Carolina Unrein, la voz de No Binario, la nueva serie de Canal Encuentro: "Los seres humanos podemos transformarnos"

Carolina Unrein, escritora, actriz y guionista, conduce No Binario, el nuevo documental de Canal Encuentro que retrata las luchas de la comunidad LGBTIQ+.

04 de noviembre, 2021 | 20.59

Carolina Unrein, escritora, guionista, actriz y mujer trans autora de Fatal: Una crónica trans (2020) y Pendeja: Diario de una adolescente trans (2019), es la narradora de No Binario, la nueva serie documental de Canal Encuentro, una coproducción con la Universidad de Tierra del Fuego que retrata la lucha de la comunidad LGBTIQ+: desde la historia de Alex y José, la primera pareja homosexual de toda América Latina que logró casarse en 2009, y la de Juan y Pablo, la primera pareja gay que pudo adoptar legalmente en el país, hasta el día en que por fin salieron la Ley de Identidad de Género y la Ley de Cupo Laboral Trans.

A lo largo de estos cuatro capítulos, Carolina es la voz y el hilo conductor de todas estas vivencias que tienen un punto en común: la transformación, la búsqueda de la identidad y la lucha por el reconocimiento de los derechos humanos. En diálogo con El Destape Web, contó cómo fue el proceso de rodaje, cuál es la importancia de que haya más narrativas trans en el cine contadas por personas trans y hasta qué punto la existencia de un personaje trans en una ficción, como Jules de la serie Euphoria, puede impactar en la vida de un niñe, adolescente o joven que empieza a explorar el mundo por primera vez.

 

¿Cómo te llegó la propuesta de ser la narradora de No Binario y cómo fue el rodaje?

Me convocaron el año pasado, en plena pandemia. Cuando yo leí que iba a ser en Tierra del Fuego y que iba a tener que viajar le dije que sí, porque desde chica siempre tuve muchas ganas de conocer Tierra del Fuego. Siempre me pareció una provincia de la que nunca se habla mucho y algo de que esté al sur de todo me parecía súper interesante. En abril de este año viajé. El proceso de rodaje fue hermoso, el grupo humano de la universidad es súper chico pero muy cálido. Algo muy hermoso que tienen los fueguinos es que son gente muy cálida, que te hacen sentir muy en casa.

¿Vos escribiste tus partes del guion?

En realidad, está escrito en parte por Juan Pablo Lattanzi y por Lundela Rogel, la codirectora. Me pareció súper interesante porque, si bien el guion no lo escribí yo, tiene muchas de mis palabras. Unas de las cosas que hicimos antes de que yo viajara y del proceso de la preproducción fueron entrevistas en las que me preguntaron cosas de mi vida y de cómo viví yo la conquista de estos derechos que trata No Binario. Por ejemplo, si yo algún día quisiera ser madre, si me gustaría adoptar… qué me pasa con la familia, si algún día me quiero casar, todas esas cosas. Y a partir de lo que yo les contaba se armó el guión. Entonces, si bien está armado por una persona, todas las cosas que digo son cosas que de verdad me pasan.

¿Cómo se sintió tener la posibilidad de poder contar sobre vos en primera persona en un documental? Es la primera vez que lo hacés, ¿no?

Sí. Fue muy emocionante, la verdad, porque yo escribí Pendeja y Fatal a partir de esta necesidad de poder dejar un manifiesto de mis ideas, de mi experiencia, que yo sentía que hacía falta, porque no había literatura al respecto. Y dije, ‘okey, si hace falta, lo voy a hacer yo’. Y tener la oportunidad de contarlo en otro medio, para que lo vea mucha más gente, otro público, fue súper emocionante. También me trajo algo de nervios, porque de repente implica otra responsabilidad como comunicadora. Pero muy hermoso, ellos me hicieron sentir súper cómoda.

Carolina Unrein, escritora, actriz y guionista.

¿Qué lugar sentís que ocupan hoy en día las personas trans, tanto en la industria del cine como en la cultura en general?

Siento que de a poco estamos avanzando y ocupando esos espacios. No tanto así en el cine. El cine sigue siendo una industria sumamente misógina y transfóbica, pero más allá de eso… ahora estoy escribiendo un largometraje que habla sobre una persona trans y el hecho de tener esa oportunidad me da la pauta de que hay un público interesado en escuchar nuestras historias, por primera vez, contadas por nosotras.

Porque lo que viene pasando en el cine y en la cultura es que nuestras historias son contadas por otra persona: o por las madres de personas trans, o por personas cis que se interesaron un día en ganar plata con nuestras experiencias y nuestras vidas y que, en realidad, cuando se termina la película no les interesa qué es lo que nos pasa. También depende del día, hay días que me despierto y digo ‘las cosas están cambiando para bien’ y otros días me despierto y digo ‘todo sigue igual’. Pero hoy te puedo decir que, de a poco, estamos ganando terreno.

¿De dónde nacieron tus ganas de escribir para cine, específicamente?

