Por la suba generalizada de las materias primas, sumando la suba extraordinaria de precios en alimentos y energía, la Argentina podría terminar con un saldo de ingreso de divisas adicional superior a los 3000 millones de dólares este año. Dada la dinámica que le imprime la guerra desatada por Rusia en Ucrania, cada estimación del impacto económico parece quedar siempre a mitad de camino. No obstante, tomando las últimas subas en las materias primas alimentarias (principales granos) que exporta la Argentina y los valores a los que deberá importar energía en el invierno, la balanza comercial podría ser superavitaria. Incluso el saldo comercial extra por venta de trigo, el que más subió en las últimas semanas, sería el equivalente a lo que debería pagarse de más por la importación de gas natural licuado.
En la Argentina, la suba en los commodities podría implicarle un ingreso neto adicional por la suba de los granos que compensaría la suba en energía. Según un relevamiento realizado por la consultora PxQ, ese diferencial respecto de las estimaciones previas a la guerra ascendería a "3101 millones de dólares" de ingreso neto de divisas, situación que aliviaría las frágiles reservas del Banco Central.
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El aumento del precio de la energía (gas y petróleo) afectaría negativamente a la Argentina -que es un importador neto- encareciendo el precio GNL, el gas natural licuado que llega en barcos al país. La Secretaría de Energía había calculado para este año un precio medio de 25 dólares el BTU, incluyendo el costo de regasificación, el triple de lo pagado en 2021. La semana pasada se ubicó en 65 dólares el millón de BTU y este lunes en Europa tocó los 100 dólares. Por la evolución del conflicto bélico esa dependencia estima que se necesitarán entre 3000 y 4000 millones de dólares adicionales para comprar el combustible.
En el estudio de la consultora que dirige el ex viceministro de Economía Emmanuel Álvarez Agis se proyecta que esa diferencia asciende a 3101 millones de dólares. Sin embargo, las estimaciones de las diferencias de precios en los granos, sobre previsiones de cosecha base para este año, habrá un ingreso extra (sólo por efecto precios internacionales) por exportación de soja de 2.256 millones de dólares; por maíz, de 783 millones y en trigo, de 3.882 millones.
Los que suman
Esto sucede porque las materias primas avanzan en tándem, aunque en el caso de los granos los precios ya se ubican cerca de sus máximos históricos. Este lunes, el trigo superó su máximo histórico alcanzar en marzo de 2008 y se negoció en Chicago a 523 dólares por tonelada para entrega a fin de mes. "La continuidad de la guerra entre Rusia y Ucrania superó ya las previsiones de buena parte de operadores, analistas y demás integrantes del mercado. La incertidumbre sobre el futuro del comercio del trigo desde la región es total. Mientras tanto, la demanda sigue buscando proveedores alternativos”, señala un reporte de Granar.
También se mantienen al alza los precios de los contratos para la soja. El poroto de la oleaginosa que opera en el mercado estadounidense en 615 dólares. En este caso, la atención está puesta en la situación climática de "Argentina y Brasil, donde mejoran las perspectivas para la soja, lo que reduce os precios en algunas posiciones de commodities del complejo sojero”, señaló la Bolsa de Cereales de Rosario.
No obstante, los mercados de aceites vegetales siguen apuntalando los precios de muchas posiciones en futuros, en vistas del cierre exportador de los puertos del Mar Negro. Cerca del 80 por ciento de las exportaciones de aceite de girasol salen de los puertos ucranianos y rusos. En el caso del maíz, el precio internacional se ubio en 297 dólares la tonelada para entrega el mes próximo en Chicago.
Los que restan
El precio del gas voló este lunes en Europa hasta alcanzar el equivalente a los 100 dólares por millón de BTU debido a los rumores sobre un posible boicot a los hidrocarburos rusos. Este precio está lejos de los 8,33 dólares promedio que se importaba hace un año atrás. De acuerdo con la consultora Economía & Energía, el año pasado, la importación de LNG demandó 1092 millones de dólares mientras que con la cotización de los últimos días (en torno a 65 dólares el millón de BTU) el costo treparía a 3252 millones de dólares durante este invierno.
En el caso del petróleo la ecuación tiene más de una variable, dado que al aumento de los precios internacionales habrá que evaluar la mejora en la producción local. Esta semana el precio del barril de Brent del Mar del Norte, una de las dos variedades de crudo referencia en el mercado argentino, tocó un récord de 147,50 dólares, un valor que no tocaba también desde 2008.
Por su parte, la variante de crudo ligero WTI texano avanzó este lunes 2,5 por ciento para ubicarse en 118 dólares el barril. La semana pasada la Agencia Internacional de Energía, un grupo de los mayores consumidores de petróleo, acordó liberar 60 millones de barriles de crudo de sus reservas con la esperanza de tranquilizar a los mercados. Sin embargo, las medidas comerciales que aplican los países en castigo a Rusia, como cancelar las compras de energía, podría disparar aún más los precios.
El secretario de Estado de los Estados Unidos, Antony Blinken, había dicho este fin de semana que su país había comenzado a discutir con la Unión Europea y el resto de aliados la posibilidad de prohibir las importaciones de petróleo ruso como nueva medida de presión contra el presidente ruso, Vladimir Putin, por la invasión de Ucrania. En las próximas horas se anunciaría ese boicot y habrá que volver a calcular costos y beneficios.