Marcelo Gallardo: el gran refundador

27 de noviembre, 2021 | 10.12

River es un equipo de autor y no desde hace dos años, ni tres, ni cuatro, ni cinco, ni seis: siete son los años en los que Marcelo Gallardo fundó y refundó a los de la banda roja hasta consumar una de las rachas más fecundas de su rica tradición.

Entiéndase, por equipo de autor, una impronta sencilla de reconocer en la que la mano del entrenador se ve en el concepto general, en el uno por uno, en su capacidad de adaptación incluso a las etapas más adversas y en una continuidad que traza elementos comunes y persistentes.

¿Qué es jugar bien al fútbol?

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Bueno, desde que el fútbol del fútbol el quid de esa cuestión persiste entre sabios de la tribu, baqueanos del tablón y futboleros en general.

Pero por buscar un ingrediente por dónde entrar a este punto podría establecerse que jugar bien al fútbol –un deporte con pelota de oposición directa- es potenciar la materia prima propia, mermar la influencia de la materia prima ajena y en ese interjuego imponer condiciones y en el mejor de los casos llenar el cartón lleno de Las Cuatro P: posesión, posición, precisión y poder de juego.

De eso y de algunos valores más han tenido los River del Muñeco Gallardo (y conste lo de "han tenido" por cuanto de sus declaraciones últimas se desprende un no sé qué a despedida): por ejemplo, el valor supremo de estar convencido, convencer y tender al enriquecimiento general.

A veces se nota mucho que los futbolistas hacen al director técnico mejor de lo que es y a veces se nota mucho que el director técnico hace mejores a sus jugadores.

Como Gallardo, que aceptó, pudo y brilló en la aceptación de sucesivas sangrías, planteles armados y desarmados cada temporada, ventas de las joyas más luminosas de la cantera (Exequiel Palacios, Lucas Martínez Quarta, Gonzalo Montiel, sigan firmas) y, como en el caso del campeonato que acaba de coronar, un inusitado número de lesiones de jugadores primordiales.

La premonición de Alejandro Sabella se hizo realidad: "escuchen y vean a Gallardo, de fútbol parece saberlo todo".

Y si no lo sabe todo, por lo menos sabe mucho o en todo caso lo suficiente para ser quién es: la aparición más rozagante del fútbol argentino en el arte del pizarrón, disponer las piezas en los 105 x 70 de la cancha y dotarlos de las herramientas capaces de competir, protagonizar y triunfar.

(Un camino, conste, no exento de tropiezos, de curvas descendentes y de derrotas, algunas dolorosas e incluso alguna con algún viso humillante, como en un Mundial de Clubes).

Pensar que 18 de enero de 2022 cumplirá 46 años, que colgó los botines en junio de 2011, que a los pocos días ya estaba a cargo del plantel de Nacional de Montevideo, un puñado de meses después era campeón y que en mayo de 2014 estuvo a un puñado de ser el DT de Newell´s y por imperio de una providencial llamada de Enzo Francescoli llegó a River para escribir una historia que ya consta en el bronce.

Por último, para que sea dicho de una vez: decida lo que decida a fin de año, y con el debido respeto a River y al fútbol argentino, el Muñeco Gallardo ya está para las grandes ligas.

Con información de Télam