Tras haber participado de la ceremonia de asunción del presidente Donald Trump, el ministro de Economía, Luis Caputo, regresó al país para mantener una reunión con el equipo técnico del Fondo Monetario Internacional (FMI). Una misión del Fondo se encuentra en Argentina para avanzar en conversaciones para rediscutir el programa crediticio. Argentina solicitaría al menos 11.000 millones de dólares para acelerar la normalización del mercado de divisas. En la mesa de negociación, el FMI reclama liberar el cepo al dólar.
El nuevo acuerdo busca destrabar el arribo de fondos frescos para afianzar las reservas del Banco Central. Caputo interrumpió un viaje a Davos para retornar al país sudamericano y mantener reuniones con los funcionarios del organismo internacional, informó la agencia Reuters.
"No pude acompañar al Presidente a Davos porque serán tres días de mucho trabajo entre la misión del Fondo, la licitación por adhesión anunciada ayer, y medidas que estamos terminando de diseñar desde la Secretaría de Comercio", dijo Caputo en la red social X.
Más deuda y cepo
Argentina tiene vigente un crédito con el FMI por unos 44.000 millones de dólares. Por su parte, el Gobierno anticipa las reuniones del equipo técnico del Fondo con el propósito de reanudar las negociaciones cara a cara esta semana para alcanzar un nuevo acuerdo financiero.
Este acuerdo contemplaría desembolsos adicionales destinados a acelerar la eliminación del cepo cambiario. El Ejecutivo busca garantizar un financiamiento mínimo de 11.000 millones de dólares para fortalecer las reservas del Banco Central. El equipo económico evalúa complementar esta cifra con una nueva operación de REPO.
Existen diferencias sobre la política monetaria. Desde ya el FMI busca que Argentina desarme el cepo y se unifiquen los tipos de cambio. El Gobierno argentino coincide, pero la discusión gira en torno de los tiempos y la manera de llevarlo a cabo. También está el debate sobre si el tipo de cambio actual es de equilibrio, un aspecto que viene siendo cuestionando el organismo multilateral.
El vicepresidente del Banco Central, Vladimir Werning, precisó que se utilizaron en los primeros 16 días de enero un volumen de 619 millones de dólares para controlar el tipo de cambio. La autoridad monetaria incrementó los montos de intervención cambiaria tanto en ventas directas como operaciones de contado con liquidación, con lo cual ya se gastó más de la mitad del crédito REPO con los bancos privados.
Durante su exposición en Londres en el marco de la de la 11ª Conferencia Latinoamérica del BBVA, Werning precisó que los 619 millones de dólares utilizados resultan inferior a la compra de divisas de la entidad que alcanzó a 1.330 millones.
El equipo económico que lidera Caputo mantiene desde hace meses la política de mediante dólares comprados en el Mercado Único y Libre de Cambio (MULC) por el Banco Central adquirir bonos en dólares (preferentemente AL30 y GD30) y luego venderlos contra pesos en el MEP y CCL. Su argumento es la esterilización de los pesos que necesitó emitir para comprar las divisas que le fueron ofrecidas en el MULC.