La reciente nominación de El Niño y la Garza -nueva obra maestra de Hayao Miyazaki- a la terna Mejor película de animación en los premios Oscar revivió el cariño por las historias y universos fantásticos de Studio Ghibli, productora responsable de la creación de bestias adorables como Totoro y mundos que alucinan a grandes y chicos, como en El Viaje de Chihiro. En su nuevo largometraje, Mahito, un joven que perdió a su madre, viaja a un plano donde habitan vivos y muertos, junto a una garza que habla.
Una de las curiosidades del filme japonés es que en su versión doblada al español cuenta con el talento del actor y cantante mexicano Alfonso Herrera (quien tras su paso por el grupo musical RBD, consiguió roles en series y películas populares como Sense8, Ozark y El baile de los 41, entre otras) en la voz de la garza parlanchina, uno de los personajes más entrañables de la aventura. “No es la primera vez que hago doblaje, pero no es un espacio que comúnmente transito. Cada vez que lo hago trato de que sea con mucho respeto y escucha, y siguiendo las órdenes de mi director o mi directora, en este caso Leyla Rangel, una gran maestra”, señaló Herrera en una entrevista exclusiva con El Destape donde habló de su trabajo en El Niño y la Garza y adelantó su próxima película, que lo tendrá junto a la popular escritora Camila Sosa Villada.
¿Cómo te incorporás al elenco de El Niño y la Garza?
- Yo no estaba dentro de las posibilidades ni de los planes del doblaje en español de la película. Fui a tocar la puerta para decirles que me encantaría ser parte del proyecto, ya que Miyazaki generalmente nos tiene acostumbrados a decir que es ‘la última vez’ que va a filmar. Esperemos que esto no sea así, pero tomando en cuenta el contexto puede ser que sí sea. El resultado fue como aventurarme a una posible última oportunidad de ser parte del Studio Ghibli.
Miyazaki dijo que es la película "para que su nieto lo recuerde después de su muerte”, ¿qué emociones te genera la historia de Mahito?
- Cuando vi el material dije "esto es una carta de amor al mundo" y creo que el mensaje que Miyazaki le está dejando a su nieto -y a todos sus seguidores- es que el amor es la única salvación. Cada uno es arquitecto de su propia vida: en la historia de El Niño y la Garza vivimos ese proceso a través de los ojos de un chico de 12 años que entiende lo que es la responsabilidad y lo que es lidiar con un duelo, sobrepasarlo y hacer las paces con su pasado.
Por otro lado, en el cine de Miyazaki los silencios dicen más que un diálogo entero. Eso es emocionalmente impactante. Hay un trabajo de personajes mucho más profundo, con más introspección. Ese tempo japonés da unos resultados totalmente distintos a los que pueden verse en lo cotidiano en películas norteamericanas.
¿Creés que la película puede ganar el Oscar y destronar a Disney, compañía siempre nominada por la Academia?
- Sí, sin dudarlo. Es interesante el planteo porque, a veces, este tipo de premios tienen mucho más que ver con el lobby y con el contexto, más que con el mérito artístico que pueda tener el proyecto. Y lo digo con mucha objetividad y transparencia. Yo hubiese metido El Niño y la Garza en la terna Mejor Película, porque es darle un poco de respeto a la animación. Aún así no creo que haya prejuicio de la Academia con el cine de animación, es falta de costumbre.
La película que filmó con la escritora Camila Sosa Villada y un mensaje de alerta por el golpe a la cultura de Milei
Filmaste una película en Buenos Aires, Tesis sobre una domesticación, basada en una novela de Camila Sosa Villada. ¿Qué podés contar de ese proyecto?
- Cuando termino de hacer la película El baile de los 41 se acercó David Pablos, el director, y me regaló el libro Las Malas. Lo leí, me voló la cabeza por completo y meses después recibí el guion de Tesis para una domesticación, de Camila Sosa Villada. En ese momento me estaban buscando para otro personaje, pero yo quería hacer al abogado. Admiro mucho a Camila, es una de las plumas más ácidas, necesarias y astutas que existen en el planeta. Cuando estuve en Buenos Aires con ella fue espectacular, siento que la película de Javier Van de Couter es muy valiente y, desde mi perspectiva, necesaria por el contexto que se vive en este momento, lo que implica hacer cine en Argentina en la actualidad.
¿Estás al tanto de las noticias sobre el desfinanciamiento cultural que impulsa el presidente de Argentina Javier Milei?
- Sobre esto quiero decir que lo importante es que exista cultura. En un país como Argentina, que está ligado a la excelencia cinematográfica desde hace muchísimos años, es importante que se luche para impulsar la cultura, porque es algo que le da riqueza a la región. Si se quita eso estamos destinados a un futuro no esperanzador.