La suba del dólar blue y los alternativos no rige la economía real, pero la daña

El impacto en la conformación de precios, abastecimiento y decisiones de ahorro e inversión están teñidas por las expectativas devaluatorias que imprime la brecha entre la cotización oficial y el informal.

21 de julio, 2022 | 00.05

No importa el tamaño del mercado del dólar paralelo ni la cantidad de transacciones de la economía real que se realizan bajo cotizaciones alternativas. El impacto en la conformación de precios, abastecimiento y decisiones de ahorro e inversión están teñidas por las expectativas devaluatorias que imprime la brecha entre la cotización oficial y el informal. En las últimas semanas se registraron fuertes remarcaciones de precios, que llegan hasta el 15 por ciento en un mes, acopio de mercaderías y bienes exportables, incremento en la dolarización de cartera por distintos canales, menor propensión a ahorrar e invertir en pesos, mayores importaciones que se canalizan por el mercado financiero y un ingreso de divisas del turismo receptivo que va a las cuevas y no a reservas.

En las últimas horas, la portavoz oficial, Gabriela Cerruti, minimizó la suba del tipo de cambio ilegal, argumentando la marginalidad de los montos negociados. Aunque los daños colaterales que producen la suba del blue dañan el andar de la economía día tras día, el Gobierno se ve obligado a brindar este tipo de respuestas para eludir la presión devaluatoria. Sin embargo, en el Frente de Todos saben que la ampliación de la brecha cambiaria es un serio problema.

Qué pasa con la economía cuando suben los dólares alternativos

“El problema es que no se puede competir en términos de rentabilidad”, resumió a este medio un funcionario del equipo económico. Esa rentabilidad no se basa en el simple hecho de comparar la ganancia que generó la disparada del dólar para quienes estaban posicionados ya en esa moneda, sino en la presunción de rendimiento esperado ante una eventual devaluación que acompañe (o no) la suba en el informal.

La situación se hace aún más complicada en un contexto de caída en el nivel de reservas y las fuertes ventas que está llevando a cabo en los últimos días la autoridad monetaria para defender el tipo de cambio sin sobresaltos. Pero en la diaria, los agentes económicos miran en simultáneo tanto el mercado oficial como todas las alternativas financieras e ilegales.

El traslado es inmediato a precios y responde a múltiples factores. Por un lado, los interrogantes en torno al precio en que los productores podrán renovar el stock de productos o insumos se revelan en desabastecimiento y ajustes preventivos de precios al público. En los últimos 28 días se registraron saltos de precios que superan el 15 por ciento, como el caso de electrodomésticos y línea blanca. De acuerdo con el relevamiento semanal del Centro de Estudios Económicos y Sociales Scalabrini Ortiz (CESO), en los rubros de electrodomésticos y alimentos se observaron aumentos siderales en el mes:

Electrodomésticos

  •  Lavado y Secado: 15,9 %
  • Climatización: 12,9 %
  • Videojuegos: 6,1 %
  • Audio: 8,1 %
  • Celulares y Telefonía: 12%
  • TV y Video: 11,1 %
  • Calefones y Termotanques: 12,6 %
  • Heladeras y Freezer: 7,4 %
  • Cocina: 11,1 %
  • Cuidado Personal: 9,1 %
  • Heladeras: 15,1%

Alimentos

  • Encurtidos: 9,5%
  • Comidas Elaboradas: 5,5%
  • Frutas y Verduras: 11,5%
  • Azúcar y Edulcorantes: 4,1 %
  • Pescados y Mariscos: 9,5%
  • Yerba: 6,1 %
  • Bebidas sin Alcohol: 5,4 %
  • Panificados: 5,7%
  • Galletitas: 5,3 %
  • Pastas Secas: 8%
  • Carnes: 7,2%
  • Golosinas: 4,4%
  • Cereales: 5,1%
  • Condimentos: 6,8%
  • Pastas y Masas: 4,8%
  • Leche en Polvo: 6,5%
  • Salsas: 7,5%
  • Infusiones: 7,4 %
  • Bebidas con Alcohol: 7,3% 
  • Quesos: 6,6%
  • Snacks: 5,4 %
  • Dulces y Mermeladas: 7,3 %
  • Congelados: 5,2 %
  • Aceites: 5,2 %
  • Mermeladas: 3,3 %
  • Harinas: 5,4 %
  • Arroz y Legumbres: 4,2 %
  • Huevos: 12,2 %

En el caso de insumos, los caños aumentaron la semana pasada un 2 por ciento y esta semana llegaron nuevos listados con alzas del 20 por ciento.

