Sin garantías de recuperación: la mejora de algunos indicadores no alcanza para compensar el derrumbe de inicios de año

Un informe privado advirtió que “la consolidación de la recuperación de la actividad no está asegurada”. A la espera de los datos oficiales, alertan por un freno en la actividad, caída de la recaudación y un mercado laboral en niveles similares a la crisis del 2001.

07 de octubre, 2024 | 00.05

Esta semana se conocerán los datos oficiales de agosto para actividad industrial y construcción y, según anticipan consultoras privadas, no se vislumbran en el horizonte garantías de que se consolide la reactivación este año. El indicador de actividad económica se ubicaría, en el octavo mes, al menos cinco puntos por detrás del año pasado en tanto que la industria tendría una contracción en torno al 4% y la construcción al 16%. A su vez, tras el impacto de la mega devaluación de diciembre, la suba de precios había entrado -a diferencia de las proyecciones del gobierno libertario-, en un nuevo piso que está costando perforar. 

En este panorama, mientras se espera una agudización del “mayor ajuste de la historia” que recae sobre los bolsillos de la población, principalmente vía partidas sociales y subsidios, la política económica recesiva golpea el consumo privado que bajó 9,8% -explicación central de la caída de la actividad-, en tanto que la inversión se contrajo en dos dígitos (-29,4% interanual) y las expectativas de las empresas siguen siendo poco favorables para lo que viene: solo el 2,5% proyecta un aumento del personal en los próximos meses mientras que en lo que va del gobierno de Javier Milei ya se perdieron 200.000 fuentes de empleo.

Este proyecto lo hacemos colectivamente. Sostené a El Destape con un click acá. Sigamos haciendo historia.

SUSCRIBITE A EL DESTAPE

“La recuperación se fue moderando, luego de un segundo trimestre notablemente positivo. De esta manera, la caída del primer trimestre prevalece en el global, dando como resultado una caída de 1,4% en la comparativa con diciembre último”, advirtió el último informe de actividad del Centro de Investigación del Ciclo Económico (CICEc). En sintonía, la consultora Orlando J. Ferreres evaluó que “un camino de expansión más firme se alcanzará cuando los ingresos se recompongan en un contexto macroeconómico más ordenado que genere confianza” esto podría ocurrir “durante el año que viene”. 

Freno de mano

A la espera de los datos oficiales de actividad industrial y de la construcción para el mes de agosto consultoras privadas alertan que la recuperación del segundo semestre tardaría en llegar. En lo concreto, “la consolidación de la recuperación de la actividad económica no da indicios de estar asegurada”, advirtió un informe del Centro de Investigación del Ciclo Económico (CICEc) elaborado por las Bolsas de Comercio de Rosario (BCR) y Santa Fe (BCSF).

Al respecto, el Índice Coincidente de Actividad de Argentina (ICA-ARG) que brinda información mensual de la evolución de la actividad económica del país, se ubicó en agosto en 0,2% aunque en la comparación con igual mes del año pasado quedó 5,2% por debajo. “Se evidencia una moderación de la recuperación de la actividad, respecto a lo observado los meses previos”, señalaron desde el CICEc y agregaron que si bien “las últimas cinco mediciones mostraron una evolución positiva, no compensaron la caída del primer trimestre del año”.  Así, el nivel de agosto resulta un 1,4% inferior al de diciembre último y “ya han transcurrido 27 meses desde el pico registrado en mayo de 2022, periodo en el que se acumula un 6,5% de caída en la actividad”.

El ICA-ARG sintetiza información comparable de diez indicadores económicos que abarcan los principales cultivos, la producción industrial, construcción, importación de bienes, ventas minoristas, patentamientos, recaudación nacional, asalariados del sector privado registrado, tasa de entrada al mercado laboral y remuneración bruta. Si se analiza cada uno en particular se detecta que “apenas dos muestran una evolución positiva en la comparativa interanual”. 

