La inflación anual de Brasil se situó algo por debajo de las previsiones del mercado en diciembre, pero aún así cerró 2024 por encima del límite superior del rango objetivo del Banco Central, mientras los responsables del organismo endurecen la política monetaria para que los precios vuelvan a la meta.
En la mayor economía de América Latina, la inflación a 12 meses cerró el año pasado en un 4,83%, dijo el viernes la agencia de estadísticas IBGE, por debajo tanto del 4,88% esperado por los economistas encuestados por Reuters como de la cifra del mes anterior del 4,87%.
Pese a la modesta relajación de los datos principales, los economistas creen que la cifra no impedirá que el Banco Central brasileño continúe con las subidas de las tasas de interés.
Este contenido se hizo gracias al apoyo de la comunidad de El Destape. Sumate. Sigamos haciendo historia.
El banco había declarado anteriormente que era casi seguro que la inflación terminaría 2024 por encima de su rango objetivo del 1,5%, al 4,5%, en un nivel que espera que se mantenga hasta el tercer trimestre antes de que se inicie un descenso.
Los responsables de política monetaria del banco se han enfrentado a un escenario difícil marcado por una actividad robusta, un mercado laboral tenso y unas expectativas de inflación no ancladas, a pesar de las proyecciones de una senda de tasas más agresiva a lo largo de este año.
El mes pasado votaron de forma unánime en favor de acelerar su ritmo de endurecimiento con un alza de 100 puntos básicos, situando las tasas en el 12,25%, y señalaron movimientos similares para las dos próximas reuniones en su intento de alcanzar el objetivo oficial de inflación del 3%.
"No hay mucho en esta publicación del IPCA que impida que el Copom (comité de fijación de tasas) siga su orientación dada en su reunión de diciembre", dijo Jason Tuvey, economista jefe adjunto de mercados emergentes de Capital Economics.
Sólo en diciembre, los datos del IBGE mostraron que los precios al consumidor medidos por el índice de referencia IPCA subieron un 0,52%, algo por debajo del aumento del 0,57% esperado en el sondeo de Reuters, pero acelerándose desde el incremento del 0,39% del mes anterior.
La cifra mensual se vio impulsada por el aumento de los costos de alimentación y bebidas, que subieron un 1,18% en el periodo. Los precios del transporte y la ropa también subieron, según la agencia de estadísticas, mientras que los de la vivienda bajaron.
"Se trata de un final de año relativamente positivo, pero poco alentador, ya que las perspectivas de inflación se han deteriorado de manera significativa", dijo Andrés Abadía, economista jefe para América Latina de Pantheon Macroeconomics.
"Los indicadores adelantados y la inercia desfavorable sugieren que la inflación se mantendrá incómodamente alta en los próximos meses, obligando al Copom a seguir endureciendo las tasas", señaló.
Con información de Reuters
Cerrar sesión