El estado de salud del rey Carlos III genera gran preocupación en el Reino Unido. El monarca está recibiendo tratamiento oncológico obligatorio debido al cáncer que padece. Según los rumores que cobraron fuerza en el último tiempo, su condición habría empeorado y se activó un protocolo especial en la realeza británica.
Varios medios internacionales reportaron que el monarca canceló un viaje oficial a Australia debido a su tratamiento médico, lo que encendió las alarmas sobre su deterioro físico. Expertos en realeza aseguran que el diagnóstico del rey Carlos III es preocupante, incluso hay versiones de que podría abdicar en favor del príncipe William.
Ante esta situación, habría llamado a Harry para prepararlo ante cualquier eventualidad. Según fuentes de la corona británica, el rey reveló la gravedad de su situación a su familia y solicitó al príncipe que regrese a la realeza, aunque con la condición de que lo haga sin su esposa, Meghan Markle.
En este contexto, se estima que la Casa Real Británica está preparando el operativo Menai Bridge, destinado a los funerales del Rey Carlos III. Es importante tener en cuenta que el plan de despedida del monarca se comenzó a planificar desde su asunción, debido a su particular estado de salud.
Cómo será la Operación Menai Bridge: el funeral del rey Carlos III
En medio de su lucha contra el cáncer, que fue diagnosticado a principios de 2024 después de una cirugía de próstata, el rey Carlos III de Reino Unido continúa con sus responsabilidades, incluyendo viajes internacionales. A pesar de haber pausado temporalmente su tratamiento para cumplir con sus compromisos, la enfermedad añade una inevitable sombra sobre la eventual activación de la Operación Menai Bridge.
El proceso de anunciar oficialmente el fallecimiento de Carlos III será llevado a cabo por la BBC, siguiendo la tradición establecida con la muerte de la reina Isabel II. Sin embargo, esto solo sucederá una vez que la familia real, el primer ministro en funciones y varios ministros claves hayan sido informados. Esta rigurosa secuencia de comunicación busca evitar filtraciones prematuras y garantizar la estabilidad en un momento de cambio.
El protocolo establece un periodo de diez días de luto nacional entre el anuncio de la muerte y el funeral. Durante este tiempo, el cuerpo del rey será expuesto primero en Edimburgo y luego trasladado a Londres, siguiendo un proceso similar al de su madre. Se espera que una multitud considerable se reúna para despedir al monarca, reflejando el impacto de su vida y legado.
El rey Carlos III solicitó un funeral más íntimo y discreto que el de su madre, reflejando su enfoque sobrio y económico que caracterizó su reinado. El evento contará con la presencia de alrededor de dos mil invitados, en contraste con los eventos más masivos anteriores. El rey eligió personalmente la ruta de su féretro desde el Palacio de Buckingham hasta la abadía de Westminster, así como los himnos y la música que se interpretarán durante la ceremonia.
Tras la muerte de Carlos, se espera que el príncipe William sea proclamado inmediatamente como su sucesor. El nuevo monarca ofrecerá un discurso en el que rendirá homenaje tanto a su padre como a su abuela, y dará pistas sobre el estilo de su propio reinado. Será un momento emocionante y significativo para la historia de la monarquía británica.