Los bancos no hicieron aquello para los fueron creados y ahora piden garantías. El principal rol de una entidad bancaria es la intermediación financiera, que implica administrar los depósitos y los créditos, prestando parte de los primeros a una tasa de interés mayor para obtener cierta rentabilidad. Sin embargo, el acuerdo con el Fondo Monetario, que obliga a mantener tasas de interés positivas (por encima de la inflación) en un contexto en que los precios se ingresaron en un espiral ascendente, los bancos encontraron, como sucedió con el macrismo, un mejor negocio: aprovechar la liquidez y colocarla en títulos del Banco Central, más precisamente las denominadas Letras de Liquidez (Leliq), antes llamadas Lebacs.
El Central también se vio obligado a mantener la renovación, con sucesivos aumentos en los rendimientos que ofrecía a los bancos, para retirar el exceso de liquidez del sistema y evitar mayores presiones sobre el tipo de cambio. Es así que mientras la intermediación financiera cayó y la liquidez se mantuvo en sus máximos históricos, los bancos siguieron reflejando ganancias extraordinarias durante los últimos años.
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Con el objetivo de mantener el ahorro en moneda local, el Fondo Monetario obliga al Central a ofrecer la tasa de interés por encima de la inflación. Esto llevó a que la autoridad monetaria llevará la tasa de interés mínima garantizada sobre los plazos fijos al 133 por ciento (11 por ciento de tasa efectiva mensual) para las imposiciones a 30 días hasta 30 millones de pesos, acercándose a una inflación que superó el 12 por ciento.
Para seguir con el razonamiento de la intermediación financiera, los bancos ofrecen por los créditos tasas superiores para obtener un spread (brecha) con la que ganar. Sin embargo, a esos niveles los préstamos –no subsidiados—es casi nulo y los bancos tampoco se preocuparon en mantener una agresiva política de oferta crediticia. Además, tenían el incentivo de colocar ese circulante en letras de liquidez, esa famosa bola que ahora una administración de Javier Milei busca desarmar pasando esa deuda en pesos a dólares. La forma virtuosa de resolver este desbalance entre capacidad prestable del sistema bancario y demanda de crédito es que el ahorro de empresas y familias se canalice hacia la inversión productiva.
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De acuerdo con el último informe sobre bancos del BCRA, el ingreso por intereses que tuvo el sistema financiero alcanzó los 2,1 billones (millones de millones) de pesos, a los que se sumaron 1,1 billones en primas de pases entre entidades, mientras que por revalorización de títulos acumularon en 12 meses un ingreso neto de 7,6 billones de pesos. Mientras tanto, la actividad de intermediación financiera con el sector privado se redujo. “De acuerdo con las principales variaciones del balance del conjunto de entidades financieras para el segmento en moneda nacional —a precios constantes—, por el lado de la estimación de orígenes de fondos, en el período se redujeron los saldos de la liquidez en sentido amplio y del financiamiento al sector privado y se incrementaron los depósitos del sector público”, según el informe del BCRA a septiembre.
En el noveno mes del año el saldo real de financiamiento en pesos al sector privado disminuyó 4,2 por ciento. En los últimos doce meses las líneas de crédito comercial se incrementaron levemente en términos reales, desempeño impulsado por la Línea de financiamiento para la inversión productiva de MiPyME, que el Banco Central renovó hasta el primer trimestre de 2024. “Desde niveles elevados, en septiembre se redujo levemente la liquidez del sistema financiero. En el mes los activos líquidos en sentido amplio totalizaron 80,9 por ciento de los depósitos a nivel sistémico, 1,1 puntos menos que en agosto y 8,5 puntos superior en una comparación interanual”, destaca el informe.
Los balances a la Bolsa
De acuerdo con los estados financieros acumulados a septiembre presentados ante las autoridades bursátiles, el principal negocio de los bancos fue la colocación de sus excedentes en bonos. Los balances bancarios, al igual que en el resto de las empresas, se presentan en “moneda homogénea” (descontando la inflación).
En el caso del Banco Galicia y Buenos Aires, los ingresos por intereses pasaron de 313.971 millones de pesos en los primeros nueve meses de 2022 a 779.304 millones en el mismo lapso de este año. Por títulos de deuda pasó de una pérdida de 58.736 millones de pesos a una ganancia de 410.475 millones. El resultado neto del período pasó de 22.585 millones de pesos a 51.133 millones. En la Bolsa porteña, la ganancia por acción básica pasó de 74 pesos a 218 pesos.
En el caso del Macro, el ingreso por intereses pasó en el acumulado anual de 2022 de 840.710 millones de pesos a 1,2 billones este año. El resultado operativo a moneda homogénea creció de 432.719 millones de pesos a 641.841 millones. Por su tenencia de títulos públicos, el banco obtuvo ingresos por 808.538 millones de pesos, mientras que el acumulado de nueve meses de 2022 había sido de 428.758 millones.