Siempre estuvieron ahí presentes las ganas de estudiar cine, pero lo que yo en realidad sentía es que no tenía espacio en ese mundo y que nunca iba a poder pertenecer. Que ni siquiera podía llegar a intentar estudiar esa carrera porque no iba a haber espacio para mí. Sentía que el mundo no estaba construido para personas como yo, que yo no pertenecía en este mundo. Pero después de un par de intentos fallidos de estudiar carreras que en realidad no me interesaban, decidí mandarme al cine.

Carolina Unrein, escritora, actriz y guionista.

Siempre me interesó poder contar historias y me di cuenta de que es lo que me apasiona. Y tuve la oportunidad de entrar a la ENERC (Escuela Nacional de Experimentación y Realización Cinematográfica) en el primer intento. Me sentí súper suertuda, porque no es la suerte que tienen muchas personas que intentan entrar. Además, este año ya empecé a trabajar como guionista en algunos proyectos, así que estoy contenta y con ganas de abrazar a esa adolescente que tenía ganas pero tenía miedo y decirle que al final se re podía.

Ya escribiste Pendeja y Fatal. ¿Sentís que tenés más cosas para decir? ¿Y las dirías a través del cine o de los libros?

Siento que lo que hice hasta ahora en Fatal nació desde la urgencia de contar una historia en primera persona que me parecía que hacía falta. Yo creo que eso ya está, que los libros son un buen documento y que más adelantada en mi carrera los voy a leer y decir ‘esto estuvo buenísimo’, pero me interesa empezar a contarme a partir de historias de otras personas y de personajes ficticios. Porque me parece que, cuando escribís, no estás escribiendo sobre esa cosa ficticia, estás escribiendo un montón sobre vos, e inevitablemente, es tu perspectiva de cómo vos entendés el mundo y las relaciones humanas y es eso lo que me interesa.

¿Qué sensaciones te quedaron después de escribir cada uno de estos libros? ¿Te pasó de decir ‘me faltó hablar sobre esto’ o ‘esto no me gustaría haberlo contado o haberlo contado diferente’?

Son dos libros totalmente distintos. Pendeja es mucho más juvenil y después de hacerlo, si bien me encantó, porque tiene reflexiones muy inocentes y muy genuinas de la juventud, despreocupadas, distendidas, sí sentía que había cosas un poco más serias que me estaban pasando y que quería contar. Por ejemplo, mi vaginoplastía, mis experiencias de abuso, que me atraviesan distinto que a otras mujeres porque es la experiencia trans. Y a partir de ahí nació la idea de escribir Fatal, para ahondar en conceptos un poco más profundos sobre el género y lo que significa ser mujer y ser una mujer trans hoy.

Entonces, nació este concepto de escribir cómo me pensaba en ese momento. Empecé a tener una crisis identitaria, porque me enamoré, de repente, de una mujer. Y mi concepto de lo que significaba ser mujer era estar con varones. Mi validez como mujer estaba siempre determinada por un varón y de repente me di cuenta de que me gustaba una mujer. ¿Y eso qué significa? ¿En qué me convierte? Entonces, se trató un poco de dejar plasmado eso en ese libro. Y hoy me siento muy contenta, pero también, si bien no me arrepiento, siento que fue un montón de exposición. Eso es lo que tiene hablar en primera persona. Y creo, también, que fue una decisión sana empezar a pensar en la ficción y a contarse a partir de las herramientas que ofrece.

Segundo libro de Carolina Unrein, Fatal: Una crónica trans (2020).

Hiciste un podcast sobre el personaje de Jules, de la serie Euphoria, interpretado por la actriz trans Hunter Schafer, que también escribió su guión en un capítulo actuado por ella. ¿Cuál te parece que es la importancia de que haya más narrativas trans en el cine, más allá de documentales, con respecto a personajes ficticios, como es el caso de Jules?

Sumamente importante. Más allá de que es necesario para que un montón de personas, de niñes como yo, que necesitan verse reflejades en esas historias, puedan identificarse y ver que hay una vida posible más allá de los límites que el mundo les dice que van a tener si deciden transicionar y vivir su vida auténticamente, creo que hacen falta nuestras historias porque nosotres representamos algo que al sistema le conviene que la gente no sepa: que los seres humanos tenemos la capacidad de transformarnos.

Las personas trans somos totalmente peligrosas para el sistema, porque representamos en carne propia que los seres humanos podemos transformarnos y convertirnos en eso que deseamos ser. Al sistema no le conviene que la gente pueda percibir su deseo, que pueda cambiar, que pueda ser algo más de eso que le dijeron que tiene que ser. No es necesario que a partir de una historia trans te des cuenta de que vos también sos trans. También te podés dar cuenta de que no querés ser más doctor y estudiar periodismo o irte de mochilero, y eso está buenísimo.

Algo que tiene también No Binario es que nuestras historias están atravesadas por una búsqueda que es meramente humana. El reconocimiento de nuestra humanidad, más allá de nuestras identidades y de nuestras luchas, somos seres humanos detrás de eso, que queremos que nos vean por quienes somos. Y yo creo que muchas personas, sean trans o no, se pueden sentir identificadas. Por eso hace falta que haya más historias como la de Jules y la mía en televisión.