Julia Armfield: "Creo que el terror es el género más romántico y siempre fue así"

01 de octubre, 2022 | 14.16

(Por Leila Torres) La escritora británica Julia Armfield, por estos días de visita en la Argentina para participar del Filba, entrelaza lo romántico y lo tenebroso en su novela "Nuestras esposas bajo el mar", donde aborda temáticas como el cuerpo, el duelo y lo queer a través de la historia de una relación amorosa entre dos jóvenes que, como el mar, sugiere que "se puede ser calmo en la superficie pero verdaderamente brusco en el interior".

Armfield, que nació en Londres en 1990, entró en la escena literaria con "El gran despertar", un libro de cuentos fantásticos publicado en el país por la editorial Sigilo y traducido por Marcelo Cohen. El título elegido corresponde al cuento ganador del premio White Review como mejor relato corto en 2018. En esa antología, la narradora aborda la extrañeza con respecto al propio cuerpo, la adolescencia, las metamorfosis y la enfermedad. Muchas de esas temáticas emergen con potencia en "Nuestras esposas bajo el mar", su primera novela, que acaba de llegar al país editada por el mismo sello y con traducción de Virginia Higa.

"Puede parecer inventado decir que siempre quise escribir pero definitivamente fue así. A lo mejor, no recuerdo exactamente si alrededor de los cinco empecé a decir que quería escribir, pero me conté historias de que fue así", cuenta Armfield a Télam en el patio externo del hotel donde se aloja por estos días.

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La escritora siempre pensó que "era buena escribiendo", hasta que cumplió 25 años. "Me di cuenta que lo que había escrito hasta ese momento era terrible. Entonces fue muy importante abandonar la escritura de cuentos cuando estaba intentando escribir novelas. Los cuentos son muy útiles porque puedes terminarlos hasta que te sientes satisfecho y fueron muy importantes para mí porque me hicieron dar cuenta de que podía escribir. Aunque fue un proceso muy muy largo, fue algo que siempre quise hacer", confiesa Armfield con una sonrisa.

En "Nuestras esposas bajo el mar" se narra la historia de dos jóvenes que construyen un matrimonio repleto de complicidad y felicidad hasta que Leah, bióloga marina de profesión, se embarca en una expedición en submarino que se extiende más de lo pautado. Cuando finalmente Leah vuelve a la superficie y se reencuentra con Miri, lleva consigno las marcas de su experiencia en el fondo del océano: come apenas, vive absorta en sus pensamientos y por las noches deja correr el agua de los canillas del baño ¿Qué tanto puede transformarse un cuerpo? ¿Puede lo siniestro convivir con lo amoroso? Para la escritora británica, "el horror y el romance brotan del mismo centro. Ambos tratan sobre el miedo y la muerte".

-Télam: ¿Cuáles fueron los disparadores a la hora de escribir la novela?

-Julia Armfield: Lo que pasa en Gran Bretaña, a lo mejor es así acá también, es que una vez que escribís una colección de cuentos a las editoriales hay que darle una novela. Entonces, sentí que estaba atrapada en el hecho de tener que eventualmente escribir una. En un comienzo, escribí una novela enteramente diferente que no quise publicar, y después escribí ésta en reemplazo. Estaba pensada para ser breve pero no funcionó. Escribí un cuento sobre una persona que va hasta el fondo del océano y sobre alguien que es dejado en la tierra. Cuando lo analicé, me di cuenta que los personajes tenían potencial para que la estructura fuera más grande. Entonces, lo que tuve que hacer fue presionar a los mismos personajes, hacerlos más reales porque gran parte de escribir novelas implica, no necesariamente hacer personajes más agradables, pero sí hacerlos tolerables, porque los lectores pasan más tiempo con ellos. Quería escribir sobre ser queer, sobre la especificidad de ser dos mujeres en esa situación. Quería hablar sobre el duelo, sobre el cuerpo -como usualmente hago- y qué tan inusuales son estos cuerpos.

-T.: ¿Considerás que tu novela deba estar catalogada dentro del género Lgbtiq+ por incluir una pareja homosexual protagónica o se debería correr de esta etiqueta?

-J.A.: No tengo problema con que se catalogue así porque las personas etiquetan las cosas para volverlas propias. Es un libro enteramente escrito en clave Lgbtiq+ y es de ficción, es de terror, es de lo que quieras. No quiero ser prescriptiva sobre eso porque no me interesa. Una amiga me dijo sobre el amor entre las protagonistas: "Es tan universal". Pensé: "Genial, pero son lesbianas". Y el punto de que sean lesbianas hace que no sea la experiencia que tienen un hombre y una mujer.

-T.: En las primeras escenas de la novela, se describe su casa como sucia y desordenada, ¿este escenario refuerza o habla de la relación deteriorada de las protagonistas?