En detalle, en el caso del sector agrícola, se destacó que finaliza la campaña 2023/24 “con una importante recuperación respecto a la campaña previa afectada por la sequía”, aunque de cara a los próximos meses anticipan que “se debe estar atento a la evolución de la campaña de la fina 2024/25, que comienza a presentar inconvenientes de escasez de lluvias”.

Por otro lado, la producción industrial “mostró un repunte en julio que se moderó en agosto”. Sobre el octavo mes del año anticipan que habría quedado 8,6% por debajo de igual mes de 2023, “luego de haber alcanzado tasas interanuales superiores a los quince puntos negativos en los primeros meses del año”. La actividad de la construcción, por su parte, “acumula cuatro meses de recuperación” luego de “haber alcanzado un nivel apenas por encima del periodo de mayor restricción por la pandemia COVID-19, lo que da cuenta de la súbita caída previa al repunte”. De esta manera, la tasa de variación interanual continúa en terreno negativo (-21%).

En cuanto a las importaciones de bienes se advirtió que “no logran consolidar una mejoría, aunque las últimas tasas mensuales dan indicio de un freno a la caída”. Como contracara las exportaciones presentan una moderación en el proceso de recuperación del último año, con caídas en los últimos meses, lo que provocó “un leve deterioro en la balanza comercial”. 

Del lado de las ventas minoristas se ubican 10,9% por detrás de agosto de 2023, destacándose que “las ventas en Supermercados y Autoservicios Mayoristas continúan en descenso”. Por su lado el último dato difundido por la Confederación Argentina de la Mediana Empresa (CAME) indica que las ventas minoristas pymes disminuyeron 5,2% interanual en septiembre y acumulan un declive del 15% en los primeros nueve meses del año. En cuanto a la situación puntual de patentamientos de vehículos nuevos “acumula seis meses de variaciones positivas, y la tasa de cambio interanual fue del 3,9%, primer valor positivo en el año”. 

Otra contribución negativa durante agosto tiene que ver con el freno en la recuperación que evidenciaba la recaudación total del gobierno nacional (-0,9% mensual). De esta manera, “la serie continúa en torno a mínimos desde 2007 (sin considerar el periodo de la pandemia). La comparación con agosto de 2023 evidencia una retracción de la recaudación del 11,5%”.

El cuanto al mercado laboral se advirtió sobre la situación de los asalariados privados registrados con una caída mensual del 0,4% en agosto, ubicándose 3,1% por debajo de igual mes de 2023. “Esta dinámica refleja una contracción de los empleos registrados de alrededor de doscientos mil puestos en el último año”, estimó el CICEc. En sintonía, la tasa de entrada al mercado laboral, cayó en agosto 3%, mientras que la comparación interanual muestra una contracción del 28,4%. Así, “el nivel de la serie es equivalente a la crisis 2001/02”. A su vez, la remuneración bruta total de los empleados privados registrados, “encadena siete meses de recuperación, aunque la misma se moderó en los últimos meses”. En agosto, la variación fue levemente positiva (+0,1%), sin embargo, “la variación interanual se encuentra a la baja en 6% y se ubica en un nivel en torno al mínimo del periodo 2020-2021 y un 9,4% por debajo del máximo previo, alcanzado en enero de 2023”.

En la misma sintonía, el último informe de la consultora Orlando J. Ferreres señaló que el índice de actividad (IGA-OJF) registró en agosto una caída del 5,6% interanual, acumulando para los primeros ocho meses del año un descenso del 5,0%. Al tiempo que la medición desestacionalizada registró una baja de 0,6% respecto de julio. Las peores tasas interanuales la registraron la actividad de la construcción (-15,7%), que continúa como el sector más golpeado, y comercio (-9,1%), afectado por “una caída del consumo más persistente a lo anticipado”. 

En el caso de la industria manufacturera el relevamiento propio de esta consultora señaló que “luego del fuerte repunte de julio, el impulso no se mantuvo durante agosto” de forma que la producción industrial cayó 3,7% en la medición anual y 1,3% respecto del mes anterior. Los sectores que no pudieron traccionar positivamente fueron Maquinaria y equipo, metales básicos y minerales no metálicos, todos con registros peores que julio. En la otra punta, destacaron el resultado favorable de refinerías y en el complejo oleaginoso. De cara a los próximos meses analizaron “esperamos que el camino de la recuperación sea sinuoso, con avances y retrocesos, al menos hasta que la demanda interna se recomponga y motorice a la producción industrial”. 

