Un hecho pasado que aún resuena en la memoria colectiva fue el escándalo que puso en riesgo la reputación de Máxima Zorreguieta y su posición como reina. En el año 2016, debido a su hermana Inés Zorreguieta, la reina de Países Bajos fue acusada de tráfico de influencias. Sin embargo, es importante contextualizar esta acusación remontándonos a los sucesos pasados.
Inés Zorreguieta, reconocida como la hermana favorita de la reina de Países Bajos, nació en diciembre de 1984 y se convirtió en la benjamina del clan Zorreguieta, llevándose 13 años con su hermana mayor, quien posteriormente llegaría a ser monarca. Siendo la más joven, Inés conquistó el corazón de su hermana, permitiéndole actuar como dama de honor a los 17 años y portar la cola del vestido de novia.
La reina de los Países Bajos intentó en varias ocasiones que su hermana menor se estableciera en Ámsterdam con el consentimiento de la corte holandesa, incluso convirtiéndola en madrina de bautismo de la princesa Ariane. Sin embargo, este vínculo aparentemente perfecto se vio manchado por la polémica.
Nadie esperaba que Inés Zorreguieta, la sonriente madrina de la hija menor de los reyes de Países Bajos, luchara contra la depresión y un trastorno alimentario que la llevarían a ser internada en una clínica psiquiátrica en 2012 y, lamentablemente, a quitarse la vida en 2018.
Con un destacado currículum, Inés Zorreguieta inició su carrera laboral en Naciones Unidas en Panamá. Sin embargo, en 2016, recibió un nuevo cargo por parte del gobierno argentino y ahí fue cuando surgieron los problemas, tanto para ella como para la reina de los Países Bajos.
En ese entonces, el presidente Mauricio Macri y la ministra de Desarrollo Social, Carolina Stanley, designaron a Inés como directora de Despacho y Mesa de Entradas de la dirección general de Administración de la secretaría ejecutiva del Consejo Nacional de Coordinación de Políticas Sociales, un puesto que dependía de la Presidencia. El problema radicaba en que la hermana de la reina no cumplió con los requisitos mínimos establecidos para ocupar dicho cargo.
La reacción de la prensa no se hizo esperar. Muchos recordaron que la familia de la reina y los Macri veraneaban juntos en Argentina cada año, e incluso se mencionó que Máxima tenía buena relación con Juliana Awada, esposa de Mauricio Macri. También se rescataron muestras de apoyo de Máxima hacia el presidente.
Las críticas sobre la posible influencia de la reina en la decisión del presidente argentino aumentaron. Ante esto, la embajada de Holanda en Argentina se vio obligada a emitir un comunicado asegurando que Máxima no tuvo ninguna participación en el nombramiento de su hermana. Después de 180 días, Inés dejó su cargo y nunca más se supo de ningún otro trabajo que haya tenido.
Cómo se hicieron amigos Máxima Zorreguieta y el diseñador Benito Fernández
La relación entre Máxima Zorreguieta y Benito Fernández trascendió lo profesional para convertirse en una amistad sólida y duradera. La reina de los Países Bajos, reconocida por su estilo elegante y sofisticado, contó durante años con la visión y el talento del diseñador argentino. Sin embargo, el vínculo entre ambos no se forjó de manera instantánea, sino que se desarrolló a lo largo de años de colaboración en eventos diplomáticos y celebraciones reales. Esta amistad no solo marcó la carrera de Benito, sino que también contribuyó al impecable estilo de Máxima en la escena internacional.
El primer acercamiento entre Máxima Zorreguieta y Benito Fernández tuvo lugar hace más de veinte años, cuando la hoy reina de los Países Bajos aún no había alcanzado la notoriedad mundial que tiene en la actualidad. La conexión inicial no fue directamente con ella, sino con su hermano, Martín Zorreguieta. Martín contactó a Fernández para que diseñara los vestidos de su entonces pareja, Mariana Andres, y de otras cinco amigas para una boda. Este encargo marcó el inicio de lo que más tarde se convertiría en una estrecha relación entre la futura reina y el diseñador.
Fernández recuerda ese primer encuentro como un momento inesperado. Después de que Máxima viera el excelente trabajo del diseñador en los vestidos de las amigas de su hermano, decidió visitar personalmente el estudio de Fernández en Buenos Aires. El detalle que sorprendió al diseñador fue que, lejos de acudir con un equipo de asistentes o seguridad, Máxima subió los dos pisos de su estudio y esperó pacientemente mientras el diseñador de modas terminaba de atender a otra clienta.
Primeros trabajos para Máxima Zorreguieta
Una de las primeras colaboraciones entre Máxima Zorreguieta y Benito Fernández fue la creación de vestidos para una gira por Latinoamérica. Esta oportunidad permitió que la futura reina luciera las creaciones del diseñador argentino en un escenario internacional, consolidando la confianza entre ambos. A partir de ese momento, Fernández se convirtió en una figura clave en el guardarropa de Máxima, diseñando atuendos para importantes eventos diplomáticos y familiares.
A lo largo de los años, Máxima llevó los vestidos de Fernández en diversas ocasiones, desde bodas reales hasta giras diplomáticas. La combinación de la elegancia natural de la reina con el talento creativo del diseñador fue aclamada en repetidas ocasiones por la prensa internacional. Incluso el día en que se anunció que Máxima se convertiría en reina consorte de los Países Bajos, Benito Fernández estuvo presente, asesorando y acompañando a la reina en uno de los momentos más trascendentales de su vida.