La Corte Suprema de Estados Unidos falló a favor de una familia judía que intenta reclamar un cuadro de Camille Pissarro incautado por los nazis en 1939 y que ahora es propiedad de un importante museo español, según documentos judiciales.
En el último giro de un litigio de dos décadas, los jueces de la Corte Suprema dictaminaron por unanimidad el jueves que la disputa entre la familia Cassirer y la Fundación Colección Thyssen-Bornemisza de Madrid debía decidirse de acuerdo con la ley del estado de California y no con la ley federal de Estados Unidos.
El caso de apelación, presentado por los herederos de Lilly Cassirer, anuló el veredicto de 2019 de un tribunal de California, según el cual, en virtud de la legislación federal, el museo madrileño era el legítimo propietario de la escena de una calle de París de 1897.
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"La familia cree que esto es un éxito y tienen la esperanza de que se haga justicia", dijo el viernes a Reuters Bernardo Cremades, abogado de la Comunidad Judía de Madrid y de la Federación de Comunidades Judías de España, que ayudan a los Cassirer.
El caso volverá ahora a los tribunales inferiores.
"Bajo la ley de California, una persona no puede consolidar el título de propiedad de un bien mueble que ha sido robado o hurtado", dijo Cremades.
"En este caso no hay duda, y la Fundación Thyssen no lo niega, de que el cuadro fue expoliado por los nazis en la Segunda Guerra Mundial".
El Museo Thyssen dijo en un comunicado que confiaba en que la corte de apelaciones de California fallara a su favor.
Lilly Cassirer, cuya familia era propietaria de una galería de arte y una editorial, heredó "Rue Saint-Honoré, après-midi. Effet de Pluie" ("Rue Saint-Honoré, por la tarde. Efecto de la lluvia", en español) en 1926. En 1939 se vio obligada a entregar el cuadro impresionista a los nazis para poder obtener visados de salida de Alemania.
La obra reapareció en Estados Unidos en 1951, donde permaneció hasta que fue adquirida por el barón Hans Heinrich Thyssen-Bornemisza por 300.000 dólares en 1976. Su colección dio lugar al Museo Thyssen-Bornemisza de Madrid.
Con información de Reuters