. FATSA, CONFECLISA, ADECRA, CACEP y AAEG, no nos representan y repudiamos las negociaciones que han llevado adelante sin escuchar nuestra posición, agravando la situación critica que estamos viviendo desde antes de la pandemia. No se puede negociar sin nosotros que somos los que tenemos las obligaciones salariales con los trabajadores de la salud”, explicaron desde CAPRESS.
“La negociación llevada adelante, absurda y equívoca, evidencia el claro desconocimiento de la situación que atraviesa el sector y la voluntad de obtener rédito en beneficio propio de aquellos que participaron de la misma. Es por estos motivos que no podemos avalar de manera alguna el accionar de los representantes de las entidades firmantes, en claro perjuicio a los prestadores del sector. Tal accionar ha puesto en riesgo la continuidad de nuestros servicios con la consecuente y potencial pérdida de empleo de numerosos trabajadores”, explicaron desde ambas cámaras.
Además, agregaron que “el resultado de las negociaciones llevadas a cabo no hace más que perjudicar el funcionamiento de las instituciones de salud que conforman nuestro sector".