El salario en el sube y baja del poder adquisitivo

El Centro de Estudios Scalabrini Ortiz sostiene que, a lo largo de estos años, la retribución al trabajo “corre de atrás” a los precios. Análisis de la evolución paritaria en el contexto inflacionario.

07 de marzo, 2023 | 00.05

El Centro de Estudios Scalabrini Ortiz (Ceso), sostiene que el fuerte proceso inflacionario de los últimos años echó por tierra los debates, intensos entre 2007 y 2015, acerca de la presión que ejercen los aumentos salariales en el nivel de precios y estrenó una nueva modalidad en la negociación colectiva: la “paritaria permanente”

Analizando la evolución paritaria en el contexto inflacionario, el Ceso sostiene que desde el año 2018 la realidad distributiva habla por sí misma. Mientras que el 2018 comenzó con paritarias cerrando en torno al 15%, la inflación fue de 47,7%. En tanto en 2021, los principales acuerdos salariales se firmaron en torno al 30% y la inflación terminó siendo del 50,9%.

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De esta forma, el centro de estudios sostiene que si hay alta inflación no es porque los salarios hayan aumentado excesivamente. Por el contrario, a lo largo de estos años, la retribución al trabajo “corre de atrás” a los precios.

La poca reacción de los salarios frente a la aceleración inflacionaria entre 2018 y 2019 se tradujeron en pérdidas significativas del  poder de compra de los asalariados. En 2022, a pasear de que la inflación rasguño los tres dígitos el estado de “paritaria permanente” evitó reeditar los grandes deterioros anteriores.Aún así, la nueva actitud de las negociaciones colectivas, provocó una enorme variación entre los acuerdos salariales logrados en las diversas ramas gremiales.

Mientras que algunos casos los acuerdos gremiales mostraban mejoras reales del 15,9%, en otros casos se vieron caídas del 6,5%. El saldo que arroje la comparación entre acuerdo salarial e inflación comenzó a depender del mes que se tome como referencia y puede afectar fuertemente el análisis de la evolución de los ingresos de cada convenio. 

Un acuerdo que un mes era el de mayor pérdida, al siguiente puede revertir la situación si cae un aumento acordado en la paritaria. Ese es la dispersión que caracteriza los ingresos del sector privado formal y que vuelve muy volátil el poder adquisitivo de los salarios en períodos de alta inflación.

El desempeño del salario en el último año

A pesar de que las organizaciones gremiales emprendieron la mencionada negociación constante, el Ceso muestran resultados preocupantes en torno al poder de compra de los asalariados en 2022.

El informe del centro de estudios explicita que en diciembre del 2022 el nivel general de salarios aumentó un 5,3%, por encima del 5,1% de la inflación y alcanzó una variación del 90,4% interanual (i.a). Hasta ese mes, la merma adquisitiva en términos reales fue del 2,3% i.a.

A quienes más afectó el actual contexto de alta inflacionario, fue a los trabajadores privados no registrados, los informales, perdieron un 15% de capacidad de compra entre diciembre del 2022 y diciembre del  2021.

En la línea anual de deterioro adquisitivo para el 2022, siguen los asalariados del Sector privado registrados. Si bien los trabajadores formales  mostraron un incremento mensual también del 4,5%, el alza nominal de 93,8% i.a. resultó en una caída real del 0,5% entre el 2021 y 2022.

El único sector asalariado que logró un incremento real de sus haberes durante el año pasado fue el que nuclea a los trabajadores del sector público. Los estatales percibieron un incremento real del 2,3%.