El petróleo apunta a cerrar la semana con los mayores aumentos en sus valores desde principios de marzo, momento en el que se desencadenó la guerra entre Rusia y Ucrania, tras la decisión de la Organización de Países Exportadores de Petróleo y sus aliados (OPEP+) de recortar su producción.
El crudo West Texas Intermediate (WTI), que opera en el mercado de futuros de Nueva York (Nymex) cotizaba esta mañana cerca de los US$ 90, con subas acumuladas del 12% en la semana, según datos de la agencia de noticias Bloomberg, mientras que el petróleo Brent superaba los US$ 95 y sumaba ganancias en el orden del 8%.
Las subas son consecuencia directa de la decisión de la OPEP+ del último miércoles mediante la cual dispuso un recorte en sus bombeos de crudo de 2 millones de barriles diarios a partir del primo mes de noviembre, una cifra mucho mayor de la prevista por los analistas y el mayor recorte desde 2020, momento en el cual se desplomó la demanda al iniciar la pandemia de Coronavirus.
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Según el ministro de Energía de Arabia Saudita, Abdulaziz bin Salman, la reducción en la práctica se estima que será de entre 1 millón y 1,1 millones, ya que algunos de los miembros del cartel están produciendo por encima de sus cuotas.
La OPEP+ justificó la decisión en la "incertidumbre que rodea las perspectivas económicas y del mercado petrolero mundial", al igual que la perspectiva de una menor demanda de los países importadores.
Sin embargo, los analistas aseguran que la medida generará tensión en el mercado y un vuelco sobre los precios ya que, además, se estima que la demanda de China, el mayor consumidor mundial de crudo, se recuperaría a fin de año.
Además de ello, la oferta de crudo podría sufrir nuevos recortes en los próximos meses cuando entre en vigor en diciembre una prohibición europea sobre la mayoría de las importaciones rusas, a lo cual se suma la amenaza de que Rusia se niegue a exportar crudo a los países que impongan un techo de precio a sus barriles.
La medida de la OPEP+ generó un especial descontento en la Casa Blanca.
La nafta en Estados Unidos luego de alcanzar picos históricos en su valor, bajó más de US$ 1 el galón (3,8 litros) desde mediados de junio, lo cual trajo un alivio a la inflación en el país.
Sin embargo, un posible repunte en los precios en el surtidor podría complicar los planes de la administración de Joe Biden, a meses de las elecciones legislativas de noviembre donde los demócratas podrían perder sus estrechas mayorías en la Casa de Representantes y en el Senado.
El precio del galón ya se incrementó 19 centavos desde el último 19 de septiembre.
La medida también es un síntoma del deterioro en las relaciones con Arabia Saudita, líder del cártel petrolero, cuyo líder, el príncipe Mohammed bin Salman, fue acusado por Biden en la campaña electoral de ser responsable del asesinato del periodista Jamal Khashoggi.
En julio, Biden viajó al país árabe para pedir un incremento en el bombeo de petróleo, lo cual derivo en un pequeño incremento en la producción de la OPEP.
El Presidente está decepcionado por la decisión corta de mirada de la OPEP+ de recortar las cuotas de producción en un momento donde la economía global se enfrenta con el continuado impacto negativo de la invasión de (el presidente de Rusia, Vladimir) Putin a Ucrania, afirmó el pasado miércoles la Casa Blanca, en un comunicado firmado por Jake Sullivan, consejero de Seguridad Nacional y Brian Deese, director del Consejo Económico Nacional.
La Casa Blanca analiza diversas medidas, incluyendo la posibilidad de usar más barriles de su Reserva Estratégica de Petróleo de la cual ya vendió 155 millones de barriles desde marzo- o apuntar a otros países exportadores, como Venezuela, a cambio de levantar algunas de sus sanciones.
Con información de Télam