La afgana Zakia Khudadadi compitió el jueves en los Juegos Paralímpicos, convirtiéndose en la primera mujer de su país en hacerlo desde Atenas 2004, tras un esfuerzo internacional secreto para ayudar a taekwondista a salir de Kabul, controlada por los talibanes.
La joven de 22 años y su compatriota Hossain Rasouli llegaron a Tokio el sábado vía París, después de que Khudadadi hiciera un pedido de en video para abandonar la capital afgana tras la llegada de los talibanes al poder.
Khudadadi entró el jueves en la arena de competición del Makuhari Messe, en Chiba, con un hiyab blanco para el combate inaugural del debut paralímpico de este deporte de combate. Se convirtió en la segunda mujer que compite por Afganistán en los Juegos Paralímpicos, que comenzaron en 1960.
Khudadadi no habló con los periodistas después de perder sus dos combates, mientras que Rasouli compitió el martes en el salto de longitud masculino. Ambos atletas habían dicho que no deseaban tener contacto con la prensa.
No se supo de inmediato qué piensan hacer los atletas afganos después de los Juegos, pero Alison Battisson, de Human Rights for All, que participó en su evacuación, dijo a Reuters que Australia les había concedido visados humanitarios.
Los deportistas no habían podido viajar como estaba previsto en un principio, después de que miles de personas se precipitaran al aeropuerto de Kabul tratando de huir. Los funcionarios paralímpicos habían dicho inicialmente que no llegarían a los Juegos.
Los talibanes han dicho que respetarán los derechos de las mujeres, permitiéndoles trabajar y estudiar "dentro del marco del Islam", pero muchos afganos temen que esto no sea cierto.
Durante su gobierno entre 1996 y 2001, los talibanes impidieron a las mujeres trabajar, mientras que a las niñas no se les permitía ir a la escuela.
Con información de Reuters