Desde hace décadas, Juan Campodónico es un nombre clave en la música latinoamericana. Como creador y líder de proyectos icónicos como Bajofondo, Campo y Peyote Asesino, o como productor de artistas de la talla de Jorge Drexler, Cuarteto de Nos y No Te Va Gustar, dejó una huella indeleble en el panorama musical. En este 2024, da un nuevo giro en su carrera con el lanzamiento de un álbum bajo su propio nombre, una propuesta que refleja su esencia artística más personal. Entre los adelantos que nos comparte, De un fulgor a otro se destaca como un viaje sonoro único, inspirado en la obra de la poeta uruguaya Ida Vitale.
Este es el primer álbum que editás bajo tu nombre. ¿Qué te llevó a dar este paso y qué diferencias encontrás entre este proyecto personal y tus trabajos previos con Bajofondo, Campo o Peyote Asesino?
- Hacía tiempo que tenía algunas composiciones que por su temática no iban a a estos otros proyectos, en un momento entro en el perfíl de Juan Campodónico en Spotify y veo que solo hay algunos remixes que había hecho para otros artistas, Little Dragon, La Mala Rodriguez, Alejandro y María Laura, pero que no había nada de Juan Campodónico y pensé "qué interesante, una página en blanco". Ahí nació la idea de hacer este álbum, más personal, desde una mirada singular. La singularidad es uno de los temas del álbum, tanto en la canción Frik que fue el primer adelanto como en De Un Fulgor A Otro. En ambos temas hay algo que se debate y es la esencia y singularidad de cada uno en tensión con el bombardeo del mundo exterior.
De un fulgor a otro adapta un poema de Ida Vitale. ¿Qué te atrajo de su obra y cómo fue el proceso de llevar su poesía a un formato musical que combina drum and bass, rock y electrónica?
- Hacía tiempo que pensaba en que las letras de la música de ahora han perdido poesía y se han vuelto literales. Es idea me impulsó a musicalizar un texto poético y empecé a buscar en la generación del 45, una generación literaria de Uruguay muy influyente. Tenía la música ya maquetada pero no daba con el texto y trabajando con Martín Rivero él sugirió este poema de Ida Vitale, que es un personaje increíble. Con 101 años sigue en actividad. Este es un disco más personal y me gustaba para este tema no invitar a nadie a cantar sino cantarlo yo y basarme en la guitarra, que es mi instrumento original. Hay guitarra acústica, eléctrica, con distorsión, con slide y el otro músico invitado que tiene una presencia muy destacada es Mateo Ottonello, un tremendo baterista de jazz, pero que también toca drum and bass, cosa que vino perfecto para esta grabación.
El videoclip de De un fulgor a otro resalta la conexión entre el pasado y el presente de Montevideo. ¿Qué significa para vos la ciudad y su historia en este nuevo capítulo creativo?
- Esta propuesta de hacer un video lyric basado en cartelería retro de la ciudad fue una propuesta de Charly Gutiérrez. Me encantó, era encontrar ese texto tan poético en la calle, en los carteles antiguos de Montevideo. Montevideo es una ciudad que tiene una arquitectura noble y particular y que por momentos parece detenida en el tiempo.
Mencionaste que la canción ilustra la tensión entre lo íntimo y esencial y los estímulos del mundo exterior. ¿Cómo ves esta tensión reflejada en tu proceso creativo y en la música que producís?
- Ese es el tema hoy en día, lo que uno trae desde siempre es importante no dejarlo de lado, que la creación no pierda tu identidad, quién sos, de dónde venís, pero también está la catarata de información que todo el tiempo te está tentado. Encontrar qué de todo lo que pasa es relevante para ti, ese es el tema de cualquier persona en la situación que vivimos en este momento. En mi música siempre el debate es cómo llevo todo esto nuevo que está pasando alrededor a un lugar donde me siento cómodo y la música resuena profundamente conmigo. Y al mismo tiempo buscar algo nuevo y propio para plantear.