Los hogares brasileños dedican casi un tercio de sus ingresos mensuales a pagar deuda, impactados por tasas de interés que se encuentran en máximos de seis años.
Los pagos mensuales de créditos se llevaron el 28,2% de los ingresos familiares, un máximo que no se veía desde 2005, según cifras del Banco Central de Brasil.
Desde hace meses, la autoridad monetaria mantiene su tasa de interés de referencia (Selic) sin cambios en 13,75%, tras un proceso de aumento de la misma que la llevó en un año y medio desde un piso del 2%.
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El objetivo es bajar la inflación, la cual en diciembre pasado fue del 5,9% anual, el menor nivel desde principios de 2021, aunque aún superior a la meta anual del Banco Central de 3,5%.
La expectativa oficial es que para este año la inflación acumule un 4,8%, moderándose en 2024 a 2,9%.
Aún, el Banco Central no mostró indicios de una baja en las tasas y firmas como Credit Suisse directamente la descartaron para este año, tomando como base la incertidumbre acerca de como será el gasto y el panorama fiscal tras la reciente asunción del Gobierno de Luiz Inácio Lula da Siva.
Si bien aumentó el peso de la deuda, el nivel de morosidad y default en los hogares brasileños sigue en un solo digito.
El nivel de morosidad promedio llegó al 5,9% a fines de 2022, un punto y medio superior a un año atrás.
En su último reporte de inflación, el Banco Central brasileño advirtió por los altos niveles de deuda en los hogares, aunque, al mismo tiempo, el gobernador del banco, Roberto Campos Neto, afirmó que las pruebas de estrés indicaron que el sistema bancario se muestra en un estado muy saludable.
La mayoría del incremento de los préstamos de los hogares durante el último año fue a través de préstamos con menores tasas de interés, afirmó Fernando Rocha, jefe de estadísticas del Banco Central.
Con información de Télam