Cambio de expectativas y especulación

Otro factor que repercute en la diaria es el cambio de expectativas a futuro. El último relevamiento de expectativas de mercado que realiza el Banco Central ya prevé una inflación para los próximos doce meses en torno al 68,8 por ciento, con un reajuste de 8,7 puntos porcentuales respecto de la encuesta anterior. En tanto, la inflación proyectada para los próximos 24 meses (entre  julio de 2023 y junio de 2024) se estima que se mantendrá en el 60 por ciento interanual.

El segundo paso es el desabastecimiento. Con un Central que cerró el grifo a buena parte de las compras externas por el canal oficial, muchas empresas se quedaron sin precio de referencia para la recomposición de stock. A las pymes, por ejemplo, el cupo de acceso a los dólares es para comprar a crédito a 180 días. El camino que queda, por lo tanto, es acceder a la compra de dólares bursátiles, lo que encarece los costos.

En el caso de las grandes firmas, que lograron vía lobby acceder al mercado oficial, también se exhiben maniobras especulativas de acopio. Un ejemplo fue el dado a conocer esta semana en medio del conflicto entre el gremio y las empresas del sector fabricante de neumáticos. El Sindicato del Neumático (Sutna) apuntó contra la fábrica de neumáticos FATE y su CEO, Javier Madanes Quintanilla, por importar materia prima a dólar oficial y acopiarla sin volcarla a la producción.

En las cadenas de hipermercados y supermercados se registran faltantes de productos de consumo masivo, con un nivel de incumplimiento de 45 por ciento. Las empresas aducen problemas de entrega por las trabas para importar insumos.

Otro fenómeno que se retroalimenta con la brecha es el acopio de los exportadores. En el primer semestre del año los productores vendieron apenas un 45,3 por ciento de la cosecha de soja la campaña actual, con una caída del promedio que se profundizó en las últimas semanas. Se estima que quedan aún sin comercializar 24 millones de toneladas, cuyo valor de mercado al precio internacional actual (de 590 dólares los mil kilos) ascendería a unos 14.160 millones de dólares de ingreso de divisas.

Temor en los ahorristas

Por otra parte, también se exhibe un fuerte impacto en las decisiones de inversión o ahorro, donde cada vez más personas intentan acceder al cupo de dólares de 200 mensuales. Tras un 2020 con compras por 3.053 millones de dólares por parte de los ahorristas, las medidas del Banco Central habían logrado bajar esta demanda a 518 millones durante el 2021. Sin embargo, según el informe del Observatorio de Políticas Públicas de la Universidad Nacional de Avellaneda, se estima que durante este año las compras de dólares con este fin vuelvan a crecer, alcanzando los 1.500 millones.

En paralelo, las compras en el exterior con tarjetas de créditos y el turismo externo son otra fuente relevante de demanda de divisas. En los primeros cinco meses del año, estas compras ya acumulan un total de 2.460 millones de dólares, el valor más elevado en cuatro años. Este fue el motivo que llevó al Gobierno a endurecer las restricciones sobre el segmento turístico en relación al uso de la divisa.

En cuanto a instrumentos en pesos, el Central informó una preferencia por aquellos activos de menor plazo. “Los depósitos con opción de cancelación anticipada mostraron un significativo aumento en el período, impulsados por las colocaciones mayoristas”, reconoce el informe del Banco Central. 

Cualquier variable que se analice es afectada por cómo se desvirtúa el mercado cambiario ante la diversidad de tipos de cambio. A medida que la brecha se extiende cada vez más, los ojos del mercado se posan sobre los hombros de Silvina Batakis, ante un clima devaluatorio que se siente con más fuerza.