El ajuste sobre la población no terminó

Según se desprende del proyecto de Presupuesto 2025 enviado por el Ejecutivo al Congreso, el déficit fiscal es la raíz de los demás problemas económicos argentinos ya que “lleva a endeudamiento, default de esa deuda, fuga de capitales, restricciones a la importación, inflación y controles de precios”. Por ende, al decir del propio presidente, lo único que se requiere para solucionar esos problemas es combatir el déficit.

En ese sentido, en los primeros meses del año, la gestión de Luis Caputo en Economía invirtió las prioridades respecto de su enfoque durante el macrismo: aplicó un shock fiscal y mantuvo un gradualismo en lo cambiario. Sin embargo, en agosto la caída de los ingresos totales se duplicó con respecto al promedio anual, pasando de -6,1% a -13,9%, en tanto que el gasto primario continuó en torno al -25% real interanual. De cara a lo que viene, el último informe de coyuntura del Instituto de Trabajo y Economía Fundación Germán Abdala (ITE) alertó así que “el mayor ajuste de la historia no terminó”. 

Según analizan “la decisión de reducir el impuesto PAIS implicará una pérdida de ingresos de 1,3 millones de pesos (o 0,25% del PBI) aunque, de momento, 0,5 millones (0,1% del PBI) estarían cubiertos por la restitución de ganancias de la cuarta categoría”. En la misma línea, el gobierno viene realizando aumentos parciales en la suma fija al impuesto a los combustibles. De hecho, “podría incrementar la suma fija a cobrar en los combustibles en un 100% lo que implicaría un aumento en el precio de las naftas cercano al 20%. Esta postergación de los aumentos no es para nada trivial en las cuentas públicas: de aplicar los aumentos postergado le entrarían al sector público nacional casi 0,2 billones adicionales por mes”, explican desde el ITE. Asimismo, como tercer elemento, agregan la cuestión de las tarifas: “el gobierno continúo realizando aumentos en los precios regulados al menos en agosto y septiembre en energía y transporte”. 

En este escenario entienden que para los últimos meses del año “existen dos senderos que, en principio, se bifurcan”. Por un lado, “el primer camino sería profundizar un shock antiinflacionario. En la audiencia pública de gas de comienzos de año, el gobierno había anticipado que, una vez pasada la etapa invernal, reduciría el componente de generación de la factura (PIST), acorde a la caída en el costo de generación. De esta forma, podría generar un shock por única vez en el precio de las facturas, a priori en el gas y quizás en electricidad. Así entonces, los aumentos de agosto y septiembre se podrían entender como la antesala del shock”. 

La segunda posibilidad tiene que ver con las elecciones de 2025. “El horizonte para el próximo año parece más complicado. El proyecto de presupuesto evidencia lo difícil que será mantener el equilibrio sin el impuesto PAIS. Por ejemplo, los derechos de exportación proyectados se sitúan en torno a los USD 9.000-10.000 millones, pero si calculamos los derechos de exportación para los principales cultivos —soja, maíz y trigo—, la recaudación debería rondar (con los precios actuales) en torno a los USD 6.300 millones, entonces, ¿de dónde saldrán los más de 3.000 millones faltantes?”, plantean desde el ITE y consideran que “una parte podría explicarse por las exportaciones de servicios, minería y otros productos agroindustriales que, sin embargo, pocas veces se ha logrado tal recaudación, los recursos de la Seguridad Social también son otro ítem con un aumento muy fuera de línea respecto al resto de los ingresos -47,5% vs. por ejemplo 28,6% de IVA-“. 

Con los números sobre la mesa, el centro económico alertó que “más allá de los desafíos en cuanto a recursos, el gobierno deberá continuar el ajuste en el gasto, y los subsidios tendrán ahí un papel principal”.