La agencia calificadora Standard & Poor´s advirtió que una eventual parálisis del Gobierno federal en Estados Unidos impactará en su crecimiento, aunque descartó que esto motive una rebaja de la nota de su crédito.
En contraste con el impasse que hubo con el techo de deuda a mediados de este año, un cierre no sube el riesgo de un default, señaló Joydeep Mukherji, director de S&P Global Ratings a la agencia Bloomberg.
Un desenlace de esa índole afectará la actividad económica, pero es poco probable que tenga un impacto en la nota de crédito de deuda soberana, informó la agencia en un reporte.
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De no haber un acuerdo en el Congreso y caer en un shutdown (apagón), el Gobierno Federal seguirá brindando servicios esenciales y cumpliendo con sus compromisos de gasto, incluidos los de deuda, que no dependan de las asignaciones presupuestarias anuales del Congreso, explicó Mukherji.
No obstante, de extenderse la situación podría haber presiones en el financiamiento y retrasos en desembolsos en entidades financieras públicas que dejen de tener liquidez y otras fuentes de ingresos.
A largo plazo, en tanto, la reiteración de estos eventos podría derivar en una rebaja de la calificación para Estados Unidos.
En marzo último S&P advirtió que podría bajar la nota en los próximos dos a tres años si los desarrollos políticos pesan en la fortaleza de las instituciones y en la efectividad de las políticas, o ponen en jaque al estado del dólar como divisa de reserva líder en el mundo.
Por otro lado, a principios de esta semana Moody´s también dejó su intacta la calificación AAA que posee Estados Unidos, aunque también alertó que un apagón podría fortalecer la debilidad institucional y de gobernanza de Estados Unidos en relación con otros países con nota AAA.
Un cierre llevaría a cerca de 1,5 millones de trabajadores a quedarse temporalmente sin sueldo.
Ni el Senado, controlado por los demócratas, ni la Cámara de Representantes, liderada por los republicanos, lograron aún aprobar un proyecto de ley para prorrogar el presupuesto federal que expira a la 1 de la mañana del domingo hora argentina.
Las empresas privadas contratistas del gobierno federal podrían perder US$ 1.900 millones por día si se corta el financiamiento a partir del 1 de octubre, y cerca de 1,3 millones de empleados militares y 2 millones de empleados civiles no recibirían ingresos mientras dure el apagón gubernamental.
Por otra parte, un cierre provocaría una pérdida semanal de 0,2 puntos porcentuales del Producto Bruto Interno (PBI) anual que, si bien se recuperaría en gran parte luego de restaurarse el financiamiento, tendría como consecuencia un impacto moderadamente negativo por la actividad económica que no se realizó y la incertidumbre, según un reporte de Bloomberg Economics.
Cuanto más dure un cierre, más se esparce fuera de los empleados federales, generando un mayor impacto indirecto, analizó el analista de Goldman Sachs, Alec Phillips.
Durante la presidencia del expresidente, Donald Trump, Estados Unidos vivió en 2018 su "shutdown" más largo. Según varias estimaciones, el PBI perdió entonces más de US$ 3.000 millones.
Con información de Télam