El Banco Central logró contener en parte a los dólares bursátiles con nuevas medidas que en lugar de restringir su operatoria aún más, mejoran el atractivo de instrumentos en pesos. Las políticas decididas en conjunto con el Ministerio de Economía consiguieron que el contado con liquidación retroceda 1% a $ 120 y el MEP a $ 117.
En primer lugar, el BCRA subió el interés por los plazos fijos Badlar y TM-20, que estaban en torno al 18% a 20% y que pasaron al 26,6% anual. Hasta ahora esa tasa regía para individuos que manejen hasta $ 4 millones, pero se extenderá a todos los depósitos. Esto implica una tasa efectiva mensual del 2,22%, que supera por 0,7 puntos porcentuales a la inflación de abril. También se ubica por encima de cualquier proyección de inflación privada.
Además, la autoridad monetaria generó un incentivo a los bancos para que salgan a capturar depósitos de interés variable (DIVA) ligados a la cotización de cereales y oleaginosas. Intenta atraer, de esta forma, a los productores rurales que liquidaron cosecha desde noviembre.
El nuevo objetivo consiste en garantizar la rentabilidad positiva de los depósitos en pesos en el sistema financiero, tal como El Destape había adelantado la semana pasada.
Con estas medidas, cualquier depósito en el sistema financiero mantendrá una rentabilidad positiva y los productores tendrán la garantía de que conservarán el valor de la cosecha. Adicionalmente a todo esto, el Central habilitará el depósito de cheques por ventanilla para facilitar la gestión de empresas que tengan cantidades importantes.
Semanas antes, la Comisión Nacional de Valores había limitado la cantidad de billetes extranjeros que pueden tener los fondos comunes de inversión (FCI) en el 25%, tanto para los lanzados en pesos y como para los nominados en dólares pero que emitieron cuota partes en moneda local. Esto sirvió por algunos días para desinflar los tipos de cambio bursátiles, pero las especulaciones alrededor de la negociación de la deuda externa integraron a otros actores al mercado.