La reina Máxima de los Países Bajos, conocida por su elegancia y carisma, decidió romper con el protocolo y disfrutar de unas vacaciones en la Patagonia argentina junto a su familia. En un paisaje impresionante de montañas y lagos cristalinos, la monarca fue fotografiada luciendo un bikini que rápidamente se convirtió en tendencia en las redes sociales.
Máxima eligió un traje de baño de dos piezas color morado que resaltó sus atributos y a la vez mostró un estilo práctico y sofisticado. Las imágenes, compartidas en la cuenta de Instagram Chismesdeker, capturaron a la reina en un momento de desconexión total en Villa La Angostura, disfrutando de la naturaleza en compañía de su esposo, el rey Guillermo Alejandro, y sus hijas.
Aunque acostumbrada a los reflectores y las obligaciones reales, Máxima demostró que puede ser una más entre los turistas que eligen la Patagonia como destino de descanso. Alejada de los flashes y las formalidades, la Zorreguieta se muestra relajada y sonriente, disfrutando de un día al aire libre en su tierra natal.
El año pasado, Máxima estuvo en el centro de atención no solo por sus apariciones públicas, sino también por el estreno de una serie biográfica sobre su vida. Aunque aseguró que no vio ni un capítulo, ya que le da vergüenza verse representada, la reina se interesó en los comentarios de sus allegados sobre la serie y aparentemente quedó satisfecha con la forma en que se narró su historia, aunque prefiere no exponerse demasiado.
Cómo es la estancia de la Patagonia donde la reina Máxima Zorreguieta pasó Navidad y Año Nuevo
La familia real de Países Bajos llegó a la Argentina y después de su paso por Buenos Aires se hospedó en la Estancia Pilpilcurá, en Bariloche, para disfrutar las fiestas. El hotel, propiedad de la reina Máxima Zorreguieta y sus hermanos Juan e Inés, ofrece un lujo austero y se destaca por su relación con la naturaleza.
Construido en aproximadamente 1.000 metros cuadrados, el hotel cuenta solo con cinco habitaciones equipadas con lo mínimo indispensable para un turista VIP, privilegiando el minimalismo y la contemplación del entorno natural de la zona. Con un terreno de 3.000 hectáreas, la estancia ofrece paisajes de cerros rocosos, estepa y cursos de agua cristalinos, y desde allí también se puede apreciar la imponencia de los picos nevados de la Cordillera.
El restaurante del hotel ofrece gastronomía gourmet a base de productos patagónicos, combinando la excelencia culinaria con el disfrute de la naturaleza. Desde el año 2009, el hotel es administrado por Marcela Cerruti, tía de la reina de Países Bajos, quien se encargó de alquilar el campo y las viviendas a grupos enteros que ocupann la infraestructura por un mínimo de una semana.
Para poder hospedarse en la Estancia Pilpilcurá, los interesados deben completar un formulario detallado en el que se especifican sus necesidades, la cantidad de visitantes y sus características personales. A partir de allí, la gerencia del hotel responde con un presupuesto personalizado. El valor incluye servicios como alojamiento, gastronomía y paseos, y varía según las necesidades de cada grupo que visita el lugar.
Las habitaciones del hotel son minimalistas, con pisos de madera, paredes pintadas con colores claros y una decoración básica en la que predomina el blanco y la ausencia de objetos innecesarios. El mobiliario es simple pero con un toque de calidez, y las camas de dos plazas están cubiertas por un tejido artesanal. El hotel también cuenta con una sala de estar con chimenea para disfrutar de las noches cálidas.
En el exterior, el hotel tiene un cuidado césped donde se encuentra una mesa destinada a los almuerzos y a las noches agradables, con fina cristalería y manteles impecables. Además, la estancia ofrece una amplia variedad de actividades para sus visitantes, como pesca con mosca, trekking, cabalgatas, recorridos por cuevas con pinturas rupestres, tareas rurales con el gaucho local, avistaje de cóndores, águilas y ciervos, y paseos a caballo.
Se espera que la familia real de Países Bajos disfrute de la estancia hasta mediados de enero, siendo una estancia perfecta para vivir la naturaleza patagónica y relajarse en un entorno exclusivo y tranquilo.
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