“Durante los meses de marzo y junio 2023, la entidad se presentó a canjes voluntarios de deuda de acuerdo a los términos del artículo 11 del Decreto N° 331/2022 del Ministerio de Economía. Las especies que ingresaron a dichos canjes fueron las siguientes: a) Letras del Tesoro Nacional en pesos ajustable por CER a descuento Vto: 19-05-2023 (X19Y3) por un total de Valor Nominal (VN) 1.145.882.575; b) Bono del Estado Nacional en moneda dual a descuento Vto: 21-07-2023 (TDL23) por un total de VN 344.498.105; c) Letras del Tesoro Nacional a descuento en pesos Vto: 31-05-2023 (S31Y3) por un total de VN 295.000.000; d) Letras del Tesoro Nacional a descuento en pesos Vto: 28-04-2023 (S28A3) por un total de VN 210.000.000; e) Letras del Tesoro Nacional a descuento en pesos Vto: 31-03-2023 (S31M3) por un total de VN 200.000.000; e) Letras del Tesoro Nacional en pesos ajustable por CER a descuento - Vto: 16-06-2023 (X16J3) por un total de VN 159.305.395; f) Bono del Estado Nacional en moneda dual a descuento Vto: 29-09-2023 (TDS23) por un total de VN 120.244.752 y g) Bono del Tesoro de la Nación Argentina vinculados al dólar Vto: 31-07-2023 (T2V3) por un total de VN 3.000.000”, detalla el Macro.
En el caso del Santander los ingresos por intereses pasaron de 436.510 millones de pesos el año pasado a 668.743 millones. El resultado por activos también casi se duplicó de 7957 millones de pesos a 14.229 millones. La ganancia neta del período creció de 23.942 millones de pesos en los primeros nueve meses de 2022 a 46.849 millones en igual lapso de este año.
“Al 30 de septiembre de 2023 y 31 de diciembre de 2022, la entidad mantiene concertadas operaciones de pases activos por 142.716.308 y 74.452.068, respectivamente, de Instrumentos de regulación monetaria con el BCRA por VN 202.531.080.309 y VN 43.222.800.128; respectivamente. Asimismo, a las mismas fechas, las especies recibidas que garantizan dichas operaciones se encuentran registrados en partidas fuera de balance. Al 30 de septiembre de 2023, la entidad mantiene concertadas operaciones de otros pases pasivos (cauciones) por 99.096.379. Las especies entregadas que garantizan la operación se encuentran registradas en el rubro ‘Activos financieros entregados en garantía’ al 30 de septiembre de 2023”, comunicó el Santander. Los resultados positivos generados por el banco como consecuencia de sus operaciones de pases durante los períodos de nueve meses finalizados el 30 de septiembre de 2023 y 2022 ascienden a 129.684.683 y 16.744.634, respectivamente.
En el caso del BBVA, los ingresos por intereses casi se duplicaron de 868.734 millones de pesos de 2022 a 1,5 billones. A partir del 1 de enero de 2020 el Banco comenzó a informar los resultados ajustados por inflación. En los primeros nueve meses de 2023, el resultado operativo acumulado fue de 467.729 millones de pesos, 59,7 por ciento superior a los 292.825 millones de pesos acumulados en el mismo periodo de 2022.
En términos de actividad, el total de financiamiento al sector privado consolidado al tercer trimestre totalizó 1,3 billones de pesos, con una caída de 4,8 por ciento respecto del segundo trimestre y 0,1 por ciento interanual. La variación trimestral se explica principalmente por una caída en tarjetas de crédito de 8,9 por ciento, de préstamos personales por 11,7 por ciento y de otros préstamos de 7,3 por ciento.
Bomba o fuegos artificiales
Las entidades nucleadas en ADEBA acercaron a los equipos de La Libertad Avanza una propuesta para desarmar la emisión de Leliq este tema. El trabajo fue publicado a fines de septiembre y se encuentra lejos de la dolarización de deuda que promueve Luis Caputo, titular del equipo económico de Milei.
Las propuestas de los bancos:
Venta de títulos del Tesoro Nacional de la cartera del BCRA. El Central tiene títulos en pesos del Tesoro Nacional que compró a precio de mercado, por el equivalente a la mitad de las Leliqs. Esas compras de títulos generaron emisión de pesos que debió ser esterilizada mediante Leliqs. La venta de esos títulos, una vez que surja apetito del mercado, generaría el proceso inverso: absorción de pesos y reducción del stock de Leliqs.
Por cada diez puntos porcentuales (p.p.) del stock de títulos actual que el BCRA venda de esos títulos que tiene en su poder, puede reducir 5 p.p. el monto actual de las Leliq. En el extremo -poco probable- que el BCRA vendiera en el mercado (ya sea al sector público o privado) la totalidad de sus títulos del TN en pesos, el monto de las Leliqs se podría reducir a la mitad.
Remonetización de la economía. En agosto, la demanda de base monetaria fue del 2,6 por ciento, alcanzando uno de sus niveles históricos más bajos (gráfico 2). Es de esperar que un nuevo gobierno restablezca, al menos, un mínimo de confianza y aumente la demanda de dinero (circulante en poder del público). Si la base monetaria pasara del 2,5 por ciento actual al 5 por ciento (que está por debajo del promedio de los últimos 15 años), esto permitirá una reducción adicional del stock de Leliqs 6.000 miles de millones (30 por ciento del stock actual).
Bajar el rendimiento de las Leliqs. El plan de económico del nuevo gobierno seguramente preverá iniciar con un tipo de cambio real alto y una fuerte baja del gasto público convergiendo rápidamente al equilibrio fiscal. En este contexto, las tasas de interés que demandarán los depositantes de plazos fijos (que determinarán a su vez la tasa de las Leliqs) estarán más influidas por la tasa de devaluación esperada que por la inflación esperada, que será mayor por varios factores. Así, se reduciría el valor real del monto de las Leliqs.
Este menor rendimiento en términos reales, sumado a la reducción del stock total, hará que el “peso” de los intereses de las Leliqs sobre la inflación sea menor y decreciente en el tiempo. Vale aclarar que el BCRA debería dejar de imponer tasas mínimas para los depósitos a plazo fijo.