Inspirada en un concepto abandonado por la NASA en los 80, la Dream Chaser de Sierra Space promete acercarnos a una nave al estilo Star Wars en pleno vuelo espacial. Con alas retráctiles y la capacidad de aterrizar en cualquier pista de aeropuerto convencional, su diseño revolucionó la ingeniería aeroespacial.
El objetivo de esta innovadora nave es ofrecer un diseño reutilizable, que pudo ser utilizado hasta 15 veces antes de ser desmantelado. Gracias a esta característica, la Dream Chaser consiguió un contrato con la NASA para abastecer a la Estación Espacial Internacional (ISS).
Actualmente, la nave se encuentra enfrentando las últimas pruebas antes de su primer viaje al espacio. Su misión es realizar siete entregas a la ISS, lo que demuestra su capacidad de ser una alternativa renovable al transbordador de carga Dragon de SpaceX, gracias a su capacidad de atravesar la atmósfera y aterrizar en pistas de 3.000 metros de largo.
La Dream Chaser se convertirá en el primer avión espacial jamás creado. En estos momentos, se están instalando los escudos térmicos que permitirán que la nave pueda salir al espacio y regresar a la Tierra sin problemas durante la reentrada en la atmósfera. Si todo sale bien, el próximo mes de septiembre veremos hasta qué punto la Dream Chaser cumplió con este particular sueño.
"Estamos emocionados de tener al Dream Chaser en nuestras instalaciones, preparándose para su misión hacia la Estación Espacial Internacional", señaló uno de los ingenieros encargados del proyecto y agregó: "Este avance representa un logro significativo en la carrera espacial y nos llena de orgullo poder formar parte de esta nueva era de exploración".
La increíble Dream Chaser se encuentra ahora en la Costa Espacial de Florida, listo para dar su próximo gran paso. El vehículo robótico, construido por Sierra Space en Colorado, arribó al Centro Espacial Kennedy (KSC) de la NASA el sábado pasado para someterse a las últimas pruebas y procesamiento antes de su primer vuelo de carga hacia la Estación Espacial Internacional (ISS).
Así entrenan los astronautas de la NASA para volver a la Luna
La NASA se enfrenta a numerosas complicaciones en el programa Artemis, lo que generó incertidumbre en torno al regreso de los astronautas a la Luna. A pesar de los desafíos técnicos, financieros y políticos, la agencia espacial reveló imágenes del entrenamiento de los astronautas para la misión Artemis III, programada para septiembre de 2026.
Además, se mostraron los vehículos que utilizarán en el viaje. Aunque se presentaron obstáculos, la NASA sigue trabajando en el desarrollo de tecnologías innovadoras y en la capacitación de los astronautas para superarlos.
Durante las pruebas en el campo volcánico desértico San Francisco, cerca de Flagstaff, en el estado de Arizona, se pudo observar a los astronautas Kate Rubins y Andre Douglas utilizando maquetas de sistemas de trajes espaciales mientras se desplazaban por el desierto. Estas pruebas incluyeron operaciones lunares y ejercicios de exploración geológica para simular las condiciones del polo sur de la Luna. Estas pruebas fueron fundamentales para probar todos los sistemas, hardware y tecnología necesarios para llevar a cabo las operaciones lunares con éxito durante las misiones Artemis.
Los astronautas caminaron con cuidado a través del paisaje oscuro, valiéndose de las luces que llevaban en sus cascos y en la mano para ayudarse en su tarea. Rubins en particular estaba encantada de tener una luz de mano que podía dirigir hacia donde quería, además de las luces montadas en el casco. “Es totalmente necesaria una luz que ilumine el área cerca de mis pies”, sostuvo durante el control de la misión durante la caminata, información que podría ayudar a los astronautas cuando hagan lo mismo a 400.000 km de distancia de nuestro planeta.
La agencia espacial estadounidense busca establecer una capacidad sostenible a largo plazo en la Luna, con el objetivo de establecer instalaciones o bases duraderas en el polo sur. Esto requiere un rover duradero y recargable, capaz de transportar diversas cargas útiles, realizar investigaciones científicas y moverse de forma autónoma. Sin embargo, este objetivo también presenta desafíos que deben superarse.
A pesar de las dificultades actuales, la NASA y sus socios continúan trabajando para cumplir con el programa Artemis y enviar astronautas a la Luna en 2026. “Hay muchas cosas que necesitamos volver a aprender o descubrir. Y por eso estamos trazando el camino mientras lo navegamos”, indicó Juliane Gross, científica planetaria del Centro Espacial Johnson (JSC) de la NASA en Houston, Texas, quien supervisará las muestras de Artemis cuando regresen a la Tierra.