Atletas y funcionarios israelíes, la alcaldesa de París y responsables del Comité Olímpico Internacional rindieron homenaje el martes a los miembros del equipo olímpico israelí asesinados por hombres armados palestinos en los Juegos Olímpicos de Múnich de 1972.
Once israelíes fueron asesinados en un ataque contra la villa olímpica de Múnich donde se alojaban, y que contaba con escasa seguridad.
"El 5 de septiembre de 1972 es el día más oscuro de la historia olímpica", dijo el presidente del COI, Thomas Bach, en la ceremonia celebrada en la embajada de Israel durante la segunda semana de los Juegos Olímpicos de París. "Todo fue destrozado con el horrible atentado terrorista contra el equipo olímpico israelí hace 52 años".
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En medio de las crecientes tensiones geopolíticas por la guerra de Israel en Gaza, la ceremonia conmemorativa, que en un principio iba a celebrarse justo antes del comienzo de los Juegos frente al Ayuntamiento de París, se trasladó a la fuertemente protegida embajada israelí.
"El dolor sigue siendo eterno", declaró el presidente israelí, Isaac Herzog, por videoconferencia. "Nunca olvidaré las lágrimas, la conmoción (...) los Juegos Olímpicos que representaban la alegría se convirtieron en tragedia".
El atentado de Múnich contra el equipo israelí, perpetrado por hombres armados asociados al grupo guerrillero palestino Septiembre Negro, conmocionó al mundo y se desarrolló en gran parte en directo por televisión, seguido por millones de personas.
Ocho militantes se infiltraron en la Villa Olímpica e irrumpieron en los apartamentos de los atletas israelíes, desencadenando un sangriento enfrentamiento de 24 horas que comenzó con una lucha entre los tiradores y los atletas desarmados que intentaron defenderse.
Los tiradores mataron a dos atletas y tomaron como rehenes a nueve, que posteriormente murieron tras un intento fallido de rescate por parte de la policía alemana. Un policía alemán y cinco de los hombres armados palestinos murieron también en un tiroteo tras el enfrentamiento en la villa olímpica y en el cercano aeródromo de Fuerstenfeldbruck.
Tres militantes fueron capturados pero liberados en octubre a cambio de rehenes a bordo de un avión alemán secuestrado. Las autoridades alemanas y olímpicas recibieron duras críticas por su respuesta al atentado.
Los Juegos de 1972 continuaron después de los atentados y el COI tardó casi medio siglo en atender las peticiones de las familias para que se celebrara un acto oficial de conmemoración en un evento olímpico.
(Redacción de Ingrid Melander; Editado en español por Héctor Espinoza)