-J.A: Eso es interesante, no lo había pensado antes. La novela tiene como escenario dos lugares: la mayor parte del tiempo o se está en el submarino o se está en el hogar. No necesariamente si tenés una relación llena de problemas, tu casa está desaliñada. Pero la mayor parte del tiempo se trata de cómo el espacio fue abandonado a partir de que la relación se fue deteriorando. Se hubiera sentido como un error escribir sobre una casa ordenada. Miri es la ordenada de las dos, entonces tenía que ver con que -cuando algo va mal con nuestra vida- es muy fácil abandonar las reglas que nos mantienen en marcha, como hacer la limpieza y las compras. Pienso que apareció naturalmente que así tenía que ser el caso.

-T.: ¿Por qué decidiste entrelazar lo romántico con lo tenebroso?

-J.A.: Creo que el terror es el género más romántico y siempre fue así. El horror y el romance brotan del mismo centro. Ambos géneros tratan sobre el miedo y la muerte, sobre que se está asustado ante la pérdida. Siempre quise escribir sobre ambos temas porque estar enamorado muchas veces es como estar horrorizado, pero en un lindo sentido. Además, estoy muy interesada en cómo la normalidad queda por encima de situaciones muy bizarras. Las personas actúan normalmente incluso cuando situaciones muy extrañas están ocurriendo. Hay una parte de la novela en la que Miri está reflexionando, retrospectivamente, sobre el momento en que se dio cuenta de que la persona que verdaderamente amó se había ido para siempre, es terrible darse cuenta de cuánto tiempo dedicaste a una persona.

-T.: ¿De qué manera dialoga el mar, tan plácido por momentos y tan tormentoso por otros, con la historia de Leah y Miri?

-J.A..: El carácter del mar es el punto central de la novela, porque habla de ser diferentes todo el tiempo. Se puede ser calmo en la superficie pero verdaderamente brusco en el interior. Hay un momento en la novela en que los personajes ven islotes de hielo sobre el agua y Miri los mira sintiendo que está cambiando todo el tiempo, aunque crea que no. El punto del océano es que cambia en apariencia, es diferente todo el tiempo. Nosotros somos diferentes según con quien estemos.

-T.: ¿Es por eso que incluís al comienzo del libro una cita del clásico "Moby Dick" de Herman Melville?

-J.A.: Sí, porque la novela trata también sobre viajes, sobre sentirse lejos. Me siento así ahora, estoy muy lejos de mi hogar en este momento y es muy extraño sentirme totalmente diferente. Claramente no estoy en el fondo del océano, lo cual es muchísimo mejor. La novela trata sobre cómo te relacionas con la persona que amas cuando vuelve de un lugar y a penas la reconoces.

-T.: ¿Podría ser una novela también sobre la extranjeridad?

-J.A.: Sí, creo que sí. Pienso que es como cuando las personas van a la guerra y después tienen que seguir relacionándose con una persona cuya experiencia es tan diferente a la suya y eso afecta la relación. Y también es sobre el trauma. Es muy difícil relacionarse con las personas que amás cuando están atravesando una depresión, o un duelo. Siempre me resultó muy peculiar cómo el trauma puede cambiar a las personas. Porque Miri quiere que Leah sea exactamente como era antes... es tan complicado no aceptar que la persona que amás es diferente. No siempre se sabe si es posible volver a amar a alguien que cambió tanto.

-T.: Miri suele traer a su madre en sus reflexiones ¿Cómo dialoga el vínculo materno con el vínculo amoroso que tienen las protagonistas?

-J.A.: En este caso, es sobre cómo una madre quiere ser una madre diferente de la que es, de aceptar que su hija es queer. Gran parte de la novela es sobre cómo Miri es distinta con su madre, con sus amigos heterosexuales, con su familia o con Leah. Se trata sobre dejar ir a su madre pero también sobre dejar ir la versión de ella que la madre esperaba que fuera.

-T.: Tanto en tu libro de cuentos como en novela recurrís a la temática de la enfermedad ¿Por qué llevarla a la ficción?

-J.A.: Creo que es porque le tengo miedo a la enfermedad y es arriesgado escribir género de terror si no le tenés miedo a los temas sobre los que escribís. Escribir sobre la enfermedad es escribir sobre la incapacidad de tener control sobre ella. Eso puede sonar incómodo pero tener un cuerpo se trata mucho de aceptar que se puede romper. Incluso aunque nada malo te pase, y seas increíblemente afortunado, eventualmente vas a volver viejo y te vas a morir. Entonces, tener un cuerpo es jugar un juego en el que eventualmente vas a perder. La enfermedad me asusta y me interesa.

Con información de Télam