La economía se derrumbó por la pandemia, después de años de recesión, pero el Gobierno evitó que caiga con la misma presión el nivel de empleo. La prohibición de despidos, ATP y asistencia a empresas permitieron mitigar la destrucción laboral. En 2021 hubo una leve mejora en la contratación de personal, que marcó el mejor enero en tres años. “El año más crítico en materia económica y laboral desde la crisis de 2001 finalizó mostrando indicios de estabilización y recuperación”, plantearon desde Capacitación y Estudios sobre Trabajo y Desarrollo (CETyD).
El comportamiento de la actividad y del empleo se disociaron durante 2020, dado que la caída del PBI fue considerablemente más pronunciado que la de los puestos de trabajo del sector formal. Explican este comportamiento las políticas de sostenimiento laboral implementadas por el Gobierno nacional, que incluyeron el programa ATP, prohibición de despidos y los múltiples programas creados a medida de las compañías en apuros financieros. Estas lograron mitigar el impacto de la crisis económica sobre el mercado laboral, principalmente sobre el sector formal.
En diciembre los valores de los dos indicadores volvieron a coincidir en niveles inferiores en un 3% a los de febrero, el último mes anterior al inicio de la crisis económico-sanitaria. La actividad económica se desplomó hasta mayo y luego se expandió ininterrumpidamente. El nivel de ocupación formal se vio afectado principalmente durante los primeros meses de la pandemia y luego se mantuvo estable.
“Esa resiliencia demostrada por el empleo formal durante la pandemia contrasta notablemente con lo ocurrido con las inserciones más precarias y vulnerables”, planteó el último informe del CETyD. Durante el momento más agudo de la crisis, la cantidad de ocupados en empleos informales se redujo 43% y la de trabajadores por cuenta propia, 27%. “Esta diferencia pone de manifiesto la necesidad de reducir los elevados niveles de precarización de la estructura ocupacional de nuestro país”, reflexionan.
Desde una perspectiva sectorial, el empleo en la industria manufacturera registró un crecimiento mensual en diciembre de 2020 por séptimo mes consecutivo y presenta valores superiores a la etapa pre-pandemia. Por su parte, la construcción tuvo un aumento por quinto mes consecutivo, pero aún se encuentra en un nivel inferior a los primeros meses del año. Por el contrario, el empleo en el sector de hoteles y restaurantes tuvo la mayor contracción (-1,5%) y registra una caída interanual del 19,5%.
Leve mejora de la contratación de personal: el mejor enero en tres años
En enero, el empleo formal registró un leve crecimiento, pero que marcó un buen augurio. Según el relevamiento de la Encuesta de Indicadores Laborales del Ministerio de Trabajo, el empleo privado registrado en empresas de más de 10 trabajadores aumentó 0,3% intermensual en el primer mes del año. Este incremento es el de mayor magnitud para enero en los últimos 3 años.
Al inicio de 2021, las contrataciones de personal se ubicaron en valores similares a los registrados antes de la pandemia, lo cual explica el crecimiento del empleo que tuvo lugar durante dicho mes. Por su parte, tal como viene ocurriendo desde el mes de abril, los despidos se mantienen en los valores más bajos desde, al menos, principios de 2005.
Las suspensiones también continuaron su tendencia a la baja, con lo que alcanzó al 1,8% de los trabajadores. La proporción de empresas que aplicaron suspensiones también tuvo una notable reducción: pasó de casi el 20% en julio de 2020 al 10% en enero de 2021.
“Cuando comenzó la pandemia, en un contexto de paralización de una importante parte de la estructura productiva, las suspensiones fueron la válvula de escape para las empresas que se vieron imposibilitadas de afrontar el pago de la totalidad de la masa salarial”, explicó el reporte. Entre abril y junio, cerca del 9% de los asalariados formales fueron suspendidos.
Quedó relegado, en cambio, el ingreso de los trabajadores. Habían atravesado una recuperación entre diciembre de 2019 y febrero de 2020, pero fue interrumpida por la pandemia. Desde entonces, los salarios perdieron el terreno ganado durante esos meses. Como consecuencia, en diciembre de 2020 el valor del salario real fue inferior en 1% al del diciembre de 2019. Esta se plantea como la mayor deuda a resolver de parte del Gobierno nacional en un nuevo año de pandemia, pero que se proyecta de elevado crecimiento económico.