Después de dos años de silencio, Britney Spears habló frente a la corte de Los Ángeles y pidió que se termine con la tutela legal que desde hace 13 años controla todos los aspectos de su vida. La cantante estadounidense de 39 años afirmó que la tutela es "abusiva, estúpida, vergonzosa y desmoralizadora". Durante los 23 minutos que testificó, Spears relató el calvario que tuvo que vivir desde que en 2008 se tomó la decisión de darle a su padre, Jamie Spears, el control sobre sus asuntos financieros y personales. Ahora, Britney quiere tener nuevamente las riendas de su vida.
El acuerdo ordenado por una corte le dio a su padre, Jamie Spears, control sobre su patrimonio, de US$60 millones, y otros aspectos de su vida.
Según reprodujeron los medios que estuvieron presentes en la audiencia, fue tanto lo que Britney tenía para decir que la jueza que la escuchaba le pidió que hablara más despacio.
“Sólo quiero que me devuelvan mi vida. Han pasado 13 años y ya es suficiente”
Las finanzas y asuntos personales de Britney Spears son administrados en gran medida por Jamie Spears desde que la cantante tuvo una crisis pública en 2008, luego de divorciarse de Kevin Federline y de perder la tutela de sus dos hijos.
La tutela de Spears se divide en dos partes: una es para su patrimonio y asuntos financieros, la otra es para ella como persona. Bajo este acuerdo legal, el padre tiene control de sus finanzas desde 2008. Tampoco tiene control sobre sus redes sociales, sus giras, entrevistas, acceso a estudios médicos y hasta incluso de citas o reuniones con sus amistades o los colores de la decoración de su casa.
"He estado en negación, he estado en shock. Estoy traumatizada"
La última vez que Britney Spears había hablado fue en 2019, pero esta fue la primera vez que habló en audiencia pública sobre su caso. La cantante dijo que no había vuelto a la Corte porque sintió que no había sido escuchada. Este miércoles, la jueza del Tribunal Superior de Los Ángeles, Brenda Penny, agradeció a Spears por sus "valientes" palabras durante el proceso. La estrella del pop contó que tuvo que mentir públicamente y decir que se encontraba bien, pero ayer dejó en claro que no era cierto.
"Le he dicho al mundo que estoy bien y feliz. No estoy feliz, no puedo dormir"
Los fanáticos de Britney vienen siguiendo su caso desde hace tiempo y así conformaron el movimiento #FreeBritney, que busca evidenciar las injusticias que está viviendo la cantante y exigen que se termine con la tutela legal ya que Spears puede tener control sobre su vida. Según la ley, la cantante aún debe demostrar que es competente para tomar sus decisiones.
Desde el movimiento #FreeBritney venían evidenciando que la cantante no estaba bien y que estaba siendo explotada. Incluso algunos de sus seguidores marcaban que ella usaba las redes sociales para enviar mensajes secretos pidiendo ayuda.
"El control que tenía (Jamie Spears) para dañar a su propia hija, 100%, le encantaba"
La cantante reconoció que su padre, Jamie Spears, debe ir a la cárcel por la forma en la que manejó la tutela legal. Sostuvo que él disfrutaba de verla sufrir y de tener el control total sobre su vida: “Lloré por teléfono durante una hora y a él (el padre) le encantó cada minuto”.
En 2020, el abogado de Spears dijo que ella dispuesta a abandonar los escenarios si su padre no daba un paso al costado: “Britney está asustada. Tiene miedo de su padre y no volverá a actuar si él sigue a cargo de su carrera”. En diciembre del 2020, un juez extendió la tutela de Spears hasta septiembre de 2021 y este miércoles Britney declaró para que llegue a su fin.
En un comunicado leído en la corte, un abogado del padre dijo que a él le “apenaba escuchar que ella esté pasando por tanto dolor” y que ama “mucho” a su hija.
"Quiero quitarme el DIU para poder intentar tener otro bebé, pero este supuesto equipo no me permite ir al médico a hacerlo porque no quieren que tenga más hijos"
Durante la audiencia, Britney Spears exigió que se le removiera un dispositivo intrauterino para optar por la opción de tener más hijos, algo que tampoco le permiten decidir por su cuenta. También dijo que le obligaban a tomar litio, medicación que alguna vez le dieron "contra su voluntad" y contó que era tan fuerte que se sentía "embriagada" y "no podía mantener una conversación".