El avance tecnológico que trajo las pantallas táctiles a los autos parecía imparable, pero en un giro inesperado, algunas de las marcas más importantes de la industria automotriz están comenzando a dar marcha atrás.
Lo que arrancó como un símbolo de modernidad y eficiencia trajo muchas críticas entre los conductores, y en este marco, el regreso a los controles físicos parece ser la respuesta a la fatiga digital y las preocupaciones sobre la seguridad al volante.
Marcas como Hyundai, Porsche y Volkswagen ya están apostando por una nueva generación de vehículos que combinan lo mejor de la tecnología digital con la simplicidad de los botones tradicionales.
¿Cuál es el problema de las pantallas táctiles al volante?
Desde su llegada, las pantallas táctiles fueron presentadas como una solución revolucionaria. Con su diseño minimalista, prometían reemplazar decenas de botones y perillas, ofreciendo una interfaz única y personalizada. No obstante, los conductores pronto empezaron a notar problemas.
Es que, manipular estas pantallas mientras se conduce puede generar distracciones peligrosas. Un informe de la AAA Foundation reveló que, en promedio, los conductores que interactúan con las pantallas táctiles pueden distraerse hasta 40 segundos, lo que equivale a recorrer más de 500 metros a 80 km/h.
Además, los estudios de JD Power encontraron una creciente insatisfacción de los usuarios con la complejidad de los sistemas táctiles. Ajustar la temperatura, cambiar una emisora o controlar el volumen se volvieron tareas más complicadas, lo que generó frustración.
Este malestar es especialmente notable cuando se compara con la sencillez y efectividad de un botón físico que, con un solo toque, resuelve la función deseada.
Marcas que se adaptan a la demanda
Frente a estas críticas, algunas de las principales marcas automotrices decidieron revaluar sus diseños. Hyundai, por ejemplo, comenzó a incorporar botones y perillas en lugar de pantallas táctiles en algunos de sus modelos. Hak Soo Ha, vicepresidente de diseño de Hyundai, reconoció que las pantallas táctiles generaban estrés y desconcierto entre los usuarios, especialmente al no poder realizar ajustes rápidamente mientras conducen.
Pero Hyundai no es la única. Porsche también volvió a los controles físicos en sus vehículos, mientras que Volkswagen, tras recibir múltiples quejas, eliminó los controles táctiles de sus volantes.
Incluso Nissan, que había sido reacia a sumarse a la tendencia de las pantallas, optó por sistemas digitales más simples y menos intrusivos.
Alternativas del futuro
En cuanto a los avances futuros, la industria automotriz explora soluciones como los controles hápticos, que ofrecen retroalimentación táctil en las pantallas, simulando la sensación de presionar un botón físico.
Además, los sistemas de reconocimiento por voz y gestos continúan evolucionando, permitiendo que los conductores operen funciones sin apartar las manos del volante ni la vista del camino.
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