La justicia le frenó la motosierra a Trump: pausaron la suspensión de subvenciones y préstamos federales

El flamante presidente había puesto en marcha su promesa de campaña de reducir el gasto público, pero la justifica lo puso en pausa. "El uso de recursos federales para promover la equidad marxista, la transgeneridad y las políticas de ingeniería social del nuevo pacto verde es un desperdicio de dinero", explicó la Casa Blanca. Además, comenzó a recortar puestos en el Estado.

28 de enero, 2025 | 17.11

El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ordenó paralizar todas las subvenciones, préstamos federales y otros programas de asistencia financiera en una nueva medida encaminada a hacer cumplir su agenda conservadora de reducción de gasto. En un comunicado en tono con la batalla cultural que lidera el mandatario -y que en Argentina copia Javier Milei- el responsable de gestión y presupuesto de la Casa Blanca, Matthew Vaeth, justificó el ajuste: "El uso de recursos federales para promover la equidad marxista, la transgeneridad y las políticas de ingeniería social del nuevo pacto verde es un desperdicio de dinero de los contribuyentes que no mejora la vida cotidiana de aquellos a quienes servimos". Pero apenas una hora después el juez federal Loren L. AliKhan suspendió la medida hasta el lunes, según informó AP. 

Entre las medidas de último momento anunciadas, Trump comenzó a ofrecer "retiros voluntarios" a trabajadores del Estado nacional con una indemnización por siete meses de salario.

Como lo hizo Milei en Argentina, el argumento del flamante gobierno estadounidense es que deben revisar todos los gastos. Entonces, cortan todas las transferencias de dinero federal, dejan en suspenso innumerables programas sociales y económicas, mientras definen si los mantendrán o no en el marco de su intención de reducir el déficit fiscal y achicar el Estado. 

El comunicado de la Casa Blanca destacó que la suspensión de los fondos federales no afectará a la Seguridad Social, al programa de salud pública de Medicare o a la asistencia directa a las personas individuales. Por el contrario, el ajuste sí afectará a las subvenciones a programas estatales relacionados con transición energética, desastres o vivienda. Además, cortará por ahora los préstamos a empresas estadounidenses.

Uno de los primeros opositores en reaccionar fue el líder de la minoría demócrata en el Senado, Chuck Schumer. Recordó que el Congreso ya aprobó inversiones concretas y que el decreto de Trump afectará a todo tipo de subvenciones concedidas por el Gobierno federal, desde universidades hasta organizaciones benéficas.

La fiscal general de Nueva York, Letitia James, por su parte, ya adelantó que "emprenderá acciones legales" contra la interrupción de las subvenciones y préstamos federales. "No nos quedaremos de brazos cruzados mientras esta administración daña a nuestras familias", anunció en sus redes sociales.

Motosierra a toda velocidad

No se trata del primer ajuste de la era Trump. El Departamento de Estado anunció la pasada semana la congelación de los fondos para los aliados internacionales de Estados Unidos, con la excepción de Israel y Egipto. Esto significa que Washington suspenderá su financiamiento para desarrollo y para cooperación militar para sus socios en el mundo.

En paralelo, Trump también ya había decretado la eliminación de los programas de diversidad, equidad e inclusión en todos los órganos y organismos del Estado federal. Según había argumentado, estas iniciativas "socavan" la meritocracia y "las conciencias de los estadounidenses al participar en una discriminación racial y sexual odiosa".

Entre las últimas políticas anunciadas, el mandatario ofreció a todos los trabajadores del Estado nacional una indemnización con siete meses de salario. Según informó AP, la Casa Blanca comenzó a ofrecer indemnizaciones equivalentes a siete meses de salario a todos los empleados federales que optaron por dejar sus trabajos antes del 6 de febrero, como parte de la reforma sin precedentes. 

En el comunicado en el que se dio a conocer la medida, la Oficina de Administración de Personal, entregaron a las y los trabajadores una "carta de renuncia diferida". En el correo electrónico que les enviaron dice que empieza a regir a partir del 28 de enero y que está disponible para la totalidad de los empleados nacionales hasta el 6 de febrero: “Si decide no continuar en su función actual en la fuerza laboral federal, le agradecemos su servicio a su país y se le brindará una salida digna y justa del gobierno federal mediante un programa de renuncia diferida”.

Y cierra: “Si renuncia bajo este programa, conservará todo el salario y los beneficios independientemente de su carga de trabajo diaria y estará exento de todos los requisitos de trabajo en persona aplicables hasta el 30 de septiembre”.

Con información de EuropaPress