El Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA) y la Universidad de Córdoba (UNC) desarrollaron un polímero para semillas de maní 100% biodegradable, que será producido y comercializado a partir de esta campaña por la empresa de investigación y desarrollo de productos biológicos para el sector agrícola Ceres Demeter.
Este producto formulado a base de compuestos naturales puede ser aplicado como recubrimiento a semillas de maní para protegerlas de roturas y promover una distribución homogénea al momento de la siembra que impacta favorablemente en el rendimiento.
Otra de sus características es que es compatible con la incorporación de rizobacterias que inducen el desarrollo de nódulos en las raíces donde ocurre la fijación biológica de nitrógeno, lo que permite la nutrición del cultivo de modo sustentable, reduciendo la necesidad del empleo de fertilizantes químicos.
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La empresa anticipó que el producto estará disponible para esta campaña, mediante acuerdos comerciales con empresas multinacionales.
"Permite uniformar espacialmente la siembra de las semillas, posibilitando de esta manera una distribución homogénea en el campo, y un aprovechamiento máximo de las condiciones nutricionales y climáticas que el mismo presenta", comentó Christopher Kilmurray, CSO de la empresa.
Asimismo, mejora la emergencia de las plántulas a nivel de laboratorio y campo, cuando las muestras de semillas tratadas con el biopolímero fueron comparadas con polímeros de origen sintético y cuando se comparó con un lote de semillas sin recubrimiento polimérico.
"Uno de los factores a los que se le atribuye ese resultado es posiblemente la compatibilidad del producto con la semilla y con los compuestos utilizados en el tratamiento profesional", agregó Julio Vicario, Global Project Manager de la empresa.
Por último, el rendimiento, que se relaciona directamente con la rentabilidad y el retorno de la inversión sobre la utilización del insumo, evidenció, en los ensayos a campo realizados en la campaña 2021/22 un diferencial promedio de 390 kg/ha.
Tras la firma de un convenio con la UNC y el INTA en diciembre de 2021, la empresa de Río Cuarto concretó el desarrollo piloto e industrial, la validación y el registro de la tecnología del producto y este 2022 saldrá al mercado argentino e internacional.
El acuerdo implica una cesión de derechos para la operación de este desarrollo y en consecuencia producirá regalías tanto para el INTA como para la UNC.
"Estamos muy orgullosos de tender puentes y trabajar en conjunto con entidades como el INTA y la Universidad de Córdoba, para poder transformar el conocimiento en soluciones biotecnológicas que permitan contribuir a aumentar la producción de alimentos Argentina y el mundo", destacó Sergio Bonansea, CEO de la compañía.
Con información de Télam